PRODENI
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CARTA
DE PRODENI AL MINISTRO DEL INTERIOR Málaga,
27 de Mayo 2005. En
primer lugar gracias. Muchas gracias. Ha demostrado usted y sus Fuerzas de
Seguridad del Estado (las nuestras) que están en la primera división
internacional de la lucha contra los execrables crímenes sexuales contra niños
y niñas. Rogamos dé traslado de nuestra felicitación tanto a los grupos
especializados de la Policía Nacional como de la Guardía Civil, a los que, de
verdad, les estamos muy agradecidos como ciudadanos y como miembros de una
asociación en defensa de los derechos de los niños y de las niñas, no sólo
por esta si no por todas las actuaciones que vienen ejecutando.
En
segundo lugar me gustaría trasladar a usted una preocupación, que también es
general de la sociedad, referida al tratamiento penitenciario de estos
individuos una vez condenados, en cuanto al aspecto de su rehabilitación.
Sabemos todos que los violadores, pederastas... no se rehabilitan de su desviación
sexual por el hecho de permanecer en prisión y cuando cumplen su pena salen a
la calle tan desviados sexualmente como cuando entraron, dándose la
circunstancia de que mientras han estado en prisión han sido reclusos de
comportamiento ejemplar, que han colaborado en todo, y se han merecido los
beneficios que hubiera en cada caso, entre otros, los permisos y el goce del
tercer grado. En
ese sentido el planteamiento de que cuando estos individuos salen de prisión ya
han cumplido su deuda con la sociedad no deja de ser un planteamiento hipócrita
porque sabemos que para que esa deuda se quede plenamente saldada debiera
hacerse con la garantía de que no van volver a reincidir porque ya están
rehabilitados, por lo que en caso contrario no debieran salir. Y
cuando decimos que “no debieran salir”, en el supuesto de no haber
conseguido su total rehabilitación, no nos estamos refiriendo a que deban
continuar bajo techo carcelario, sino que, una vez en la calle debiera seguir
ejerciéndose un control sobre ellos para que no puedan reincidir. ¿Qué clase
de control?. El que en cada caso se determinara y como a bien se dispusiera
desde las instituciones, con la necesaria cobertura legal, siempre que, a su vez
quedara garantizara la intimidad de estos reclusos ya libres, para que, a su
vez, evidentemente, pudieran rehacer sus vidas sin la intromisión ilegítima de
la sociedad que no debe conocer (aunque si las Fuerzas de Seguridad del
Estado...) sus antecedentes. Pensamos
que esta propuesta responde adecuadamente a la necesidad de regular por ley de
forma racional y democrática, dentro de la filosofía y política penitenciaria
que respalda nuestra Constitución, lo que está clamando una opinión pública
altamente sensibilizada y escandalizada, igual que usted ante los medios de
comunicación, que a falta de otras medidas está pidiendo incluso la cadena
perpetua, porque en el fondo lo que está exigiendo es que estos individuos no
puedan volver a delinquir, cosa altamente improbable actualmente, pues antes del
cumplimiento de los muchos años de cárcel que les puedan caer (nunca más de
veinte), en pocos años habrán alcanzado los beneficios de permisos y tercer
grado y saldrán a la calle tan delincuentes y pervertidos como cuando entraron.
En
ese sentido, apreciado señor Ministro, va nuestra propuesta. Y
en tercer lugar, deseamos mostrarle que ya va siendo hora de que se produzca una
equiparación internacional de los crímenes sexuales contra niños y niñas a
los delitos terroristas, consiguiendo que se declare delito contra la humanidad
el cometido en el ámbito sexual contra niños y niñas, en particular, todo lo
relacionado con la explotación y comercio sexual de la infancia, pornografía
infantil, violación de niños y niñas... Entre
otros, Federico Mayor Zaragoza, cuando era Director General de la UNESCO, lanzó
está propuesta porque consideraba de auténtica
urgencia y necesidad un pronunciamiento mundial sobre la materia para reforzar
las policías, las políticas, los servicios de inteligencia, y las
legislaciones de la misma manera que se viene progresivamente haciendo en la
lucha contra terrorista, dada la dimensión extraordinaria que va adquiriendo en
el mundo la trata de niños y niñas, la explotación y comercio sexual, las
violaciones a bebés... de lo que España ya no puede considerarse un país
protegido, como se acaba de comprobar, y desde donde debiera ahora producirse la
iniciativa de trasladar ante los foros internacionales esta propuesta, junto a
medidas nacionales de reforzamiento de la eficacia policial, y legislativas de
control de los delincuentes sexuales y de prevención y protección de las víctimas
o potenciales víctimas de tales individuos. Creemos
en PRODENI que, además de llorar y lamentarnos porque hechos como los que
ustedes han conseguido magníficamente desarticular hayan podido suceder en
nuestra casa, se hace preciso ir más allá y articular medidas como las que
proponemos y que responden a una demanda social cada vez más exigente. Enhorabuena
y reciba un afectuoso saludo. |