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El Jardinero de Estrellas

Autor: Roberto Gallego

Editorial: Ediciones Oblicuas

Año: 2016

 

Novela benéfica en la que colabora la Organización No Gubernamental Save the Children quien trabaja incensamente en la lucha, protección y desarrollo de los niños y las niñas, y quien recibirá de manera directa 1euro por cada ejemplar vendido.

 

 


Paréntesis

http://parentesisplus.com/2016/05/21/roberto-gallego-presenta-su-novela-el-jardinero-de-estrellas/

Roberto Gallego presenta su novela El Jardinero de Estrellas

 FOTO. MATADERO

Ese hombre de ninguna parte que le canta a las estrellas

<<La mejor manera de escribir es desnudo>>

Hacerle una entrevista a Roberto Gallego es como reencontrarse con un viejo amigo, con uno de esos cómplices de la infancia que no hace falta ver demasiado para que continúe inquebrantable el lazo de camaradería y buena onda que se tejió hace años. El 4 de junio estrena novela, tan esperada como excelente; la cual, no me resistí a devorar en dos madrugadas y en donde aún palpitan en mi frente capítulos como Prohibido decir: aburrimiento, o Saber que se puede, querer que se pueda.

Me cita en el Café Teatro de El Matadero. 22:00 pm. Madrid.

P.J: Traes novela nueva bajo el brazo, ¿qué sientes?

R.G: Mariposas en el estómago. (Risas)  La verdad es que estoy muy emocionado con este proyecto, es maravilloso.  ¡Estoy disfrutando tanto! Mi intención con El jardinero de estrellas, ojalá, es retomar la pluma de autores como Roald Dahl y hacer que mi Julietta, la protagonista de la historia, se convierta en la Matilda del siglo XXI.

P.J: Apuntas alto.

R.G: Claro, a las estrellas. De ahí el título. Paso a paso se llega al infinito.

P.J: ¿Me podrías definir el libro en tres palabras?

R.G: ¿En tres? Uhm… Es un libro positivo, didáctico y necesario.

P.J: ¿Por qué es necesario?

R.G: Vivimos unos tiempos de escasez moral en los que es indispensable que alguien nos inyecte una dosis de  vitalidad, una descarga de adrenalina, y eso es lo que humildemente pretendo hacer yo con mi historia: ser una especie de bálsamo literario o de bote salvavidas. Es demasiado gris la realidad que vemos a diario por la televisión, demasiado insípida, demasiado opaca, y considero que hace falta, con extrema urgencia, que alguien encienda una antorcha.

P.J: Tengo entendido que el proceso de documentación es el más pesado de la fase creativa; ¿cómo haces tú para llenarte de datos?

R.G: Para mí no es, ni mucho menos, una fase pesada, y ni tan siquiera me atrevería a decir que es una fase consciente que yo domine. Como bien sabes soy un adicto a los viajes, a hacer y deshacer maletas, y el escenario donde se va entrelazando El jardinero de estrellas cabalga entre Madrid, París e Italia, con referencias a Perú y al mapa del cielo, las constelaciones. Luego, después de retener en la retina mil atardeceres, vivencias y paisajes, lo que hago es encerrarme en mi cuarto y dejar fluir la tinta; la mejor manera de escribir es desnudo, sin prejuicios.

P.J: Además, la novela tiene fines benéficos.

R.G: Sí, tengo la enorme suerte de servir de herramienta de enlace para ayudar a los más desfavorecidos gracias a la escritura. En este caso con la maravillosa colaboración de la ONG Save the Children una parte de los beneficios del libro se destinará a sus labores de protección y desarrollo de los Derechos de la Infancia. El bullying, el fracaso escolar, la pobreza infantil, todo eso se tiene que erradicar ya. ¿Y el abuso sexual sobre menores? Por favor, sobre eso no tengo palabras. A los afectados les envío todo el cariño y toda la fuerza del mundo, y a los culpables… a los culpables mi más asqueroso pésame y mi cólera. Cien años de soledad son pocos para ellos.

P.J: ¿Y sobre la próxima representación artística, que se estrenará en el Círculo de Bellas Artes, qué me puedes adelantar?

R.G: Pues te puedo adelantar poco, porque sino rompería el hechizo de la sorpresa y yo soy un amante de la incertidumbre. Lo que sí puedo decir es que es un espectáculo lleno de magia, emotivo, profundo, delicado, y con unas gotas de buena energía que, aunando danza, música y teatro, va a fascinar al público. Tengo conmigo a los mejores.

P.J: Me juraste por teléfono que media entrevista no iba a ir dedicada a agradecimientos.

R.G: Te mentí. (Risas) Entiéndelo, es que soy un afortunado de tener a mi lado a gente tan estupenda y  profesional. Sin ellos todo esto hubiera sido imposible. No me mates, pero tengo que nombrarlos: Sara Martínez Prada, Rubén Valdés, Álvaro Siles, Rosa Blanco Campos, Luz Vega, Nuria Luna y mi Marya Maga. Y, por supuesto, también el director editorial de Ediciones Oblicuas, Alberto Trinidad. Todo un equipazo.

P.J: ¿Alguna sorpresa más?

R.G: ¡Por supuesto! Love is in the air! Aparte se está preparando un espectáculo íntimo y gamberro para salas más pequeñas con mi camarada Sergio Vivar; un maestro; la primera parada es en el gastrobar-librería El dinosaurio todavía estaba allí. Pero es un secreto, no se lo digas a nadie.

P.J: ¿Cuándo duermes?

R.G: Cuando no me quedan más fuerzas para soñar; que es casi nunca. Queda tanto por hacer….

P.J: Te deseo la mejor de las bendiciones, Gallego; es una verdadera apuesta la que haces fusionando artes tan complejas. Estoy seguro que el día 4 llenarás la Sala de Columnas, segurísimo. Y en todos tus eventos futuros también.

R.G: Muchas gracias, compadrito. Yo también te deseo mucha, mucha suerte con las elecciones del 5 de junio. Ay mi México…

P.J: ¿Qué opinas, por cierto, al respecto?

R.G: Pues creo que, desgraciadamente, en los defectos, México y España se parecen demasiado; somos dos países sin cura.

P.J: ¿No existe la magia para los políticos?

R.G: La magia sí; de hecho son capaces de hacer desaparecer misteriosamente cuentas de ahorro y que sin explicación alguna flamantes Jaguar amanezcan en sus garajes; lo que, a veces, parece que no existe para ellos es el sentido común y la decencia.

P.J: Roberto, la entrevista está llegando a su fin.

R.G: ¿Ya?

P.J: Sí; así te obligo a concederme otro reportaje.

R.G: Cuenta con ello, güey. ¿Cerramos el trato con un tequila?

(Más risas)

♠Paréntesis