PRODENI

Ir a la Página principal

En escrito entregado en 2017 a la presidencia de la Unión Europea piden moratoria al despliegue de la quinta generación de telecomunicaciones (5G)

¿REACCIÓN HASTA EL MOMENTO PRESENTE?: NINGUNA


 

ECOLOGISTAS EN ACCIÓN

https://www.ecologistasenaccion.org/36025/contaminacion-electromagnetica-un-enemigo-invisible/

 

5G. Contaminación electromagnética, un enemigo invisible

Estudios científicos alertan de las posibles consecuencias de la tecnología 5G, mientras las compañías se lanzan a la expansión de nuevos aparatos. Organismos internacionales piden prudencia ante los efectos de los campos electromagnéticos.

Comisión de Electromagnetismo de Ecologistas en Acción. Revista Ecologista nº 95.

Contaminación electromagnética. Nos suena difuso, lejano. Sin embargo, junto con el cambio climático, quizás sea uno de los desafíos ambientales más graves e inmediatos a los que se deba enfrentar nuestra generación.

Han hecho falta más de doscientos años para que los científicos empiecen a hablar de cambio climático. Sin embargo, apenas treinta años después de que se produjera la explosión de las tecnologías inalámbricas ya se han realizado treinta resoluciones firmadas por cientos de científicos y médicos independientes que están alertando de que estas tecnologías, “en niveles miles de veces por debajo de las directrices legales actuales”, son extremadamente dañinas para toda clase de vida [1].

Las principales fuentes de campos electromagnéticos son los teléfonos móviles o inalámbricos, el wifi, las antenas de telefonía, las líneas transporte eléctrico, los transformadores y una amplia gama de electrodomésticos

Hipersensibilidad electromagnética

Dos mil artículos científicos revisados por pares hablan de cáncer, estrés celular, radicales libres dañinos, daños genéticos, cambios estructurales y funcionales del sistema reproductivo, déficit de aprendizaje y memoria, trastornos neurológicos… Piden reiteradamente que se aplique el principio de precaución antes de que se produzca una “pandemia mundial” y reclaman a la Organización Mundial de la Salud (OMS) y a Naciones Unidas que se creen comités de expertos independientes que estudien posibles soluciones.

Reclaman que se reconozcan la electrohipersensibilidad y la sensibilidad química múltiple como dos manifestaciones de una única patología. E instan a la UE a detener el despliegue de la tecnología móvil de 5ª generación (5G)hasta que se demuestre que no perjudicará a niños, bebés y fetos, pues los actuales 2G, 3G, 4G y el wifi ya están ocasionando graves daños no solo en seres humanos sino también en árboles, huevos, pájaros, abejas y animales salvajes [2] [3] [4] [5].

El Parlamento Europeo en 2009 y el Consejo de Europa en 2011 también reclamaron la aplicación del principio de precaución en sendas resoluciones. El primero apunta un asunto clave: las compañías aseguradoras ya están aplicando su propio principio de cautela al excluir, de las pólizas de responsabilidad civil que contratan con las operadoras, los posibles daños para la salud de los campos electromagnéticos [5].

El Consejo de Europa aconseja bajar los niveles de intensidad actualmente permitidos (41 V/m) a 0,6 V/m, a medio plazo, y a 0,2 V/m, a más largo plazo. También pide que se creen zonas blancas libres de ondas, que se sustituya el wifi por el cable en las escuelas o los inalámbricos por teléfonos con cable, o que se informe sobre la tasa de radiación y los riesgos para la salud en las cajas de los móviles (un móvil con datos puede tener picos mayores de 6 V/m) [6].

Reacciones de la industria

Las compañías de telecomunicaciones han sido extremadamente hábiles. Por un lado, antes de que organismos internacionales y gobiernos los formaran, han constituido sus propios “comités de expertos”, con científicos directa o indirectamente relacionados con industrias eléctricas, de telecomunicaciones o de seguros.

Este es el caso de la Comisión Internacional sobre Protección Frente a Radiaciones No Ionizantes (ICNIRP), una organización privada, que determinó los niveles de intensidad ahora permitidos (a partir de la consideración de los efectos térmicos a corto plazo únicamente, y no de los efectos biológicos que producen las exposiciones crónicas), que sirven de referente a la OMS, la Organización Internacional del Trabajo (OIT) y a los gobiernos.

También del comité científico para el estudio de los nuevos riesgos para la salud, el SCENIHR, referente para la Unión Europea, con algunos de sus miembros denunciados por conflicto de intereses por sus vínculos con la industria de las telecomunicaciones [7].

O, en España, del Comité Aientífico Asesor en Radiofrecuencias y Salud (CCARS) que depende del Colegio de Telecomunicaciones, donde uno de sus miembros presidió una cátedra de Telefónica en la Universidad de Oviedo, otro preside la cátedra del colegio de ingenieros de telecomunicaciones de la Politécnica de Madrid y otro ha sido asesor biomédico del SATI, financiado por empresas de telecomunicaciones.

Intereses de los medios de comunicación

Por otro lado, las compañías de telecomunicaciones se han convertido en accionistas de grupos como Prisa y financian la mayoría de los medios de comunicación a través de la publicidad.

Paralelamente se han constituido lobbies, que no se declaran como tal –en España no existe una ley que los regule–- sino como ONG escépticas, defensoras de “la verdad científica”. Sus miembros, muchos de ellos periodistas, solo citan en sus artículos los informes de los comités anteriormente mencionados, silencian las resoluciones institucionales y científicas que no les interesan, realizan intensas campañas cada vez que se celebra un juicio -–ya se han ganado varios en Europa y España que conceden incapacidades totales a personas electrohipersensibles– o recogen con gran despliegue informativo los informes del CCARS.

Los gobiernos, por su parte, parecen legislar al dictado de las empresas. La Ley de Telecomunicaciones española eliminó la obligatoriedad de obtener licencia ambiental municipal, única herramienta de protección de la salud pública de la que disponían los Ayuntamientos, para sustituirla por una “declaración responsable” ¡de las propias compañías interesadas!

Hace unos meses el CCARS, acompañado por un secretario de Estado y en un salón del Ministerio de Industria, presentó su Informe sobre Radiofrecuencias y Salud 2013-2016 [8], que se entregó a la directora general de Salud Pública (por cierto, el CCARS se autopostuló para formar el Comité asesor sobre radiofrecuencias y salud previsto en la Ley de Telecomunicaciones de 2014). Sus conclusiones afirman que estas tecnologías son inocuas para la salud y que quien afirma ser electrohipersensible sufre un trastorno psiquiátrico que debe ser tratado con terapia.

Fuentes de campos electromagnéticos son los teléfonos móviles o inalámbricos, el wifi, las antenas de telefonía, las líneas transporte eléctrico, los transformadores y una amplia gama de electrodomésticos

Al analizar su contenido se detectan, sin embargo, graves defectos de metodología, forma y fondo que cuestionan su credibilidad e independencia. Hablamos de temas tan graves como manipular y tergiversar el abstract de artículos científicos, la inconsistencia total entre el contenido del estudio y sus conclusiones o la eliminación de artículos científicos que aparecen utilizando sus propios criterios de búsqueda y que contradicen sus tesis.

Científicos como Martín Pall, Chiara De Luca o Dominique Belpomme, entre otros, demuestran la existencia de graves daños celulares, metabólicos o neurológicos en personas electrohipersensibles con pruebas objetivas (encefaloescaner, marcadores genéticos y biológicos). Otros estudios apuntan que el daño se extiende a toda la población y a toda clase de vida [9].

Un enemigo invisible

El impacto de estas tecnologías sobre la salud puede ser mayor que el del tabaco. El 100 % de la población o las utiliza o, en todo caso, sufre pasivamente sus efectos, incluso en su propia casa. Las compañías aseguradoras no se responsabilizan de los daños que ocasionen. Y, en una huida hacia delante de imprevisibles consecuencias, no se reconoce que el problema existe y se siguen desplegando sin ningún tipo de prevención. El doctor Pall explica que no se trata de prescindir de estas tecnologías, sino de racionalizar su uso y de investigar para mitigar sus efectos adversos.

Sin embargo, la ciudadanía, totalmente enganchada a las tecnologías inalámbricas y completamente ignorante, no solo no se preocupa ni ocupa del asunto, sino que demanda cada vez más conexión, más rapidez, más potencia. Lo que no sale en los medios de comunicación no existe. Y lo que no se conoce, no se reconoce. Ya se ocupan algunos de que así sea.

Un laboratorio vivo

Al cierre de esta edición, una noticia traía a primer plano nuestra preocupación sobre el tema de la contaminación electromagnética. A finales de enero, Telefónica anunció [10] su intención de iniciar ya el despliegue de la quinta generación de tecnología inalámbrica de telecomunicación, el llamado 5G. Las ciudades “elegidas” para realizar lo que la propia compañía define como un gran experimento al catalogarlas como “un gran laboratorio vivo de las capacidades del 5G” sonSegovia y Talavera de la Reina (Toledo), que durante tres años (2018-2020) verán desplegarse la nueva red.

Asistimos a una nueva vuelta de tuerca del tornillo tecnológico, que parece tener bula para la expansión ilimitada, sin que las administraciones den garantía de inocuidad para la salud. Este proyecto se ha decidido sin que la ciudadanía tenga información. Lo único que se ha dicho es el ‘privilegio’ que supone disfrutar de “servicios turísticos con realidad virtual y aumentada, automatización y digitalización de los procesos industriales, masificación del Internet de las cosas, telemedicina, gaming en movilidad o control remoto de drones”.

Parece que todo son ventajas y servicios de primera necesidad, ante los cuales queda en nada la sospecha de que aumentar la exposición obligada a nuevas frecuencias e intensidades de radiofrecuencia pueda provocar afecciones a la salud. El principio de precaución es un concepto molesto e inútil.

Notas

[2Informe Bioinitiative. http://www.bioinitiative.org/
[3Llamamiento internacional: Los científicos piden protección frente a la exposición a los campos electromagnéticos no ionizantes.https://EMFscientist.org.
[4Declaración Científica Internacional de Bruselas sobre electrohipersensibilidad y sensibilidad química múltiple, 2015.https://es.scribd.com/doc/279708910/Declaracion-Bruselas-2015-ES
[6Resolución del Parlamento Europeo, de 2/04/2009, sobre las consideraciones sanitarias relacionadas con los campos electromagnéticos. http://www.europarl.europa.eu/sides/getDoc.do?pubRef=-//EP//TEXT+TA+P6-TA-2009-0216+0+DOC+XML+V0//ES
[7Resolución 1815 (2011) de la Asamblea Parlamentaria del Consejo de Europa: Peligros potenciales de los campos electromagnéticos y sus efectos sobre la salud.http://avaate.org/spip.php?article2162
[9Informe sobre Radiofrecuencias y Salud (2013-2016). Comité Científico Asesor en Radiofrecuencias y Salud (CCARS)http://ccars.org.es/attachments/article/158/Informe%20CCARS%20Radiofrecuencia%20y%20Salud%202016.pdf

https://www.ecoportal.net/paises/efectos-salud-redes-5g/?fbclid=IwAR0Sd1nsb1sjVUhSGXpcKy1QrVJ-br-K5tDFNtEOEEj3YmxASDKOET6aQVM

 

Redes 5G: Científicos y médicos de 36 países, advierten de efectos graves en la salud

8 noviembre, 2017

Nosotros, los abajo firmantes, más de 180 científicos y médicos de 36 países, recomendamos una moratoria para el despliegue de la quinta generación de telecomunicaciones, 5G, hasta que los peligros potenciales para la salud humana y el medio ambiente hayan sido investigados por científicos independientes de la industria. La 5G aumentará notablemente la exposición a loscampos electromagnéticos (CEM) de radiofrecuencia (RF) respecto de la 2G, 3G, 4G, WIFI, etc. ya existentes. Los CEM de RF han demostrado ser perjudiciales para los seres humanos y el medio ambiente.

La 5G conduce al aumento masivo de la exposición obligatoria a la radiación inalámbrica

La tecnología 5G es efectiva sólo a corta distancia. Se transmite mal a través de material sólido. Se requerirán muchas antenas nuevas y la implementación a gran escala resultará en antenas cada 10 a 12 casas en áreas urbanas, aumentando así masivamente la exposición obligatoria.

Con “el uso cada vez más extenso de tecnologías inalámbricas”, nadie puede evitar exponerse. Debido a que añade un número creciente de transmisores 5G (incluso dentro de la vivienda, los comercios y los hospitales) estimándose de”10 a 20 mil millones de conexiones” (refrigeradores, lavadoras, cámaras de vigilancia, automóviles y autobuses, etc.) que serán parte del Internet de las Cosas. Todos estos factores pueden provocar un aumento sustancial de la exposición total a largo plazo a los ciudadanos de la UE.

Los efectos nocivos de la exposición a los CEM de RF ya están probados

Más de 230 científicos de más de 40 países han expresado sus “serias preocupaciones” con respecto a la omnipresente y creciente exposición a los CEM generados por dispositivos eléctricos e inalámbricos ya antes del lanzamiento adicional de la 5G. Se refieren al hecho de que “numerosas publicaciones científicas recientes han demostrado que los CEM afectan a los organismos vivos a niveles muy inferiores a las directrices internacionales y nacionales”. Los efectos incluyen aumento del riesgo de cáncer, estrés celular, aumento de los radicales libres dañinos, daños genéticos, cambios estructurales y funcionales del sistema reproductivo, déficit de aprendizaje y memoria, trastornos neurológicos e impactos negativos en el bienestar general de los seres humanos. Los daños van mucho más allá de la raza humana, ya que hay evidencia creciente de efectos nocivos tanto para los animales como para las plantas.

Después de que el llamamiento de los científicos fuera escrito en 2015, investigaciones adicionales han confirmado convincentemente serios riesgos para la salud de los CEM de RF de la tecnología inalámbrica. El mayor estudio del mundo, realizado por Programa Nacional de Toxicología (NTP) de EEUU (25 millones de dólares USA), muestra un aumento estadísticamente significativo en la incidencia de cáncer cerebral y cardíaco en animales expuestos a los CEM por debajo de los criterios de la ICNIRP (Comisión Internacional sobre Protección contra las Radiaciones No Ionizantes) seguidos por la mayoría de los países. Estos resultados apoyan los resultados en los estudios epidemiológicos humanos sobre la radiación de RF y el riesgo de tumor cerebral. Un gran número de informes científicos revisados entre pares (peer-reviewed) demuestran daños a la salud humana por los CEM.

La Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer (IARC), la agencia sobre el cáncer de la Organización Mundial de la Salud (OMS), concluyó que los CEM de frecuencias de 30 KHz a 300 GHz son posiblemente carcinógenos para los seres humanos (Grupo 2B). Sin embargo, nuevos estudios como el estudio NTP mencionado anteriormente y varias investigaciones epidemiológicas, incluyendo los últimos estudios sobre el uso de teléfonos móviles y los riesgos de cáncer cerebral, confirman que la radiación CEM de RF es cancerígena para los seres humanos.

La Guía EUROPAEM sobre CEM de 2016 establece que “existe una fuerte evidencia de que la exposición a largo plazo a ciertos CEM es un factor de riesgo para enfermedades como ciertos tipos de cáncer, enfermedad de Alzheimer e infertilidad masculina… Los síntomas comunes de EHS (hipersensibilidad electromagnética) incluyen cefaleas, dificultades de concentración, problemas del sueño, depresión, falta de energía, fatiga y síntomas similares a la gripe”.

Una parte cada vez mayor de la población europea se ve afectada por síntomas de salud que durante muchos años han estado relacionados con la exposición a campos electromagnéticos y la radiación inalámbrica en la literatura científica. La Declaración Científica Internacional sobre EHS y Sensibilidad Química Múltiple (MCS), Bruselas 2015, declara que: “Atendiendo a nuestro conocimiento científico actual,  de este modo, insistimos a todos los organismos e instituciones nacionales e internacionales, en particular a la Organización Mundial de la Salud  (OMS), a que reconozcan la EHS y la SQM como condiciones médicas verdaderas, las cuales,  actuando como enfermedades centinela, pueden crear un importante problema de salud pública en los próximos años en todo el mundo, es decir, en todos los países que aplican el uso ilimitado de las tecnologías con base en campos electromagnéticos inalámbricos y sustancias químicas comercializadas … La inacción es un costo para la sociedad y no puede seguir siendo una opción … reconocemos por unanimidad este grave peligro para la salud pública que  requiere  urgentemente  del reconocimiento  de  esta  condición  en  todos  los  niveles  internacionales,… y, por encima de todo, que se adopten y prioricen las medidas importantes de prevención primaria, para enfrentar esta pan-epidemia global en perspectiva”.

Precauciones

El Principio de Precaución (UNESCO) fue adoptado por la UE en 2005: “Cuando las actividades humanas pueden desembocar en un peligro moralmente inaceptable, científicamente posible pero incierto, se deben adoptar medidas para evitar o disminuir ese peligro”.

La Resolución 1815 (Consejo de Europa, 2011): “Tomar todas las medidas razonables para reducir la exposición a los campos electromagnéticos, especialmente a las radiofrecuencias emitidas por los teléfonos móviles, y en particular la exposición en niños y jóvenes, para quienes el riesgo de tumores de la cabeza parece mayor … la Asamblea recomendó la aplicación del principio ALARA (as low as reasonably achievable), es decir, el nivel tan bajo como sea razonablemente posible, teniendo en cuenta no sólo los llamados efectos térmicos, sino también los efectos atérmicos  [no térmicos] o biológicos de la emisión o radiación de campos electromagnéticos” y “mejorar los criterios de evaluación de riesgos y la calidad de la evaluación mediante la creación de una escala estándar de riesgos”.

El Código de ética médica de Nuremberg (1949) se aplica a todos los experimentos en seres humanos, por lo que incluye el despliegue de la 5G con la nueva exposición a los CEM de RF. Todos estos experimentos deben diseñarse y basarse “en los resultados obtenidos mediante la experimentación previa con animales y el pleno conocimiento de la historia natural de la enfermedad o del problema en estudio, de  modo  que  los  resultados  anticipados  justifiquen  la realización del experimento (….) No debe realizarse experimento alguno cuando hay una razón a priori para suponer que puede ocurrir la muerte o una lesión irreparable;   excepto, quizá, en los experimentos en los que los médicos investigadores son también sujetos de experimentación.” (Código de Nuremberg puntos 3 y 5). Los estudios científicos ya publicados muestran que hay “una razón a priori para suponer ” riesgos reales para la salud.

La Agencia Europea de Medio Ambiente (EEA) está alertando sobre “El riesgo de radiación de los dispositivos de uso cotidianos”, a pesar de que la radiación esté por debajo de las normas de la OMS / ICNIRP. La AEMA también concluye: “Existen numerosos ejemplos en el pasado que por no utilizar el principio de precaución, condujeron a serios perjuicios, y a menudo irreversibles, sobre la salud y sobre el medio ambiente… las exposiciones nocivas podrían extenderse antes de que existan evidencias «categóricas» por las exposiciones a largo plazo, así como de una comprensión biológica  [mecanismo] del daño que puedan causar”.

 “Las Directrices de Seguridad” protegen a la industria, no a la salud

Las actuales “directrices de seguridad” de la ICNIRP están obsoletas. Todas las evidencias de daño mencionadas anteriormente surgen aunque la radiación esté por debajo de dichas “directrices de seguridad” de la ICNIRP. Por lo tanto, son necesarias nuevas normas de seguridad. La razón de las directrices engañosas es que “el conflicto de intereses de los miembros de la ICNIRP, debido a sus relaciones con las industria de las telecomunicaciones o de las eléctricas, socavan la imparcialidad que debe regir la regulación de las Normas de Exposición Pública para las radiaciones no ionizantes … Para evaluar los riesgos de cáncer es necesario incluir científicos con competencia en medicina, especialmente en oncología”.

Las actuales directrices de la ICNIRP / OMS para EMF se basan en la hipótesis obsoleta de que “el efecto fundamental de la exposición a los CEM de RF de relevancia para la salud y la seguridad humanas es el calentamiento del tejido expuesto”. Sin embargo, los científicos han demostrado que muchos tipos diferentes de enfermedades y efectos nocivos se producen sin calentamiento (“efecto no térmico”) a niveles de radiación muy por debajo de las directrices de la ICNIRP.

Actualizaremos la lista de firmantes hasta finales de 2017. Podrás ver la lista actualizada AQUÍ.

Este te llamamiento fué enviado el 13 de septiembre de 2017 a la Comisión Europea (ver Carta). El grupo de coordinación de la PECCEM colabora en la difusión de este llamamiento. Descarga pdf en castellanoingléssuecofrancés, italiano, …