PRODENI
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ESPAÑA.
PORNOGRAFÍA INFANTIL. LA PENÚLTIMA REDADA
25/11/04 Más de noventa personas, entre
ellas una ama de casa, veinte menores, profesores de universidad y de colegio,
ingenieros informáticos, empleados de limpieza, funcionarios, militares...
han sido detenidos por poseer y distribuir pornografía infantil a través de
Internet. Toda una radiografía de la implicación social de un fenómeno que
no para de crecer a pesar de los éxitos policiales pues el negocio de la
pornografía mueve millones de euros, en paralelo con el ansia de consumo que
empieza a hacer furor también entre los adolescentes. España ya no es diferente tampoco
en noticias de redadas contra la pornografía infantil, gracias a que hemos
introducido en el Código Penal delitos que antes no lo eran como el de la
simple posesión del material pornográfico de menores. En Junio de 1.997, PRODENI, dio la
primera voz de alarma en España de lo que estaba ocurriendo a través de red.
Eso sirvió para que el Gobierno pusiera en marcha medidas de control y
reformas legislativas como forma de contención de una marea internacional que
se nos venía echando encima porque en nuestro país detectábamos una fuerte
demanda entre pedófilos y allegados y no contábamos con medios para
atajarlo. Un año después alertábamos que
también en Universidades y entidades públicas se descargaba pornografía
infantil y que el movimiento de fotos y vídeos en la red se había multiplicado considerablemente.
Ahora comprobamos como efectivamente el fenómeno incluye a profesores,
ingenieros, menores (estudiantes) y... amas de casa. Sin querer restar importancia a la
acción de la Policía, no nos engañemos. Se ha detenido a consumidores, a
personas que intercambian fotos y vídeos sin lucrarse en ello, pero a ninguno
que lo produce, a ninguno que organiza el negocio y lo comercializa, a ninguna
cúpula mafiosa que sigue operando en la sombra... y que es la base del
problema. Para el National Criminal
Intelligence Service (NCIS) británico, en su informe de 2.003, se está
produciendo una auténtica invasión de imágenes pornográficas infantiles
que crecen en la red en progresión geométrica Y es que para la Policía
Británica, unas de las más activas del continente en la persecución de este
delito, ya no basta con la acción vigilante de los expertos informáticos de
la policía y los zarpazos a usuarios que intercambian en la red. Es preciso
establecer buenos servicios de espionaje que penetren en el corazón de los
grupos delictivos que actúan desde distintas partes del mundo (también desde
Europa, en especial desde Italia y Rusia...) porque las organizaciones
mafiosas han copado Internet y cada vez se están adiestrando más en labores
de contrainteligencia para neutralizar la investigación policial, utilizando
también las altas tecnologías para borrar huellas o bombardear con virus los
pasos de que quienes les persiguen. Con todo, aunque una intervención
como esta no deje de ser por desgracia siempre la penúltima, la acción
policial y su correspondiente difusión pública puede servir, primero, para
poner sobreaviso a quienes creen que pueden navegar impunemente en la red con
pornografía infantil y, segundo,
como aviso a los padres de que tienen que estar más vigilantes de lo que
hacen sus hijos cuando navegan por Internet, y al sistema educativo para que
tome nota de que, junto al fenómeno de la violencia escolar, un número
creciente de estudiantes “navegan” desorientados y confundidos.
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