Polémica
La Administración
se desentiende de los centros de menores, según varios expertos
Denuncian la «privatización»
de la red de atención, que recibe hasta 250 euros diarios por cada interno
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Fuente: Diario lavozdegalicia.es
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Autor :Ivannia Salazar
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Fecha de publicación: 05/02/2009
«Estos centros son parte de la industria
del maltrato y del desamparo». Con estas palabras, José Luis Calvo, portavoz
de la Asociación Pro Derechos del Niño y de la Niña, describió ayer, en una
conversación con La Voz, los centros de protección de menores con problemas de
conducta. «No benefician en nada a los niños: sufren agresiones, no reciben
tratamiento adecuado y no tienen información sobre sus derechos», afirmó.
Esta asociación inició en noviembre del
2007 la campaña «Hay que cerrar los centros de menores», una iniciativa
apoyada por otras asociaciones. «El informe del Defensor del Pueblo confirma lo
que venimos diciendo desde hace tiempo», explicó su portavoz.
Calvo fue contundente al señalar la raíz
del problema: «La falta de control por parte de la Administración, la desidia
ante lo que pasa ahí dentro y los fallos en el servicio de inspección que
tienen que velar por las buenas condiciones de los menores y de las
instalaciones».
La denuncia de Calvo va aún más lejos y
señala que «la Administración está desbordada e incapacitada porque no sabe
que hacer con los menores bajo su tutela, por eso descansa en los técnicos
privados». Según Calvo, la necesidad de no abrumar a los responsables políticos
ha producido un aumento significativo de «uno de los grandes males» de todo
este asunto: «El 75% de estos centros terapéuticos está en manos privadas,
son negocios de oenegés y fundaciones que hacen lo que quieren, y que promueven
que las estancias de los niños se alarguen porque están cobrando por cada uno
de ellos». Según el informe, por cada menor las Administraciones pagan entre
80 y 250 euros al día.
El silencio de las comunidades autónomas
lo confirma también un educador, despedido junto a otros compañeros de uno de
estos centros cuando empezó a opinar sobre los «métodos educativos», y que
pidió mantener el anonimato: «En los dos años que estuve ahí, nunca
recibimos a un inspector».
Exigir que se cierren
Este educador, que pertenece al Colectivo
No O?Belén (grupo opositor a una de las fundaciones que gestiona algunos
centros) hace un llamamiento urgente: «Tenemos que exigir que se cierren, esto
responde a un diseño político y económico del que las administraciones son cómplices».
Ambos denunciantes aseguran que la
Administración «sabe perfectamente» lo que está pasandopasa, «pero lo
oculta, porque donde hay dinero, todos sabemos lo que pasa», dijo el educador.
Calvo afirma que «este asunto tan grave se solapa mucho más que cualquier otra
irregularidad, se trata de mantener un silencio de los corderos, por eso
censuran la investigación externa, porque detrás hay intereses privados». Y
explicó que en su asociación tienen «denuncias que hemos transmitido a las
comunidades autónomas, pero se niegan a investigarlas y a reconocer la realidad»,
sostuvo. Para ambos está claro que los más perjudicados son los menores,
quienes en lugar de recibir la ayuda que necesitan para superar sus problemas,
son metidos «en un cajón de sastre para que no molesten».
La Voz contactó con las Administraciones
de tres comunidades con centros incluidos en el informe, pero informaron que por
el momento no harán declaraciones.
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