MANUEL MORENO
| Publicado: 29/4/2015

Los niños españoles pasan, de media, más de dos horas
conectados a Internet al día. / Shutterstock
Cada vez
accedemos antes a Internet y a las redes sociales. Lo
hacemos incluso cuando todavía no tenemos uso de razón.
Según un informe que acaba de publicar la
Academia Americana de Pediatría, uno de cada tres bebés
de menos de un año ya ha tenido en sus manos un teléfono
móvil o una tableta.
Son los padres los
responsables de colocar un dispositivo móvil con conexión a
Internet al alcance del pequeño. El objetivo, en la mayor
parte de los casos, es entretener al crío con imágenes en
movimiento, vídeos o dibujos animados. Cuando crecen un poco
más, en el caso de los niños de entre 2 y 4 años, se busca
su interacción con juegos educativos y contenidos que
contribuyen a su formación.
Este
acceso prematuro a las nuevas tecnologías convierte a los
niños españoles en los que más utilizan Internet en Europa.
Casi cuatro millones de pequeños entre 4 y 16 años pasan, de
media, más de dos horas al día conectados a la red o
utilizando el ordenador para jugar.
De hecho, en España
solo un 65% de la población utiliza Internet, una tasa muy
inferior a la media europea, que alcanza el 72%. Sin
embargo, entre los adolescentes de 10 a 15 años el
porcentaje de uso es mucho más elevado: una media del 92% se
conecta habitualmente a Internet.
¿Por qué ocurre esto?
Por una parte, se puede citar el aumento del número de
dispositivos con conexión a Internet en cada hogar (3,64
gadgets de media por domicilio), mientras que también existe
una mayor permisibilidad de los padres, que en muchas
ocasiones utilizan la tecnología como elemento para distraer
a los más pequeños en lugar de fomentar su uso con un fin
educativo.
No recibir una
adecuada educación sobre el uso de Internet puede llevar a
los menores a pasar conectados más tiempo del recomendable o
a tener acceso a contenidos online no adecuados
para su edad. Incluso a quedar con personas desconocidas o a
sufrir algún tipo de acoso online.
Para evitar que esto
ocurra, los padres deberían fomentar el consumo responsable
de Internet y las nuevas tecnologías entre sus hijos. Por
eso es conveniente tomar unas medidas de seguridad -como las
10 que recomendamos- que conviertan la experiencia
online de los pequeños en lo más satisfactoria posible:
-
1. ¿Sabes desde qué gadgets se
pueden conectar tus hijos a Internet? Es
importante hacerse esta pregunta y revisar las
funcionalidades de todos los equipos electrónicos que hay
en el hogar. Con la popularización del Internet de las
cosas, muchos artículos incorporan la capacidad de
conectarse a la red (relojes, cámaras de fotos,
reproductores mp3… ) y tus hijos podrían estar usándolo
para acceder online sin que tú no lo sepas.
Especial mención merecen las videoconsolas de última
generación.
-
2. Utiliza el control parental.
La mayor parte de los sistemas operativos que funcionan en
cualquier ordenador personal posee una serie de opciones
de configuración que permiten ajustar controles parentales
y limitar y controlar el uso que los menores hacen de
Internet. Eso sí, deben ser activados proactivamente por
los padres para que comiencen a funcionar. Si el sistema
operativo no los tuviese, se podría adquirir un programa
específico para el control de la seguridad infantil en
cualquier tienda de informática.
-
3. Utiliza contraseñas seguras.
Protege cualquier equipo con conexión a Internet con una
contraseña a la que tus hijos no tengan acceso.
-
4. Crea a tu hijo una cuenta
personal. Cualquier sistema operativo permite
establecer distintos usuarios, con diferentes niveles de
acceso. Si el niño tiene su propia cuenta de acceso, no
podrá acceder al escritorio del ordenador ni a la carpeta
de ‘Mis Documentos’, sino que tendrá acceso a la suya
propia. Así se evitará que pueda llegar a ver programas o
archivos no deseados. También podremos controlar que no
cambie la configuración del ordenador o instale un nuevo
programa que pueda dañar la seguridad del equipo.
-
5. Cuidado con la información
personal. No escatimes tiempo para hablar con el
pequeño y demostrarle los peligros que tiene el facilitar
datos personales como la dirección postal o el número de
teléfono de la vivienda de forma pública.
-
6. Adviértele del spam.
Avisa a tu hijo de los peligros del spam y los
correos no solicitados. Recuérdale que no se debe pulsar
en ningún enlace que llegue por email o a través
de las redes sociales cuya procedencia no sea conocida.
-
7. Limita las descargas.
De la misma manera, advierte al pequeño para que no
realice ninguna descarga de software gratuito en
el ordenador (ni juegos, música… ) sobre todo si lo
realizan desde páginas desconocidas o con escasa
credibilidad, ya que pueden infectar el ordenador con
spyware o software infeccionso.
-
8. Controla el uso de los programas
de mensajería. Los chats, las redes
sociales y los servicios de mensajería instantánea pueden
ser útiles para los más pequeños a la hora de conectarse
con sus amigos, pero deben tener mucho cuidado de no caer
en las redes de impostores en la Red. Configurar los
programas para que los pequeños sólo puedan relacionarse
con contactos aprobados por un adulto puede ser una
solución muy recomendable.
-
9. Vigila la edad legal de uso de las redes
sociales. Legalmente, en España es necesario
tener 14 años para poder abrir un perfil en cualquier red
social, aunque muchos pequeños poseen una cuenta con
permiso de sus padres (o sin él). Lo más recomendable, si
es así, es pasar tiempo con ellos ayudándoles a configurar
la privacidad de su perfil.
-
10. Denuncia
cualquier irregularidad. Si crees que un menor
está peligro en Internet acude a
la Policía, a
la Guardia Civil o a la línea de denuncia de
organismos como
Protégeles y deja constancia de la situación.