Elena Nuevo García, abogada, sobre la noticia de que en Francia prohibir los
cachetes es inconstitucional
08.03.2017
Hola.
Mi opinión objetiva es que cualquier
tipo de violencia contra los niños esabsolutamente
innecesaria. Así de categórico. Cuando un niño pierde los nervios,
somos los adultos quienes tenemos que controlar y agredirles físicamente,
aunque sea "levemente", es descontrolarnos. No le damos un azote al niño
para que aprenda que no puede cruzar una calle sin mirar, se lo damos porque
nos ponemos nerviosos por el peligro y nos sentimos culpables por no haber
previsto la situación. Entendible, sí; justificable, no; encomiable, menos
todavía.
Mi experiencia personal es que la violencia, por "leve" que sea, no es
necesaria ni formadora. A mi hija no la he pegado nunca. A mi hijo solamente
le di un cachete, cuando tenía unos nueve años, porque le hizo un mal gesto
a su abuela y me arrepiento de ello, porque estoy convencida de que lo que
le convenció de que debía respetar a sus abuelos fueron (además de mi propio
ejemplo) mis posteriores palabras, no ese cachete; que le di, indudablemente,no
para corregirle, sino porque me pudo la ira al ver que se faltaba al
respeto a mi madre. Mis
hijos han comido, se han ido a dormir y han hecho los deberes, con más o
menos diligencia, sin necesidad de ningún tipo de castigo corporal y han
sido unos niños tan inconscientes y traviesos como cualquiera a cierta edad.
Sería interesante que pensásemos cómo nos sentiríamos si, cuando nos
equivocamos en un trabajo, por ejemplo, nuestro jefe nos diese un azote. O
qué sentiríamos si, por saltarnos un semáforo en ámbar, un policía nos diese
un cachete. Sin duda nos sentiríamos humillados por alguien que tiene una
autoridad sobre nosotros, que es como se sienten los niños cuando son
agredidos, por "leve" que sea la agresión. De hecho, son situaciones que, de
denunciarse, serían acogidas por la Justicia, independientemente de la
"levedad" de la agresión.
Los niños están absolutamente indefensos ante los adultos; cualquier
violencia hacia los primeros es falta de control por parte de los segundos y
no solo no corrige, sino que enseña que la violencia es válida y
justificable. ¿Sería justificable que, cuando un padre anciano se demencia y
hace cosas que le ponen en peligro, su hijo le corrigiese con azotes o
cachetes? No, sería una falta de respeto y el respeto es de ida y vuelta.
Por último, quisiera cuestionar la levedad de cualquier castigo físico (o
psíquico, pero no es este el tema ahora). Por leve que le parezca la
agresión al agresor, la carga de humillación para el agredido es siempre
grave, sobre todo si quien le hace la agresión tiene absoluto poder sobre
él, que es la situación que tiene un hijo respecto a sus padres. Los hijos
dependen totalmente de sus padres hasta para sobrevivir.
No se debe admitir más violencia que la que suponga la única defensa posible
y los azotes o cachetes a los niños no entran en esa categoría.
Considerar formativa la violencia es una aberración. Comparar el
comportamiento agresivo contra los hijos, con el aborto, una falacia. Es mi
criterio, por supuesto.
Un saludo.
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