La
Guardia Civil investiga la relación de tres pederastas escoceses,
dos de ellos condenados por abusos y homicidio, con
la desaparición hace seis años en Gran Canaria de Yéremi Vargas,
que entonces tenía siete años. Los dos hombres ahora encarcelados
—William Hugh Lauchlan y Charles Bernard Doyle O'Neill— estaban en
el punto de mira de los agentes desde marzo de 2007, pero no fue
hasta el año pasado cuando varios testigos los situaron en el barrio
de Vecindario donde se vio por última vez al niño, según informaron
fuentes de la investigación.
Varios
agentes de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil
viajaron en octubre a Escocia para tomar declaración a los tres
investigados. Estos, sin embargo, se negaron a verse con los agentes
españoles y tampoco contestaron preguntas de la policía británica
sobre la desaparición de Yéremi. Sí se prestaron a testimoniar sobre
la desaparición en Portugal de la niña inglesa Madeleine McCann en
mayo de 2007. “En ese caso no tienen nada que temer porque no
estuvieron allí”, aseguran desde la Guardia Civil.
Yéremi Vargas desapareción en 2007.
Los tres
hombres se encontraban en la isla canaria cuando Yéremi desapareció.
Según la investigación, que ha manejado el móvil sexual como
principal hipótesis, Lauchlan, de 36 años, y O'Neill, de 50, son
pareja y habían sido detenidos en Altea (Alicante) en 2004. España
colaboró entonces con la policía británica, que los buscaba por su
presunta implicación en varios casos de abusos.
Cuando
los agentes españoles los capturaron, los dos hombres se encontraban
con un menor que se había fugado voluntariamente con ellos. Fueron
enviados a Reino Unido, donde cumplieron condena hasta 2006. En la
cárcel conocieron a Ewan McDonald Wilson, de 62 años, el tercer
hombre investigado por la Guardia Civil. Este, activista de una ONG,
los visitaba con frecuencia y les proporcionaba ayuda económica.
Tras
recobrar la libertad, Lauchlan y O'Neill se mudaron primero a
Tenerife y poco después a Gran Canaria, donde crearon una empresa de
limpieza junto a Wilson, que, aunque viajaba a la isla a menudo,
seguía viviendo en Reino Unido.
Algunos
de sus conocidos sospechaban de ellos, ya que siempre estaban con
niños que decían que eran sus sobrinos. Cuando Yéremi desapareció,
nos alertaron, pero los hombres vivían más al sur en la isla y hasta
2012 nadie los situó en la localidad del niño”, relata un portavoz
de la Guardia Civil. Los agentes intentan relacionar a los
sospechosos con dos coches que merodeaban en la zona donde
desapareció el niño. La imagen de ambos se difundirá en Reino Unido,
ya que muchos escoceses residían en Canarias.