Los casos de pederastia
salpican al cardenal Bertone
La jerarquía protegió a un cura que
abusó de menores y les dio cocaína
MIGUEL MORA
- Roma - 25/05/2011 Diario El Pais
Los escándalos
de pederastia clerical siguen sucediendo y tocando al núcleo de la curia
vaticana. En los últimos días, el secretario de Estado del Vaticano, cardenal
Tarcisio Bertone, se ha visto directamente interpelado por dos casos. El primero
es la detención
del cura italiano Riccardo Seppia, un párroco de Génova que está en la cárcel
acusado de intento de violencia sexual, inducción a la prostitución y cesión
de cocaína. Con él han sido imputados un ex seminarista y un joven egipcio de
18 años.
Según el diario de Génova Il
Secolo XIX, Seppia, que hoy tiene 50 años, nunca escondió sus
libertinas aficiones y la curia genovesa sabía de su agitada vida sexual desde
hace al menos dos décadas. Pese a ello, los tres últimos arzobispos de la
ciudad, Dionigi Tettamanzi (hoy arzobispo de Milán), Tarcisio Bertone (número
dos del Vaticano) y Angelo Bagnasco, líder de la Conferencia Episcopal
Italiana, solo abrieron investigaciones informales contra el cura y se limitaron
a ordenar su traslado de parroquia en parroquia sin tomar medidas
disciplinarias, ni canónicas ni civiles.
Los investigadores han descubierto que el
primer párroco de Seppia, Piercarlo Casassa, comunicó a la curia genovesa en
los años noventa sus sospechas sobre el vicepárroco e incluso contó a sus
superiores que "los monaguillos y los boy scouts sentían un fuerte
malestar cuando Seppia se les acercaba".
Aunque fuentes vaticanas alegan que nunca
recibieron noticias de abusos a menores ni de posibles delitos, otro dato parece
desmentir esa versión: un médico de Génova presentó en 1994 una denuncia a
la policía contra Seppia porque este acosaba telefónicamente a sus hijos, dos
niñas de 10 y 13 años y un chico de 15. El cura fue entonces trasladado de
parroquia por sus superiores, y las llamadas cesaron. Seppia, que ha declarado a
la policía que es seropositivo, se encuentra detenido desde hace tres días en
la sección de predadores sexuales de la cárcel de Sanremo.
El segundo escándalo ha sucedido en
Holanda, dentro de una investigación que afecta a miles de menores abusados en
instituciones de los Salesianos, que ha puesto en estado de máxima alerta a la
congregación a la que pertenece el secretario de Estado, Tarcisio Bertone.
La orden anunció ayer que había decidido
cesar de su cargo a su Superior holandés, Herman Spronck, y apartar del
sacerdocio al padre Van B., del que solo ha trascendido la inicial del apellido.
La razón es que Van B., de 73 años, es militante de la asociación Martjn, un
grupo legal en Holanda que defiende abiertamente la pederastia como una
actividad "perfectamente legítima"; el cura arrastraba además dos
condenas por exhibicionismo ante menores.
Pese a ello, el líder holandés de los
Salesianos admitió en una entrevista a RTL
News que estaba al corriente de una cosa y de otra, y comentó:
"Personalmente no condeno las relaciones entre adultos y menores. Depende
del niño. No se debe nunca entrar en su espacio personal si el niño no quiere.
Pero hay niños que indican que es admisible. En ese caso el contacto sexual es
posible".
El Papa deberá decidir ahora si Spronck
puede o no seguir siendo cura.
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