GUADALAJARA, JALISCO (17/ENE/2015).-
Las madres que manifiestan rechazo emocional al
producto durante su embarazo están en riesgo de
convertirse en maltratadoras de sus futuros hijos,
advierte Teresa Sotelo, presidenta de la Fundación
en Pantalla Contra la Violencia Infantil (Fupavi).
Adelanta que su organización trabaja en un informe
en el que presentarán las causas de riesgo para que
una progenitora abuse de su vástago, luego de haber
estudiado algunos de los perfiles en los casos más
graves, como los
parricidios.
“Hemos encontrado que el factor más alto es cuando
el vínculo afectivo no se forma desde la fase
prenatal, es decir, desde el embarazo: cuando la
madre da señales de querer abortar, de querer
regalar al niño, no asiste a citas de control,
ignora su condición de embarazada y se bloquea
emocionalmente”.
Agrega que otras circunstancias relacionadas son los
desórdenes de la personalidad, como la depresión y
la ansiedad.
“La depresión es altísima, tiene niveles altísimos
en mujeres, ya sea que se generó en el embarazo, en
el parto o en el posparto, y núnca fue detectada ni
atendida oportunamente”.
Además, muchas mexicanas viven en ambientes de
hostilidad y violencia dentro de sus entornos
familiares y sociales, por lo que descargan contra
los hijos.
“Lamentablemente las instituciones de salud ignoran
estas señales y no existe un programa para
abordarlo”.
Sin embargo, aclara que ésas son señales de alerta y
no siempre se cumplen, pues hay muchas mujeres que,
a pesar de vivir carencias económicas y violencia
por parte de la pareja, no maltratan a los niños.
Pese a que en México las madres aparecen como las
principales agresoras de la infancia, porque son las
que pasan más tiempo con los hijos, el fenómeno no
se ha atendido lo suficiente por parte de las
instancias gubernamentales.
En general, el perfil de los agresores no se
documenta de manera sistemática en los distintos
registros que hay sobre violencia infantil en el
país, lo que impide generar una dinámica de
prevención adecuada.
La Comisión de Derechos Humanos del Distrito
Federal, mediante la publicación del informe
“Violencia intrafamiliar y maltrato infantil”,
establece que es más común que las mujeres adopten
conductas violentas contra los niños más pequeños y
los hombres contra los más grandes.
“Los abusos sexuales son cometidos en una proporción
mucho más elevada por hombres que por mujeres,
mientras que los maltratos menos severos y la
negligencia los cometen con mayor frecuencia
mujeres”.
El maltrato físico engloba acciones como golpear,
dar nalgadas, pellizcar, aventar objetos, quemar,
envenenar, aventar, empujar o hasta herir con un
arma.
“La violencia psicológica son insultos o quitarle el
habla al menor por días enteros, estarlo comparando
y humillando”, comenta Teresa Sotelo.
La negligencia ocurre cuando no se le brindan
alimentos al niño, atención médica, vestimenta,
cuidados de higiene o cuando se les abandona.
Y el abuso sexual “se refiere a los contactos entre
un niño o niña y un adulto cuando el agresor lo usa
para estimularse sexualmente, al menor u otra
persona”, de acuerdo la Comisión.
La aparición de la madre como principal perpetradora
del maltrato infantil es un escenario global. De
acuerdo con un informe del Departamento de Salud del
Gobierno Federal de Estados Unidos en 2012, de todos
los casos reportados en ese año, 36.6% de las
víctimas fueron maltratadas por sus madres, 18.7%
por sus padres y 19.4% por ambos progenitores.
El documento de la Comisión de Derechos Humanos
publica datos del Gobierno de Canadá, donde las
madres cometieron 60% de los casos comprobados de
abuso.
Expuestos en los hogares
Contrario a lo que pudiera pensarse, en términos
jurídicos, donde menos se garantiza el respeto a los
derechos de los niños, niñas y adolescentes es
precisamente en el hogar.
“En las instituciones externas a la familia existen
protocolos que castigan el no cumplimiento a la
protección de los niños. Curiosamente, los que
generan el mayor maltrato es la familia y la
escuela, que son espacios mucho más cerrados”, dice
María Antonia Chávez Gutiérrez, investigadora del
Departamento de Desarrollo Social del Centro
Universitario de Ciencias Sociales y Humanidades (CUCSH)
de la Universidad de Guadalajara (UdeG).
Relaciona que esto se debe a los altos índices de
estrés y a la cultura de la violencia que existe en
todo el país, cuyas consecuencias pueden recaer en
el abuso de las personas más vulnerables de la
familia, como los niños, ancianos o personas con
capacidades diferentes.
“Somos una sociedad realmente muy insensible a toda
la vida en condiciones de vulnerabilidad, la vida
que está alrededor nuestro, y pues creo que tiene
que ver con esta cultura de reproducción del
maltrato, del no manejo del estrés entre las
personas”.
Cuando el contexto social y las dificultades
económicas se agudizan, esto repercute en el estado
emocional de las personas, lo que puede acarrear un
comportamiento violento, en el que los niños y niñas
son los más vulnerables.
A ello hay que sumarle que el maltrato es un delito
oculto, y que muchas personas no consideran que
ejercerlo es violentar los derechos de los niños.
“Si uno ve a una madre que está agrediendo a un niño
y le quiere decir algo, ella contesta: ‘¿Y qué le
importa? Es mi hijo’”.
María Antonia Chávez Gutiérrez propone la ejecución
de medidas reeducativas que vayan desde la
sensibilización sobre qué es el maltrato, “porque la
mayoría de las madres, los padres y los mismos
maestros, a partir de lo que han vivido y de su
propia historia, consideran que el castigo y el
maltrato es una conducta necesaria para la formación
de los niños: repiten su propia educación y abusan
del poder”.
Además, agrega que es necesario establecer espacios
terapéuticos para atender a los maltratadores, no
sólo a las víctimas.
Critican falta de coordinación
La falta de un organismo que atienda de manera
integral las necesidades de la infancia provoca que
no haya la suficiente prevención ni atención
adecuada de los escenarios de maltrato.
“El DIF solamente interviene en casos de prevención
secundaria: cuando el maltrato ya ocurrió”, dice
Teresa Sotelo, presidenta de la Fupavi.
El problema es propiciado porque las instituciones y
el Gobierno consideran un “tabú” entrometerse en la
crianza de los hijos, y esto se refleja también en
el carácter laxo de las leyes y la falta de un
programa de atención integral.
“Las instituciones que están vinculadas con la
infancia, como Salud, Sedesol, Educación y otros
organismos que imparten justicia, no cuentan con
protocolos ni programas de prevención, no cuentan
con diagnóstico de casos porque estamos hablando de
un delito oculto”.
La activista también señala que las leyes son muy
abstractas y no especifican sanciones concretas ante
omisiones y acciones de maltrato.
FRASES
"Las madres, los padres y los maestros consideran
que el castigo y el maltrato es una conducta
necesaria para la formación de los niños: repiten su
propia educación y abusan del poder".
María Antonia Chávez Gutiérrez,
académica de la UdeG.
"La violencia psicológica o emocional se trata de
insultos o quitarle el habla al menor por días
enteros, estarlo comparando y humillando
constantemente".
Teresa Sotelo, presidenta de la
Fupavi.
PIDEN DENUNCIAR VIOLENCIA INTRAFAMILIAR
Preocupa subregistro
Una escasa cultura de la denuncia y la falta de
unificación de cifras por parte de instancias
involucradas provocan que en Jalisco no se tenga un
panorama certero sobre a cuánto ascienden realmente
los casos de maltrato infantil.
El Sistema Estatal para el Desarrollo Integral de la
Familia (DIF), la Fiscalía General del Estado, los
DIF municipales y las instituciones de salud, como
el Hospital Civil y el Instituto Mexicano del Seguro
Social (IMSS), tienen sus propios registros.
El año pasado, el concentrado de cifras de las
Procuradurías de la Defensa del Menor y la Familia
de los sistemas DIF estatales, arroja que en la
Entidad hubo 205 denuncias recibidas por maltrato
infantil, de las que se han comprobado 81 casos.
Estados del Norte del país como Chihuahua, Coahuila
y Sonora reportan números por arriba de los mil
casos, mientras que otros como Baja California Sur y
Guanajuato ni siquiera entregaron información.
Teresa Sotelo, presidenta de la Fundación en
Pantalla Contra la Violencia Infantil (Fupavi),
explica que este problema se encuentra en todo
México.
“Jalisco da cifras bajas, pero eso puede ser una
falacia. Eso puede estar avisando que no hay un
sistema de detección de casos, que hay un
subregistro muy alarmante. Esto pasa también en
estados donde sus métodos de atención e
identificación de casos son sumamente deficientes,
como Chiapas, Guerrero y Oaxaca”.
El escenario se presenta por todo el país. La Red
por los Derechos de la Infancia en México (Redim)
calculó que en 2011 sólo 11.7% de los casos
comprobados de maltrato en los DIF terminaron en una
denuncia, sin contar todos aquellos que no llegan a
ningún tipo de autoridad.
Además, en los reportes de mortalidad infantil
también se oculta el fenómeno: “Dentro de los mismos
hospitales dicen: ‘Este niño murió por una infección
gastrointestinal’, y entonces a lo mejor a ese niño
le daban de comer leche llena de larvas’”, dice
Sotelo.
La legisladora jalisciense Mariana Arámbula anota
que el problema también se agrava con la falta de
una forma segura de denunciar.
“El maltrato infantil se da sobre todo en el seno
familiar. Muchos no se animan a decir que su mamá,
tío o abuelo los está agrediendo. Y ahí es donde
empiezan las complicaciones”.
MALTRATO INFANTIL: DELITO GRAVE
Modifican marco jurídico en Jalisco
Con el argumento de que la legislación anterior no
protegía a los menores del maltrato infantil al no
estar tipificado como delito grave, la diputada
Mariana Arámbula fue una de las promotoras de un
paquete de reformas al Código Penal, al Código Civil
y a la Ley de los Derechos de las Niñas, los Niños y
Adolescentes, con el objeto de endurecer las
sanciones para quienes cometan este delito.
El pleno del Congreso del Estado aprobó la
iniciativa denominada “Ley antimaltrato infantil” el
pasado 6 de noviembre. A partir de ello, cualquier
persona puede interponer una denuncia frente a los
signos de un niño maltratado o violentado, pues
antes se necesitaba que el mismo padre o tutor
acreditara los hechos.
Al Código Penal se le agregó un capítulo denominado
“Maltrato infantil”, y se endurecieron las sanciones
especialmente cuando se trate de una relación entre
padre e hijo. Los agravantes van desde seis meses de
prisión hasta cinco años, según lo determine el
juez.
Los cambios al Código Civil consisten en que, si
bien los padres y tutores tienen el derecho y el
deber de aplicar medidas de corrección disciplinaria
hacia los menores, la corrección será estrictamente
sin causar un menoscabo a la salud o la integridad
física del menor.
En suma, ahora se podrá sancionar las agresiones a
las embarazadas tanto por su condición de personas
como por las posibles afectaciones al bebé.
Mariana Arámbula agrega: “Con esta ley no se va a
necesitar una querella: tú, maestra; tú, vecino o
doctor, te das cuenta de que es (maltrato) grave,
vas, levantas la denuncia y empiezas todo el
proceso”.
La legisladora también está involucrada en un
esfuerzo de coordinación con la Fiscalía y el DIF
para la posible creación de un número de denuncia
01-800 que permita llamar a los propios menores en
riesgo.
En octubre pasado, el DIF Zapopan lanzó un sistema
de protección para prevenir y denunciar la violencia
y el abuso sexual infantil, bautizado como Centro de
Atención Telefónica ASI (Abuso Sexual Infantil), el
cual será operado por personal especializado.
Y así, algunos otros municipios han hecho esfuerzos
eventuales y aislados para incrementar la cultura de
la denuncia, pero la situación dista de ser
homogénea en todo el territorio estatal.
Arámbula justificó la necesidad de la reforma a
nivel penal por las deficiencias que había en el
protocolo de las denuncias y atención a los casos de
maltrato.
Los otros dos estados en México que tienen
tipificado como delito el maltrato infantil como un
delito penal son Colima y Veracruz.
FRASES
"Jalisco da cifras bajas, pero eso puede ser una
falacia. Eso puede estar avisando que no hay un
sistema de detección de casos, que hay un
subregistro muy alarmante".
Teresa Sotelo, presidenta de la
Fundación en Pantalla Contra la Violencia Infantil.
"El maltrato infantil se da sobre todo en el seno
familiar. Muchos no se animan a decir que su mamá,
tío o abuelo los está agrediendo. Y ahí es donde
empiezan las complicaciones".
Mariana Arámbula, diputada local.
SABER MÁS
¿Qué es el maltrato infantil?
La Organización Mundial de la Salud define al
maltrato infantil como los abusos y la desatención
de que son objeto los menores de 18 años, e incluye
todos los tipos de maltrato físico o psicológico,
abuso sexual, desatención, negligencia y explotación
comercial o de otro tipo que causen o puedan causar
un daño a la salud, desarrollo o dignidad del niño,
o poner en peligro su supervivencia, en el contexto
de una relación de responsabilidad, confianza o
poder. La exposición a la violencia de pareja
también se incluye a veces entre las formas de
maltrato infantil.
MAPA DE RIESGO
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud
(OMS), hay distintos factores para el maltrato
infantil:
En el niño
Edad inferior a cuatro años y la adolescencia.
El hecho de no ser deseados o de no cumplir las
expectativas de los padres.
Tener necesidades especiales, llorar mucho o
tener rasgos físicos anormales.
En los papás y mamás
Las dificultades para establecer vínculos
afectivos con el recién nacido.
El hecho de no cuidar al niño.
Los antecedentes personales de maltrato
infantil.
La falta de conocimientos o las expectativas no
realistas sobre el desarrollo infantil.
El consumo indebido de alcohol o drogas, en
especial durante la gestación.
La participación en actividades delictivas.
Las dificultades económicas.
Factores relacionales
Los problemas físicos, mentales o de desarrollo
de algún miembro de la familia.
La ruptura de la familia o la violencia entre
otros miembros de la familia.
El aislamiento en la comunidad o la falta de
una red de apoyos.
La pérdida del apoyo de la familia extensa para
criar al niño.
Factores sociales y comunitarios
Las desigualdades sociales y de género.
La falta de vivienda adecuada.
Los niveles elevados de desempleo o pobreza.
La disponibilidad fácil del alcohol y las
drogas.
Las políticas y programas insuficientes de
prevención del maltrato, la pornografía, la
prostitución y el trabajo infantiles.
Las normas sociales y culturales que debilitan
el estatus del niño en las relaciones con sus
padres.
Las políticas sociales, económicas, sanitarias
y educativas que generan malas condiciones de vida.
NUMERALIA
3 estados tienen tipificado el
maltrato infantil como un delito tipificado:
Jalisco, Colima y Veracruz.
5,742 mamás en México fueron
señaladas por maltratos contra sus hijos en 2013,
según las Procuradurías de la Defensa del Menor
estatales.
3,995 casos de maltrato infantil en
2013 por parte de los papás en México.
335 casos de maltrato infantil en
2013 por parte de las mamás en Jalisco. Entre los
padres fueron 155.