
http://www.farodevigo.es/cartas/2017/06/03/indiferencia-maltrato-infantil/1691412.html
Indiferencia al maltrato
infantil
isolina castro gómez
vigo 03.06.2017
El día 20 de mayo de 2017,
sobre las 13 horas, estaba en la cola de la caja de una tienda de moda de un
centro comercial de Vigo.
Una niña de alrededor de tres años dijo que tenía hambre. Un hombre, que estaba
detrás de mí, le contestó que tenía que aguantarse. La niña le dijo que
necesitaba comer y la respuesta fue que se comiera un zapato o la flor que
llevaba en la camiseta. La niña le contestó que se encontraba mal: "pregúntale a
tu madre". La madre estaba como dos personas delante de mí: no dijo nada, no
hizo nada. La niña, desolada, se fue para la caja del extremo opuesto y se sentó
en el suelo. Entonces, el hombre, que estaba detrás de mí, se dirigió hacia
ella. La niña intentó ayudar a un bebé de aproximadamente un año que estaba en
el suelo, y se lo arrebató bruscamente. En aquel momento, comenzó una actitud de
acoso y agresividad verbal hacia la niña: ella en el suelo, callada, no podía
llorar; él de pie, frente a ella con actitud imponente. Viéndose amparado por la
indiferencia de la gente, empezó a dar voces, a gritar y a preferir amenazas
insistentemente, repitiéndolas: "hoy no vas a comer" ; "tendrás que comerte los
zapatos y la flor de la camiseta". La madre pagó y se marcharon los cuatro. La
madre no habló en ningún momento, ni hizo ningún ademán hacia su hija: solo
estaba allí.
Nunca olvidaré la expresión de horror, abandono y
desamparo de aquella niña. Aquello no fue una simple regañina del
acompañante de la madre a una niña caprichosa; fue una agresión de un
maltratador y un acosador en su forma más despreciable: un hombre adulto a
una niña de tres años (una futura mujer).
Por otro lado, yo estaba horrorizada con la
indiferencia de las más de veinte personas que lo presenciaron; clientes y
trabajadores. Yo hice algún comentario reprobatorio pero, me sentía
estupefacta ante la reacción del entorno: eran como muñecos. Llegué a pensar
si sería real lo que estaba presenciando. Pensé acercarme a la niña y
ayudarla pero, al ser menor y estar con su madre, no me estaría permitido...
finalmente, presenté una denuncia en la comisaría de policía. La policía
consideró que se trataba de un caso de maltrato infantil verbal y
psicológico. Después pensé que podía haber avisado a la policía, en el
momento de los hechos... pero era tarde.
El 20 de mayo del 2017, todos los que estábamos allí
fuimos maltratadores de una niña de tres años.
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