Los resultados obtenidos indicaron que las niñas se enfrentan mejor al
estrés oxidativo y a la inflamación
agencia sinc 02.07.2016 | 10:02
Científicos de la
Universidad de Granada muestran, por primera vez, que existe una asociación
entre el género del neonato y su capacidad para afrontar el estrés
oxidativo y los procesos inflamatorios, un hecho que podría
condicionar cómo se enfrentan a futuras patologías postnatales. El trabajo
concluye además que el parto de una niña es menos agresivo para la madre que
el de un niño.
Las niñas recién
nacidas y sus madres se enfrentan de manera más eficaz a la agresión que
supone el parto en comparación con los niños y sus madres.
Un estudio
realizado por investigadores de la Universidad de Granada, en colaboración
con el Hospital Clínico San Cecilio de Granada, ha demostrado
científicamente que las niñas recién nacidas presentan una mayor defensa
antioxidante y un menor daño oxidativo en las membranas celulares que los
niños, además de unas mayores actividades enzimáticas antioxidantes. En
otras palabras: responden mejor al estrés que ellos.
Además, las madres que dan a luz niñas
presentan una mayor defensa antioxidante de su organismo y menos daño a las
principales biomoléculas, en comparación con las madres que dan a luz a
niños, además de un menor proceso inflamatorio durante el parto, hecho que
también se observaba en las niñas recién nacidas con menores niveles de
interleukinas proinflamatorias. Es decir: el parto de una niña es
menos agresivo para la madre que el de un niño.
Hasta la fecha, no existían estudios
de este tipo en la literatura científica, ya que todos los disponibles
evaluaban el estrés oxidativo e inflamación en adultos. Se trata, por tanto,
del primer estudio que evalúa el estrés inducido en las madres y sus
neonatos en la etapa perinatal, arrojando luz sobre cómo
pueden enfrentarse a las agresiones oxidativas de su vida postnatal.
Este trabajo multidisciplinar, publicado en la prestigiosa
revista Pediatric Research, del
grupo Nature, ha demostrado que las niñas recién nacidas y sus
madres se enfrentan de manera más eficaz a la agresión que supone el parto
en comparación con los niños y sus madres, y revela una
clara asociación entre el
género del neonato, el proceso oxidativo y la señalización
inflamatoria.
Como explican los investigadores
principales de este trabajo, Julio José Ochoa Herrera y Javier Díaz Castro,
del departamento de Fisiología de la UGR, "se abre así un interesante campo
de investigación que se centra en el sexo del neonato como factor de riesgo
para varias alteraciones funcionales, con importantes repercusiones en la
esperanza de vida y desarrollo de patologías en su vida futura".
Para llevar a cabo esta investigación,
los científicos trabajaron con una muestra formada por 56 mujeres sanas
embarazadas, de las que 27 dieron a luz a niños y 29 de ellas alumbraron a
niñas en el Hospital Clínico de Granada.
Tras el parto, los investigadores obtuvieron muestras de
sangre de la vena y arteria del cordón umbilical y del neonato, que se
procesaron adecuadamente para los análisis de estrés oxidativo y evaluación
de la señalización inflamatoria.
Los resultados obtenidos indicaron que
las niñas se enfrentan mejor al estrés oxidativo e inflamación, ya que
poseen unos sistemas enzimáticos más maduros en el momento del nacimiento,
limitando el daño a las células y mejorando su metabolismo celular, por
tanto el género del neonato se postula como un factor que no solo condiciona
el proceso del parto, sino que influye en el desarrollo de
patologías futuras.
"Por tanto,el
género del bebé recién nacido no solo influye en cómo la madre afronta el
proceso de alumbramiento, sino que condiciona la forma en la que los
neonatos se enfrentan al entorno hiperóxico que constituye el ambiente
extrauterino, mostrándose el sexo del neonato como un factor condicionante
en relación a múltiples alteraciones funcionales con importante repercusión
para la madre durante el postparto y para el recién nacido durante el resto
de su vida", concluyen los autores.