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http://www.vozpopuli.com/altavoz/educacion/Graham-Bell-sordos-sordera-coclear-audifonos-auriculares_0_1071193427.html
"Preferimos vernos bien en el espejo que cuidar el
oído"
http://www.vozpopuli.com/altavoz/educacion/AG-Bell-sordos-desembarca-Espana_2_1071212874.html
Marina
Alías
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Javier
Martínez
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13.10.2017
Más del 5% de la población mundial, es decir, unos
360 millones de personas, padece pérdida de audición discapacitante. Según
cifras de la OMS, 32 millones son
niños. Las infecciones durante el embarazo, el bajo peso al nacer o la
asfixia del parto son algunas de las causas
congénitas que pueden provocar la pérdida de audición, sin embargo,
existen causas adquiridas como el
ruido excesivo, el envejecimiento, la falta de higiene o la toma de algunos
medicamentos sin control que también pueden ocasionarla.
Pero lejos de prestar atención a esta discapacidad -o
de equipararla en importancia a otras como la ceguera-, el mundo de los
oyentes no suele entender de personas sordas y se limita con frecuencia a
elevar el tono al hablar cuando se topa con un
sordo sin saber que este recurso no facilita el entendimiento.
Gritarle a una persona con pérdida auditiva
discapacitante, aunque sea con buena intención, está más cerca de métodos
rudimentarios como el uso de artefactos con
forma de trompeta para paliar los problemas auditivos allá por el
siglo VII que de los implantes cocleares,
esos dispositivos médicos electrónicos que sustituyen la función del oído
interno dañado y que se inventaron hace justo 60 años.
En medio de esa franja temporal, nace en el Edimburgo
de 1847 el científico e inventor Alexander
Graham Bell.Conocido
por ser el inventor del teléfono -no sin verse involucrado en una sucesión
de litigios, acusaciones y sospechas respecto a la licitud de su patente-,
menos ha trascendido de su labor como pedagogo para personas
sordas. Preocupado por la sordera de su madre, Bell desarrolló una técnica
del discurso en tonos claros y modulados y acabó estudiando acústica, campo
en el que fue cosechando diversos logros.
Una vez patentado su teléfono, en 1876, alcanzó un
gran éxito técnico y financiero. Su futuro estaba asegurado. En 1881,
recibió el Premio Volta de Francia valorado
en 10.000 dólares y con este dinero fundó los Laboratorios
Volta de Washington, un centro de información sobre la sordera y la
Asociación Norteamericana para Promover la Enseñanza del Habla a las
Personas con Sordera.
Con el tiempo, estas dos entidades dieron lugar en
1890 a lo que hoy se conoce como la Asociación Alexander Graham Bell para
Personas con Sordera e Hipoacusia, de forma abreviada AG
Bell,una
entidad histórica que acaba de iniciar su expansión en España gracias a un
acuerdo con la Fundación Oir es Clave (CLAVE),
cuya visión es servir de modelo en la atención a familias y niños con
sorderao hipoacusia y en la formación en terapia auditivo verbal y en
audiología pediátrica.
"Estados Unidos es muy grande, pero el mundo lo es
mucho más. Queremos que España sea la sede del mundo hispano y de Europa
para doblar el impacto que pueda tener nuestra ayuda a las personas sordas",
explica Emilio Alonso-Mendoza,
director general de AG Bell, a partir del acuerdo con CLAVE, AG Bell
Internacional.

Emilio Alonso-Mendoza, director de AG Bell Javier
Martínez
A Alexander Graham Bell se le asocia más a la
invención del teléfono que a su labor pedagógica con las personas sordas,
¿cómo terminó fundando la asociación que usted dirige hoy?
La mamá de Graham Bell era sorda,
por lo que su carrera comenzó como profesor para sordos, ámbito en el que
conoce a la que sería su futura esposa, que también era sorda. Su curiosidad
por el sonido y la electricidad le llevan a hacer descubrimientos. Sabía que
las personas sordas podían hablar, pero termina confiando en que una persona
sorda también pudiese oír algún día, así que fundó esta organización después
del triunfo monetario que obtuvo al inventar el teléfono.
Construyó un edificio en el
barrio de Georgetown,Washington D. C., al
lado de la casa de su papá para albergar una biblioteca con todos los
documentos y archivos que trataban la sordera. Hoy tenemos más de 5.000
volúmenes sobre curiosidades y avances desde principios del siglo XVI hasta
el presente, muchos de ellos guardados en el cloud.
Esa biblioteca se convirtió en la sede de la fundación actual, que difiere
mucho de la original, pero su ideal permanece: que todos los niños que
nazcan sordos tengan la oportunidad de oír y de hablar.
Desde la fundación de AG Bell han pasado 127
años, ¿qué dificultades tenían los primeros niños que acudían y cuáles
tienen ahora?
En aquel momento, cuando no
existía la tecnología actual, se limitaban a leer labios y a emitir sonidos,
así que aprendían a hablar y a entender. Poco a poco, la tecnología y la
pedagogía fue evolucionando hasta hace 60 años aproximadamente, cuando se
inventó el implante coclear. Ahora los niños pueden oír y trabajar con
profesionales que les ayudan a interpretar esos sonidos y a hablar. Un
muchacho que nazca sordo hoy tiene la oportunidad de vivir sin limitaciones,
es decir, pueden hacer lo que quieran: cantar, aprender a tocar un
instrumento...
¿Limita más una sociedad egoísta que la propia
sordera?
Bueno... La sociedad también
lleva a cabo avances tecnológicos y da lugar a asociaciones como las
nuestras. Alguien que no conoce la sordera de cerca, porque nunca ha tenido
un familiar sordo, de repente se encuentra con un hijo así. Nuestro
propósito es informar a las familias de que hay maneras de intervención
temprana.
¿Cuál es el primer paso a seguir en una familia
que tiene un hijo sordo?
Buscar información es lo primero,
saber que hay un proceso. La intervención temprana comienza con educación.
Al principio pueden usarse audífonos, trabajando profesiones, y,
eventualmente, implantes cocleares. Para cuando el niño tiene cuatro o cinco
años ya está listo para ir a un colegio de una forma normal, aunque tenga
ciertas necesidades que no dejan de ser necesidades asequibles. Al
principio, lo que las familias necesitan es apoyo y educación.

Emilio Alonso-Mendoza dirige la asociación fundada por el inventor
Graham Bell Javier Martínez
¿Estamos más preocupados por la estética que por
la salud auditiva?
El problema de la audición es muy grande, los chicos
de hoy en día están todo el día escuchando música y se hacen daño sin
saberlo. En los bares y restaurantes hay muchísimo ruido... Pero uno no
suele preocuparse de la salud auditiva, sino de lo que le duele o de vivir
mejor y más tiempo. Y sí, a muchos les duele mirarse al espejo y prefieren
verse bien que cuidar el oído... ¡Así es la humanidad!
Hablamos de los niños, pero ¿qué hay de las
personas que van perdiendo capacidad auditiva por la edad? ¿Tendemos a
considerarles molestos?
Sí, y también es un problema de educación. Las
familias tienen que ayudarles, a veces también es un problema de la propia
persona afectada, que se niega a reconocer que está sordo porque no quiere
hacerse mayor. Hoy en día hay todo tipo de avances y hay que ayudarles a
tomar la decisión de aprovecharlos. En general, lo primero que hacemos mal,
es pensar que les tenemos que hablarles muy alto. Existen audífonos
magníficos que no ocupan demasiado espacio, ya no son como aquella especie
de trompetas de otros siglos.
¿Por qué han elegido España como el primer país
para expandirse a nivel global?
En la vida hay veces que las cosas se unen, nuestras
asociaciones [AG Bell y CLAVE] comparten una misma visión, que pasa por
hacer todo lo que se pueda para ayudar a una persona sorda en su día a día.
Estados Unidos es muy grande, pero el mundo es mucho más grande y siempre he
tenido una visión global.
La información y la divulgación que ha hecho CLAVE es
perfecta, por lo que España va a ser sede para Iberoamérica y Europa. Yo no
he oído a nadie en el mundo que odie España. No hay nada mas mejor que unir
fuerzas para que los niños que nacen sordos hoy, sepan que solo lo van a ser
un momentito y un día puedan escuchar la lluvia caer o decir a sus abuelos
'Te quiero'. Es una misión muy bonita compartida por todos.
Acuerdo con CLAVE
La Asociación Alexander Graham Bell para Personas con
Sordera e Hipoacusia (AG Bell), con sede en Estados Unidos, ha escogido a
CLAVE para una nueva etapa de expansión en Europa y los países de habla
hispana. La integración de CLAVE y la Fundación Oír es CLAVE constituye AG
Bell Internacional. La comunidad de AG Bell cuenta con 18.500 personas.
Así, AG Bell Internacional proseguirá el trabajo de
CLAVE , que ha creado un programa de actividades basado en la información y
formación a los distintos colectivos que trabajan en el desarrollo integral
de las personas con problemas de audición; así mismo contribuye en la
formación de futuros profesionales de la audiología protésica, la logopedia
y la atención temprana en el marco de acuerdos y convenios con institutos y
universidades. Además realiza acciones de sensibilización general y fomenta
medidas para mejorar la accesibilidad en todos los entornos.
AG Bell es una organización sin ánimo de lucro que
cuenta entre sus hitos con la mejora de la calidad de la atención a los
niños con sordera y a sus familias y ha establecido las bases de la terapia
audioverbal, el proceso y la certificación de profesionales en esta
metodología, articulado en torno a la Academia creada en 2005. En la
actualidad hay 800 terapeutas certificados en 30 países del mundo.
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