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CUIDA TU CEREBRO Y ÉL TE CUIDARÁ DESPUÉS
(vídeo en el enlace de la noticia)
Frances Jensen
Neuróloga y madre, así se
define Frances Jensen, una de las voces más respetadas a nivel internacional
por sus estudios sobre el cerebro adolescente. Es presidenta del
Departamento de Neurología de la Universidad de Pensilvania. Jensen ha sido
también profesora de neurología en la Escuela de Medicina de Harvard,
directora de neurociencia traslacional y directora de investigación sobre
epilepsia en el Hospital de niños de Boston. En su último trabajo “El
cerebro adolescente. Guía de una madre neurocientífica para educar
adolescentes”, la neurocientífica ofrece una mirada revolucionaria sobre
esta etapa de la vida. Un manual científico para padres y educadores que
permite entender cómo funciona la mente adolescente y aporta claves para
ayudar a los jóvenes a hacerse adultos. “Los adolescentes son máquinas de
aprendizaje” sostiene la neuróloga, aunque matiza que “aprenden mejor tanto
lo bueno como lo malo”. Desde su posición privilegiada como científica,
profesora y madre, Jensen explora, disipa mitos sobre la adolescencia y
brinda consejos prácticos para superar esta compleja etapa vital.
Frances Jensen
TRANSCRIPCIÓN:
Frances
Jensen. Hola, soy la doctora Frances Jensen. Soy la
presidenta del departamento de Neurología en la Universidad de Pensilvania
y soy neurocientífica. Pero, además, soy la autora del libro The Teenage
Brain, que escribí como resultado de ser la madre de dos adolescentes y
tenerlos bajo mi techo, al darme cuenta de que se estaba desarrollando un
experimento en mi propia casa.
Zuberoa
Marcos. Doctora Jensen, bienvenida y muchas gracias por
dedicarnos su tiempo para estar hoy aquí con nosotros. Estoy
entusiasmada, porque es un tema muy interesante y estoy segura de que
esta conversación va a ser muy esclarecedora.
Frances
Jensen. Es un placer estar aquí hablando contigo.
“El cerebro no se
desarrolla del todo hasta casi los treinta años”(Frances Jensen)
Zuberoa Marcos.
De lo que vamos a hablar principalmente es de lo que la neurociencia dice y
los conocimientos que tenemos ahora mismo sobre el cerebro de los
adolescentes, y cómo pueden beneficiarse los padres y los profesores de ese
conocimiento. Así que, la primera pregunta con la que empezar esta
conversación es: como neurocientífica, ¿qué hemos aprendido? ¿Qué nos ha
enseñado la neurociencia sobre el cerebro de los adolescentes?
Frances Jensen.
Es una estupenda pregunta para comenzar porque es mucho y todo esto se sabe
desde hace poco tiempo, así que… las primeras investigaciones sobre el
cerebro de los adolescentes empezaron a hacerse hace tan solo diez o quince
años, como mucho, y estamos aprendiendo de décadas de trabajos sobre
anatomía, estudios sobre el desarrollo del cerebro y con modelos de
animales. Pero, más recientemente, debido a los avances en resonancias
magnéticas, han empezado a hacerse muchos estudios en humanos. Y hemos visto
cómo las diferentes zonas del cerebro se iluminan cuando estamos haciendo
diferentes tareas. Así que estos estudios se han unido con estudios de las
células y las moléculas, y han empezado a explotar con nuevos
descubrimientos.
Pero, ¿qué hemos aprendido? Diría que hace unos 15 años todos pensábamos que
el cerebro ya estaba desarrollado del todo hacia los doce años, al principio
de la pubertad. Eso se debe probablemente a Piaget, que era un neurobiólogo
del desarrollo que llegó a esa conclusión hace casi un siglo. Bueno, me temo
que la neurobiología moderna ha demostrado que estaba bastante equivocado,
que el cerebro es el órgano más complejo del cuerpo y el que más tarda en
desarrollarse, así que es el último órgano en llegar a la edad adulta y no
lo hace del todo hasta llegar casi a los treinta años. Esto quiere decir que
los adolescentes solo han recorrido tres cuartas partes del camino hasta
tener un cerebro totalmente desarrollado.
Frances Jensen.
¿Qué tienen de diferente? Bueno, hay dos cosas muy importantes de las que
siempre hablo y que tienen mucha relevancia. En primer lugar, tenemos cien
mil millones de neuronas en nuestro cerebro y cien billones de sinapsis, que
es lo que utilizan para hablar entre ellas y que sirven como puntos de
conexión. Tenemos muchas de esas en los primeros años de vida y las vamos
perdiendo conforme nos hacemos mayores, podríamos decir que si no se usan se
pierden y vamos construyendo conexiones cuando aprendemos cosas nuevas. O
sea, que tienes más cuando eres joven y se van perdiendo en la edad adulta.
Resulta que necesitas estas sinapsis para poder aprender. Y los adolescentes
tienen una enorme ventaja, al igual que los niños e incluso más, en el
sentido de que tienen muchas más sinapsis que les ayudan a aprender. Esto
significa que aprenden más rápido y de manera más eficiente que los
adultos.Podríamos decir que los adolescentes son como máquinas de aprender.
Es una etapa privilegiada del desarrollo. De hecho, sabemos que los
adolescentes, bueno, que somos capaces de cambiar nuestro CI en la
adolescencia. Antes se pensaba que al final de la niñez ya se quedaba como
estaba, pero ahora hay estudios que demuestran que más o menos en un tercio
de la gente se queda como está, en un tercio disminuye y en un tercio
aumenta durante esta etapa. Esta es la primera parte: tienen un cerebro muy
activo, así que todas las áreas de tu cerebro están más activas cuando eres
niño o adolescente. Eso es, hasta cierto punto, una ventaja.
Frances Jensen.
Otro problema es la forma en la que diferentes áreas especializadas del
cerebro hablan entre ellas: el sistema visual hablando con el sistema
auditivo o con el sistema del lenguaje. Requiere de la realización de
conexiones entre una zona de las células cerebrales y otra en otro lugar,
para transmitir un pensamiento, una idea o un movimiento. Esto tiene que
suceder muy rápidamente, son señales eléctricas que bajan muy deprisa por la
célula. Y, al igual que en un cable eléctrico, para hacer que baje muy
deprisa es necesario que esté aislada. Y nosotros no tenemos caucho en el
cerebro. Pero sí tenemos algo llamado mielina, que es una sustancia rica en
lípidos que cubre nuestros axones, las prolongaciones de nuestras neuronas
que van de una región a otra y ese es un proceso que dura mucho tiempo,
porque recordemos, tenemos cien mil millones de neuronas en nuestros
cerebros, y todas esas conexiones han de hacerse en el transcurso de
nuestras primeras dos a tres décadas de vida. El cerebro tarda,
literalmente, casi treinta años en estar terminado. El truco está en que
comienza en la parte trasera del cerebro y termina en la de delante.
Frances Jensen.
La última parte en conectarse completamente es la parte delantera del
cerebro, el lóbulo frontal. ¿Qué hace el lóbulo frontal? Es donde se
gestiona la función ejecutiva: control de impulsos, juicio, empatía,
organización… creo que ves a dónde quiero llegar. Así que los adolescentes
tienen áreas emocionales muy activas, porque estas se encuentran en la parte
trasera del cerebro, más o menos donde las orejas, y forman parte del
sistema límbico. Así que tenemos las emociones, la sexualidad, riesgo,
recompensa, deseo… todo eso está situado en esta área. Todo esto está muy
bien conectado en la adolescencia. Pero sin la capacidad del lóbulo frontal
para devolver las señales que controlan un impulso y le dicen: “Mala idea,
no lo hagas”, o “Quizá no deberías hacer esto”, o “No hagas eso, haz esto
primero”. El adolescente tiene el lóbulo frontal, pero no tiene esa
conectividad tan rápida debido a que la mielinización todavía no ha
finalizado. Esto permite que los adolescentes tengan niveles muy altos de
conducta exploratoria.Esto es algo que puede ser bueno, pero la parte mala
es que, quizá, les haga correr riesgos excesivos ya que puede que no tengan
necesariamente la misma capacidad de juicio que un adulto. Así que estas son
las dos cosas principales con las que podemos empezar la conversación y que
creo que todo el mundo necesita conocer, e incluso los propios adolescentes
deben conocer de sí mismos: tienen fortalezas y debilidades.
Zuberoa Marcos. Esto
es realmente interesante, doctora Jensen, porque nos estaba diciendo que,
cuando éramos adolescentes, nuestros padres echaban la culpa a las hormonas
acerca de nuestra actitud irracional o cabezonería. Lo que nos está diciendo
es que no son las hormonas, sino el propio cerebro que se está
desarrollando.
Frances Jensen.
Los científicos creen que se debe más a los problemas propios del desarrollo
del cerebro y los papeles relativos del lóbulo frontal y las áreas del
cerebro que manejan los centros de riesgo-recompensa, que probablemente
contribuyen más a ese tipo de conducta. No está tan firmemente unido a las
hormonas como pensábamos. Y otra cosa, que también he comentado a los
padres, es que si usas esto que sabemos ahora, piensas sobre ello y miras a
tu hijo adolescente, empezarás a dejar de decirle: “¿En qué estabas
pensando? Eres tonto por hacer estas cosas”. Y te darás cuenta que no tienen
el mismo cerebro que tienes tú. Tienen un cerebro que todavía no es capaz de
llegar a esas conclusiones. Y, a veces, cuando hablo con padres y profesores
les digo que nosotros que tenemos un lóbulo frontal en funcionamiento
deberíamos ayudarles con su propio lóbulo frontal.
“Es importante
comprender y respetar el desarrollo de los adolescentes” (Frances Jensen)
Zuberoa Marcos.
Cuénteme un poco más acerca de eso, porque sé que usted es neurocientífica,
pero también es madre y sé que muchos padres ven estos vídeos. Así que, ¿qué
les recomienda que hagan cuando tengan que tratar con sus hijos
adolescentes?
Frances Jensen.
La mayor parte de la fricción viene de que los padres intentan entender y se
preocupan mucho por los riesgos que corren los adolescentes. También se
preocupan por los estallidos emocionales excesivos que parecen tener. En
realidad, la biología está detrás de ello. Recuerda que antes comentaba que
las áreas de sus cerebros tienen más células y más conexiones, y son más
activas. Las partes emocionales de su cerebro, su sistema límbico, está más
activo en esas edades. Y tampoco tiene los efectos de modulación del lóbulo
frontal a la hora de calmar a las personas cuando notan desencadenantes
emocionales. Se han realizado estudios con escáneres IRM funcionales en
adolescentes humanos comparándoles con niños y con adultos, mostrándoles,
por ejemplo, imágenes con elevada carga emocional.Y analizan cuál es la
actividad de la parte emocional de su cerebro. Y, al comparar los resultados
de ese mismo estímulo entre un niño, un adulto y un adolescente, estos
forman una curva pronunciada. Los adolescentes responden, literalmente, el
doble ante un estímulo emocional. Y esto se debe a los factores que acabo de
nombrar. A veces digo que están experimentando las emociones en tecnicolor y
nosotros las vemos en blanco y negro. Y eso es algo de lo que debes darte
cuenta como padre. Por ejemplo, cuando entra tu hija y está llorando porque
alguien llevaba la misma ropa en el colegio, o el mismo vestido, y para ella
es como si hubiera estallado un incidente internacional. Si pudieras entrar
en su cerebro y compararlo con el de un adulto, verías que para ella es un
incidente internacional, tiene el mismo nivel de actividad.
Frances Jensen.
Ella está experimentando, realmente, el estrés a ese nivel. No puedes
decirle: “Estás siendo ridícula, para ya”. Esa no es una forma realista de
tratar el asunto, has de pensar en no reírte de ellos, sino de entenderles
porque eres adulto. Creo que esto es muy importante, siempre les digo a los
padres que intenten parar, contar hasta diez y no alienar a sus hijos,
porque van a necesitar tu ayuda, van a necesitar ayuda con su lóbulo frontal
y seguir conectados contigo, manteniendo una buena relación contigo, lo
bastante como para mantenerla durante el resto de su adolescencia y sus
primeros años de adultos: cuando vayan a la universidad, o se marchen de
casa o vayan a buscar su primer trabajo. Puede que sigas sin estar de
acuerdo con sus ideas y tu no querrás ser esa persona que diga: “Qué cosa
más ridícula estás diciendo”, sino alguien que no haya creado interacciones
negativas de este tipo. Creo que eso es algo muy importante.
Zuberoa Marcos.
¿Hay diferencias entre chicos y chicas?
Frances Jensen.
Esta trayectoria de desarrollo de la que hablaba finaliza cuando estás cerca
de la treintena. En general, parece que tanto para la poda de estas
sinapsis, el crecimiento y la poda de las sinapsis y la mielinización que
está aislando todas las conexiones, los chicos, en general, están unos dos
años por detrás de las chicas en lo que se refiere a completar su desarrollo
cerebral. Y, ya sabes, es posible que esto lo veamos, por ejemplo, en chicos
de 15 y 16 años. Ya sabes, un sexo muestra mejores habilidades organizativas
y hace los deberes, mientras que el otro puede que ni siquiera se haya
traído los libros a casa para hacer los deberes. Así que estas diferencias
se ven en el colegio. Pero esto son solo medias, hay muchos chicos precoces
y chicas tardías.
Zuberoa Marcos.
Doctora Jensen, me gustaría que nos hablara de cosas que los adolescentes
sean más propensos a hacer debido a este cerebro en desarrollo. La primera
es el estrés. ¿Son más vulnerables o susceptibles al estrés?
Frances Jensen.
Sí. Debido a su mayor respuesta inconsciente a estímulos emocionales, pueden
experimentar el estrés a niveles mayores que los adultos. Y se sabe que
ciertos niveles de estrés, que podrían tener solo un efecto temporal en un
adulto, duran mucho más en un adolescente y podrían provocar TEPT, trastorno
por estrés postraumático, o depresión años más tarde, así que un alto nivel
de estrés cuando se es joven puede asociarse con un mayor riesgo de
depresión de adultos. Sabemos que el cerebro está desarrollándose durante
todos estos años y todo lo que sucede en el entorno afecta a la forma en que
se desarrolla el cerebro. He mencionado las sinapsis en el aprendizaje. El
aprendizaje necesita sinapsis. Llamamos a eso plasticidad, plasticidad
sináptica, lo que significa que creas y moldeas sinapsis y conexiones según
tus experiencias; si estudias para ser pianista tendrás más sinapsis y
conexiones en tu oído musical, en tu cerebro. También si eres tenista,
etc.Sabemos que el estrés también puede tener este efecto y que, si en
cierto punto del desarrollo atacas al cerebro con estrés, vas a cambiar la
forma en que funciona tu cerebro durante el resto de tu vida. De la misma
forma que cambiarás la forma en que funciona tu cerebro si te conviertes en
una estrella del tenis, si eres un niño prodigio, aprendes desde muy pequeño
y haciéndolo más eficientemente a esa edad. Esas es las parte buena y mala
de esto. El otro problema es que esta plasticidad sináptica aumentada les
hace más fuertes, de alguna forma, ya que pueden mejorar su CI, aprender más
rápido o memorizar mucho mejor que los adultos, pero por otro lado su
cerebro también puede aprender cosas malas. Si vemos el estrés como algo
malo, se asienta mucho más profundamente que si lo hiciera en un adulto. Un
buen ejemplo es la adicción a las drogas, y hablaremos de ello porque los
adolescentes corren riesgos y, potencialmente, pueden experimentar con
diferentes tipos de drogas.
Frances Jensen.
Resulta que sabemos que los adolescentes pueden volverse adictos más
rápidamente que los adultos. En la generación anterior hemos visto la
epidemia de fumadores de cigarrillos, de gente que empieza a fumar en la
adolescencia, se vuelven adictos y luego es muy difícil dejarlo. Creo que
todos conocemos adultos que tienen problemas intentando dejarlo, pero un
adulto no desarrolla tanta adicción. Detrás de eso hay ciencia. Resulta que
la adicción no es más que una forma de aprendizaje, pero está en el circuito
de las recompensas. Así que estás creando sinapsis más potentes en el
circuito de las recompensas, como si se tratara del circuito de la memoria,
de las que se crearían si fueses adulto. Así que son más vulnerables a tener
una adicción peor y más rápidamente. Por eso, cuando hablo con adolescentes,
siempre les digo: “Cuidad vuestro cerebro ahora y él cuidará de vosotros
después”, porque entramos en una parte muy crítica del desarrollo cerebral,
en la que las partes más elaboradas, elocuentes y sofisticadas de las
funciones cerebrales están siendo creadas en ese momento. Todo lo que
suceda, va a mandarte en una trayectoria diferente, ya sea buena o mala. Y
necesitan ser conscientes de ello. Un ejemplo sería la falta de sueño, ellos
son muy vulnerables a la falta de sueño y la falta de sueño puede alterar tu
capacidad de aprendizaje, así que, otra vez, les impide lidiar tan bien con
el estrés como lo haría un adulto.
“Los adolescentes
pueden experimentar más estrés que los adultos”(Frances Jensen)
Zuberoa Marcos.
Doctora Jensen, en relación con el estrés, los compañeros y el sentido de
pertenencia a un grupo son muy importantes para los adolescentes. Pero, al
mismo tiempo, puede ser una enorme fuente de estrés. ¿Qué dice la
neurociencia sobre eso?
Frances Jensen.
Sí. Me parece que creemos en este efecto llamado presión social, en el que
el sistema límbico está guiando la conducta de forma más pronunciada que en
el cerebro de los adultos, que puede modular mejor al tener un mayor acceso
al lóbulo frontal, tiende más a ir a por una gratificación inmediata sin
tener en cuenta las consecuencias, y la presión social es una de esas cosas.
Y es también un estímulo emocional ante el que ellos son muy vulnerables.
Solemos pensar, ante la responsabilidad por los delitos y cosas así, que los
adolescentes no son adultos. No son adultos responsables, pero puede que
estén bajo la influencia de un adulto que les dice que hagan cosas malas, o
incluso un compañero que les dice que hagan cosas malas. Este es el tipo de
cosas que los profesores y adultos pueden hablar con adolescentes, decirles:
“Mira, vas a salir solo con tus amigos por la ciudad, piensa de antemano qué
cosas pueden pasar. Piensa bien en que no vas a tomar drogas ni vas a beber
demasiado, qué palabras usarás, y seguirás manteniendo tu estatus social, no
vas a ser un apestado. Piénsatelo bien”. No van a ser capaces de hacerlo en
un instante debido a esta falta de conexión rápida con su lóbulo frontal. No
van a encontrar una excusa o una respuesta, ni seguramente piensen en las
consecuencias. Lo que podemos hacer es ensayar situaciones de alto riesgo.
Hablo de situaciones de alto riesgo comunes para los adolescentes y hablar
de ellas. Tienen mucha capacidad de aprendizaje, son excelentes alumnos, así
que esperamos que al enseñarles, enseñándoles de una forma que les importe…
creo que una de las cosas que los adultos tienden a hacer es reñir a los
adolescentes, sin adornar las cosas y sin hacer que les importe mucho lo que
les están diciendo. Los adolescentes necesitan una mayor estimulación y yo
siempre digo: “Si intentas decirle algo a un adolescente, haz que sea una
charla TED”. Hay que intentar que sea rápido, que impacte, que solo pueda
decir: “Sí”, y puede que escuchen. Haz que tenga que ver con ellos, y habla
sobre ellos.
Zuberoa Marcos.
Ha mencionado las adicciones diciendo que los adolescentes son más
susceptibles a ellas. Ha mencionado uno de los temas que, probablemente, más
preocupa a los padres, que es el de prevenir las adicciones. ¿Qué piensa
acerca de ello?
Frances Jensen.
El cerebro está atravesando esta época de desarrollo muy sutil, y las drogas
tienen un efecto real sobre el cerebro. Cojamos primero el alcohol, que es
legal en la mayoría de países del mundo. El alcohol tiene un mayor efecto
sobre el cerebro de un adolescente que sobre el de un adulto, la misma
cantidad, el mismo nivel de alcohol en sangre que haría que un adulto
estuviera aletargado podría provocar daños cerebrales en un adolescente,
debido a que el alcohol funciona, al igual que muchas drogas que tomamos y
alteran nuestra consciencia, nuestro cerebro y nuestro comportamiento,
trabajan sobre las sinapsis, esas cosas de las que ellos tienen más.
Piénsalo: tienen más sinapsis de aquellas a las que se pegan estas drogas,
van a tener un mayor efecto, ellos son más sensibles a estas drogas. Esta es
la primera parte. Sabemos que estas drogas pueden afectar al desarrollo del
cerebro. Beber compulsivamente y habitualmente afectará a la larga al
cerebro, porque afecta a sus sinapsis y estas intentan crecer día tras día.
Sabemos que algunas de esas conexiones que se están creando a partir de los
últimos años de la adolescencia con el lóbulo frontal pueden reducirse por
el consumo habitual de alcohol. Entonces, tenemos a alguien que hace algo
arriesgado, porque está en la etapa de la adolescencia, toman la droga que
más los desinhibe y que detiene el proceso normal de maduración de su
sistema inhibitorio. Hay estudios que demuestran que la gente que ha
consumido alcohol habitualmente en su adolescencia tiende a arriesgarse más
cuando son adultos que los que no beben. Es interesante porque sugiere que
nos cambia los circuitos. Otro ejemplo de esto es el cannabis que, según un
estudio de Michigan sobre la gente joven de este país, que fue publicado
hace unos años por el Centro de Investigaciones Pew, es una de las drogas
legales… bueno, droga legal-ilegal más consumida por los adolescentes.
Resulta que el cannabis actúa suprimiendo la actividad de las sinapsis, y
por ello el cannabis tiene cierto efecto sedante. También, si observas
experimentos donde puedes ver cómo las neuronas hablan entre ellas y
desarrollan sinapsis, ves cómo hace que dejes de aprender, es decir, impide
la plasticidad sináptica.
Frances Jensen.
Debido a que hay más sinapsis a las que pegarse en el cerebro adolescente,
se ha demostrado que permanecen más tiempo en el cerebro que en la sangre,
estamos hablando de días. Así que, si te drogas durante el fin de semana y
tienes un examen el jueves, estarás estudiando y tu aprendizaje, para el que
necesitas esa plasticidad sináptica, todavía se verá afectado cuatro días
después. Eso sucede a corto plazo. Pero, ¿qué sucede a largo plazo? Hay
estudios que demuestran que el consumo de cannabis diario de manera habitual
durante esta etapa del desarrollo es una de las cosas que se asocia a un CI
más bajo, a un descenso en tu CI desde la adolescencia hasta la adultez
temprana, comparado con los niveles normales. Creemos que afecta a la
capacidad del cerebro de continuar con su desarrollo normal, y también hay
estudios que afirman que afecta a la conexión entre el lóbulo frontal y las
demás partes del cerebro. Eso puede estar unido a que el consumo de cannabis
diario durante la adolescencia incrementa el riesgo de esquizofrenia, porque
en los esquizofrénicos se observa la misma falta de conexión entre el lóbulo
frontal y otras estructuras. Es preocupante que hayamos legalizado esta
droga y ponerla a disposición de todos porque, aunque es para mayores de 21,
los adolescentes van a hacerse con ella porque está en su entorno. Son
listos, saben cómo conseguir lo que quieren, ¿verdad? Me he dado cuenta de
que este mensaje no está llegando ahí fuera. Y yo diría que todas estas
cosas durante la adolescencia pueden cambiar permanentemente la estructura
de tu cerebro más adelante, y esto no es recomendable, pero los políticos
sacaron esto adelante y nunca escucharon a los científicos, de hecho, ni
siquiera preguntaron.
Los adolescentes
aprenden mejor y más rápido tanto lo bueno como lo malo (Frances Jensen)
Zuberoa Marcos.
Doctora Jensen, estábamos hablando de adicciones y el impacto de diferentes
drogas sobre el cerebro de los adolescentes. Hemos hablado de alcohol y
cannabis, ¿qué ocurre, por ejemplo, con la nicotina?
Frances Jensen.
He mencionado antes la nicotina porque la uso como ejemplo de que hace una
generación o dos la gente tendía a fumar cigarrillos. Afortunadamente, los
cigarrillos ya no están tan extendidos, lo que es algo bueno, pero ahora hay
cigarrillos electrónicos, Juul y otros dispositivos para vaporear nicotina
que están extendiéndose enormemente, prácticamente mes a mes entre los
adolescentes. Entonces, ¿qué sabemos del efecto de la nicotina en el cerebro
adolescente? Se hicieron estudios hace años en animales, que demostraban que
la cantidad de zonas que se activaban en el cerebro al hacer que el animal
inhalara nicotina era muy superior en el animal adolescente que en el animal
adulto.También se observó que el efecto de la adicción, la plasticidad
sináptica, sucedía a un ritmo mucho más elevado. Nos preocupa mucho el
efecto de la nicotina sobre el cerebro adolescente. Resulta que la adicción
a la nicotina puede llevar a otras formas de adicción porque tu cerebro
aprende sobre la adicción en general, y eso también es un problema. Lo que
vemos ahora con los cigarrillos electrónicos es muy preocupante porque los
cigarrillos para vaporear, y no me refiero al Juul sino a los de vapor,
contienen cuatro veces más nicotina. Un cigarrillo normal contiene unos ocho
miligramos de nicotina, o de cuatro a ocho, y estos contienen más de doce en
cada calada. El Juul tiene hasta 50 o 60, es como fumarse un paquete entero
de cigarrillos con un solo Juul. Esto es como inyectar nicotina directamente
en estos cerebros y torrentes sanguíneos jóvenes, y lo que preocupa es que
se está vendiendo, y se vende con sabor a caramelo, sabor a algodón de
azúcar, tarta de fresa… todos estos sabores tan juveniles. Es algo que nos
preocupa mucho. Ahora mismo, la FDA en este país… He estado trabajando con
el ministro de salud y con un grupo de estudio para presentar un informe. La
FDA va a intentar hacerles responsables de a quién le están vendiendo esto y
a no anunciarlo, por ejemplo, como un producto con sabor a chicle para no
atraer a los jóvenes, ya que va a ser irresistible para ellos tener un
estímulo tan potente.
Zuberoa Marcos. Doctora
Jensen, me gustaría cambiar un poco de tema y hablar sobre todo lo que
sabemos acerca del cerebro adolescente y cómo podemos usarlo en un contexto
educativo. Usted ya ha mencionado varias veces una de las ideas, y es
sorprendente porque va contra la percepción que tenemos de los adolescentes
de que son máquinas de aprender.
Frances Jensen.
Sí, son máquinas de aprender, pero es divertido porque asumen muchos
riesgos, duermen poco, experimentan con drogas… Todo ello atenta contra este
proceso de aprendizaje, contra esta habilidad de nuestras sinapsis de,
literalmente, poder usarlas una y otra vez en un proceso de aprendizaje ya
que son muy buenas en ello. Toda la maquinaria, todas las proteínas
necesarias para crear una sinapsis aparecen en mayor número en el niño y el
adolescente que en el adulto. Así que están en esta etapa ideal para
aprender, pero si nos fijamos en su estilo de vida, hacen todo lo que pueden
para contrarrestar ese proceso. Lo bueno es que en este periodo están en el
colegio, eso está bien, y están aprendiendo. Nos gustaría pasar algo de esa
información de la que hablaba antes, para decirles que estas cosas
interfieren con lo que están haciendo en el colegio, que es aprender, y
también fuera del colegio, porque estás aprendiendo habilidades sociales y
otro tipo de actividades extracurriculares.¿Qué pueden hacer además de no
drogarse, beber alcohol o fumar cannabis? Hay otras cosas que surgen como la
privación del sueño. La privación del sueño, como he mencionado antes,
también bloquea ese proceso. El exceso de cortisol, el estrés, reducirán su
capacidad de crear plasticidad sináptica. Esto ocurre con el estrés, pero la
privación del sueño es una forma de estrés. Entonces, tenemos estudios que
nos muestran que son más vulnerables a la falta de sueño. Pero, primero, hay
una cosa importante y es que sus relojes, sus ritmos circadianos, son
diferentes durante esta etapa del desarrollo. Puede que te preguntes por qué
los adolescentes duermen hasta mediodía los domingos. ¿Es porque son vagos?
No son vagos, están recuperando sueño. No son capaces de irse a dormir
pronto como los adultos, su biología les hace irse a dormir tarde. Y esto es
un problema cuando tienes que levantarte a las 6 de la mañana para ir a
clase.
Frances Jensen.
Entonces, ¿qué ocurre? Cuando nos vamos a dormir, se segrega una hormona
llamada melatonina en nuestro cerebro y hace que gradualmente se relaje y
podamos dormir. La mayoría de los adultos comienzan a segregarla alrededor
de las ocho o las nueve de la noche, y a las once ya estás adormilado.
Bueno, los humanos adolescentes, en realidad en todos los mamíferos
adolescentes como los gatos y los perros, atraviesan una fase en la que la
melatonina tarda mucho más en ser segregada, alrededor de las once de la
noche. Entonces, tenemos a un adolescente que intenta estudiar, pero todas
las luces están encendidas, está híper estimulado, y además no puede dormir.
Se va a dormir muy tarde, pero aun así les despertamos a las seis o las
siete de la mañana, que es lo mismo que despertar a un adulto a las tres de
la mañana. Pídele a un adulto que haga un examen normalizado, o un examen
del colegio o algo muy riguroso en ese momento. Sería algo nada razonable,
pero se lo hacemos a los adolescentes todos los días.Les despertamos en el
ciclo de sueño equivocado y están arrastrando la falta de sueño de forma
crónica. Hay estudios que demuestran que los jóvenes que están en el extremo
del cronotipo, que es como se llama a observar los resultados de sus
exámenes y las notas que sacan. Vemos que sacan malas notas por la mañana,
pero muy buenas notas a primera hora de la tarde en el mismo examen. Sabemos
que este ritmo causa efectos en su aprendizaje y en su capacidad de hacer
exámenes, así que creo que esto es algo que los colegios deberían tener en
cuenta. Hemos hablado mucho de la hora de inicio en los colegios y no es
práctico para la mayoría de distritos escolares esperar hasta las nueve o
las diez de la mañana para empezar las clases, porque los padres tienen que
trabajar y la vida continúa. Pero sí podemos pensar en cómo empiezan el día,
con qué empieza su mañana. ¿Es una clase de educación física, en vez de una
dura clase de cálculo o algo así? Y sé, por mi propia experiencia personal
como madre de adolescentes, que me hubiese encantado que hubieran puesto
primero una clase de estudio para ponerse al día con todas las cosas que no
pudieron hacerse la noche de antes por motivos organizativos. Sería
estupendo que pensáramos en la biología cuando planeamos la jornada escolar.
Zuberoa Marcos.
parte de ser estas “máquinas de aprendizaje”, también crean recuerdos que
duran más tiempo, ¿verdad?
Frances Jensen. Sí,
y esto se debe a la química del aprendizaje. Es mucho más potente, todas las
proteínas están ahí y por eso de pequeño recuerdas las cosas tan bien y se
va haciendo cada vez más difícil. Generan recuerdos más permanentes, si
queremos llamarlos así, que un adulto. Los adultos también pueden aprender,
podemos hacer lo mismo, solo que tenemos que hacerlo muchas más veces para
poder ejercitar el conjunto de sinapsis involucrado en la tarea, muchas más
que un adolescente o un niño. En los niños es aún mejor que en los
adolescentes, sabemos que un niño puede aprender dos o tres idiomas
perfectamente en la infancia media. Un adulto no puede hacerlo, así que esto
es otro ejemplo de la gran ventaja que tiene un cerebro joven para aprender
con respecto a uno más viejo. Pero puedes aprender durante toda la vida, lo
único es que tienes que esforzarte un poco más.
Zuberoa Marcos.
¿Y qué sucede con el CI? Usted ha mencionado anteriormente que uno de los
descubrimientos de la neurociencia es que el CI de una persona no es fijo,
sino que cambia con el tiempo, y eso tiene enormes usos para la educación.
Mi
mensaje a los adolescentes es: “cuidad de vuestro cerebro ahora y él cuidará
de vosotros después” (Frances Jensen)
Frances Jensen. Los
tiene, y creo que, sobre todo, para la educación secundaria, debido a que la
mayor parte de nuestro conocimiento anterior nos dice que esto cambia en los
primeros años de vida, y sabemos con seguridad que los programas de
intervención temprana para niños pequeños con dificultades son muy
efectivos. Se puede revertir y se puede trabajar en fortalecer sus
debilidades. Creo que se ha subestimado la capacidad para hacer esto de
nuevo durante el periodo de la adolescencia, y también creo que hay un
momento muy importante, entre los 14 y los 16, para entender realmente si
alguien tiene un problema de aprendizaje, si tiene debilidades o dónde están
sus fortalezas, porque todavía hay tiempo para sacar provecho de volver a
entrenar tu cerebro para corregir tus debilidades o, al menos, mejorarlas.
También es posible afinar una habilidad y ser capaz de dominar algo de forma
mucho más eficiente que si eres un adulto y te pones manos a la obra en
ello.Creo que el desarrollo curricular debería tener eso en cuenta y
desearía que los programas de aprendizaje fueran individualizados para cada
persona, porque cada uno es diferente y cada uno tiene diferentes fortalezas
y debilidades, nadie es el mejor en todo, y este sería el momento de
encontrar estas cosas y trabajar en ellas.
Zuberoa Marcos. odas
estas ideas son estupendas, pero estoy pensando en el profesor, cada día, en
clase con este grupo de adolescentes. ¿Qué pueden hacer con todo este
conocimiento nuevo que tenemos de la neurociencia? ¿Cómo nos puede ayudar a
guiar a los adolescentes? Porque tienen que guiarles, ayudarles a crecer,
tener una buena educación…
Frances Jensen.
Una parte de ello es contarles más acerca de lo que sabemos que ocurre en
sus cerebros, y de que no deberían dar nada por hecho. Todos damos cosas por
hecho y probablemente los adolescentes asumen muchas cosas: que son
inmortales, que tienen todo el tiempo del mundo, que las habilidades que
tienen las tendrán siempre, y años más tarde te das cuenta de que esas
suposiciones seguramente no fueran correctas. Pero, simplemente, decirles
que esta etapa en la que están y las debilidades que vienen con ella, ya
sabes: correr riesgos, susceptibilidad, incremento de susceptibilidad y las
emociones, la susceptibilidad a la presión del grupo… pero al mismo tiempo
tienen fortalezas y pueden mejorar algunas de las debilidades que tienen, si
tienen un problema de aprendizaje se les da mal una materia en concreto o un
deporte, probablemente, si sienten que necesitan mejorar en esa materia o
practicar ese deporte, este es el momento para trabajar en ello.Creo que
esto requiere una mayor individualización del programa de aprendizaje.
Todavía no hemos llegado allí en la mayoría de distritos escolares o
sistemas escolares. Creo que con la tecnología de la información o la
inteligencia artificial inventaremos formas para personalizar la experiencia
de aprendizaje de cada cerebro, por así decirlo. Tienes una clase de alumnos
de 15 años y puede que algunos tengan ciertas dificultades en el desarrollo
y no tengan muchas conexiones con el lóbulo frontal, y otros van muy por
delante, y les estás enseñando exactamente lo mismo. Eso no es razonable.
Tenemos que encontrar mejores formas de hallar cuál es el momento adecuado
para enseñar cálculo o idiomas. “¿Está este cerebro listo para esto? ¿Qué
tenemos que hacer?”. Y creo que ese momento no está demasiado lejano,
gracias a la inteligencia artificial, las aplicaciones y las formas de
interactuar de forma individualizada con algoritmos. Creo que va a suceder y
va a ser muy interesante.
Zuberoa Marcos.
Nos presenta un tema que es controvertido porque si presentamos la
tecnología aquí, probablemente los adolescentes estén más expuestos a la
tecnología que ninguna otra generación, y es imposible sacarlos de la
tecnología, no puedes decirle a un adolescente que guarde su teléfono. ¿Cómo
podemos hacer que esta relación entre la tecnología y el cerebro en
desarrollo sea algo beneficioso?
Frances Jensen.
Este es un problema muy nuevo y tenemos herramientas para analizar este
problema, pero los estudios están incompletos. No hay estudios definitivos
acerca de cuántas horas de redes sociales o de conexión a internet
deberíamos tener al día. Sin embargo, se sabe que en los niños se ha
demostrado que antes de los 18 meses de edad pasar más tiempo delante de la
pantalla e interactuar con dispositivos digitales y redes sociales reduce la
capacidad del niño más adelante, en la infancia media, de establecer
contacto visual o leer el lenguaje corporal. La Academia Americana de
Pediatría ha recomendado a los padres que no se les ponga una pantalla
delante antes de los 18 meses, en los Estados Unidos. ¿Tendremos algo
similar para los adolescentes? Quizá, la ciencia lo dirá, pero es mucho más
fácil ver a un niño de los cero a los cinco años que de los cero a los
veinticinco, va a llevar mucho tiempo realizar ese estudio para descubrirlo.
Mientras tanto, sabemos que no se lo podemos quitar, pero sí sabemos algo
importante sobre el aprendizaje, y es que al cerebro humano no le gusta que
lo distraigan cuando está aprendiendo. Se han hecho muchos estudios acerca
de todo esto de la multitarea. Claro, los adolescentes son expertos en
multitarea, pueden hacer diez cosas a la vez. Pueden estar escribiendo sin
mirar con su iPhone y escribir mensajes mientras ven otra cosa. Se rodean a
sí mismos con estímulos de todo tipo, la mayoría digitales, mientras están
en casa intentando leer a Shakespeare, leer un ensayo o incluso escribirlo.
Lo que sabemos por los estudios es que al analizar las curvas de aprendizaje
en este periodo, de estos maestros digitales que son los adolescentes de
esta población, se demostró que si se les pide que hagan una tarea su curva
de aprendizaje… Si les distraes durante la fase de memorización, en vez de
en la fase de repaso para el examen, si se les distrae durante la fase de
memorización, su capacidad de aprendizaje disminuye en gran medida.
Frances Jensen.
Incluso si les distraes durante la fase de repaso, es inferior a cuando no
tienen distracciones. Es decir, el cerebro totalmente centrado es mucho más
eficiente que el cerebro distraído. Ese es un mensaje tremendo, pero es muy
complicado porque tenemos la impulsividad de: “Tengo que consultar mi correo
electrónico, tengo que hacer esto”. Ya es bastante malo en adultos, y
probablemente sea casi imposible en adolescentes. Creo que hay aulas donde
no se permite la conexión a internet durante la clase, pero tenemos que
enseñarles a utilizar internet. Porque, claro, ellos son máquinas de
información y son capaces de aprender muy rápido. Esta es una gran forma de
obtener información muy rápido y probablemente esté acelerando su
aprendizaje en formas fantásticas. Pero, al mismo tiempo, podría tener
efectos muy negativos. De nuevo, todavía no lo sabemos, tenemos que avanzar
con mucho cuidado y el problema es que la tecnología no avanza con cuidado,
sino que se mueve a toda velocidad. Todos nos hacemos estas preguntas. Una
cuestión es cuál es el efecto de las redes sociales en la salud emocional
del adolescente y cuál es el efecto de todos estos videojuegos, que en
realidad también forman parte del circuito de las adicciones, puedes
volverte adicto a los videojuegos más rápidamente que un adulto. Y también,
el hecho de estar solo con pantallas provoca una forma de aislamiento
social, quizá no como en los bebés de 18 meses, pero puede que afecte, quizá
por el hecho de no tener que llamar a nadie o hacer preguntas a la gente en
persona, sino que se hace todo mediante mensajes. Nos hace preguntarnos si
están adquiriendo práctica a la hora de comportarse en sociedad en este
periodo tan crítico del desarrollo social que es la adolescencia, ¿verdad?
Creo que es muy importante pensar en ello.
Zuberoa Marcos.
Para finalizar la entrevista, me gustaría que compartiese con nosotros dos
mensajes, puede ser el mismo, pero me gustaría que compartiese un mensaje
para los profesores y otro para los padres.
Frances Jensen.
Mi mensaje para los profesores es que espero que sigan estando conectados
con los estudios que están surgiendo acerca del cerebro adolescente, porque
esto es ciencia real y los profesores están provocando plasticidad sináptica
en sus estudiantes, están haciendo experimentos científicos con sus
estudiantes a diario. Están lidiando con un cerebro en crecimiento y que
está aprendiendo. Deben ser conscientes del profundo efecto que el colegio
tiene sobre el cerebro adolescente y su papel, en el que han de ser
observadores neutrales de la salud emocional del adolescente. Y ser capaces
de, quizá, comunicarse con los padres o con otros adultos en la vida del
adolescente si les preocupa, por ejemplo, que se esté manifestando una
enfermedad mental. Veo el papel de los profesores como alguien que ayuda a
formar estos cerebros, y deberían ser conscientes de ello y ser creativos al
respecto. Recordando que los adolescentes necesitan de mucha estimulación,
pueden aprender muy rápido. A los padres, me gustaría decirles que intenten
aprender lo suficiente sobre lo que sucede en esta etapa del desarrollo del
cerebro para que lo comprendan y lo respeten. Todos deberíamos respetarlo,
los profesores también, creo que no debemos tratar con desdén a los
estudiantes porque esto crea una relación muy mala y no es apropiado. Ayudar
a los adolescentes a que se exploren a sí mismos, están ansiosos de
descubrir por qué hacen esas cosas. Quieren saber por qué hicieron eso tan
malo el pasado sábado por la noche. Creo que les aliviaría saber que hay
algo biológico detrás de eso. También para los padres debería ser un alivio,
de alguna forma, saber que no es que sean malos padres porque su hijo
adolescente esté haciendo esas cosas, sino que es la biología en acción. Por
ello, que cuenten hasta diez e intenten dejarse llevar menos por las
emociones y alejarse menos de su hijo adolescente. Mi último consejo sería
para los propios adolescentes. Es una época muy importante. Ninguna otra
generación de adolescentes en la historia de la humanidad hasta ahora ha
conocido o ha tenido acceso a tanta información sobre esta etapa tan
especial del cerebro como ahora. Que utilicen esta información para pensar
en que pueden hacer de este el mejor periodo de su vida gracias a su cerebro
y su capacidad de aprender, que sepan que tienen debilidades y que acudan a
los adultos que les rodean para que les ayuden a tomar decisiones cuando lo
necesiten.
Finalizaría diciendo de nuevo a los adolescentes:
“Cuidad vuestro cerebro ahora y él cuidará de vosotros después”.
“La
adicción es una forma de aprendizaje que se encuentra en el circuito de las
recompensas” (Frances Jensen)
Zuberoa Marcos.
Doctora Jensen, muchísimas gracias.
Frances Jensen. Gracias.
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