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La familia de dos menores acosados sexualmente por un sacerdote piden siete años de cárcel para el agresor


LOS ABUSOS SE DIERON EN MADRID ENTRE 1998 Y 2001

Los niños tenían 10 y 12 años cuando se produjeron los abusos | Se cometieron en la casa de los menores | El cura celebraba eucaristías infantiles

DIARIO EL MUNDO, 6/6/2005

EFE
MADRID.-
La familia de los dos hermanos que supuestamente fueron sometidos a acosos y abusos sexuales por el cura Rafael Sanz, de Madrid, piden que se le condene a 7 años de prisión y 60.000 euros de indemnización. La acusación popular solicita un año más de cárcel, 70.000 euros y que se declare responsable civil subsidiario al Arzobispado de la capital.

Esta información ha sido confirmada por Carlos Sánchez Mato, uno de los catequistas que forman la acusación popular, quien señaló que el proceso se encuentra en fase de preparación del juicio oral.

Según Sánchez Mato, los presuntos abusos -tocamientos y un intento de violación- se prolongaron desde 1998 a 2001 sobre el mayor de los dos hermanos, que tenía entonces 12 años, mientras que el menor, de 10, fue presuntamente objeto de "acoso sexual, al proponerle el cura reiteradamente tocamientos y actos de todo tipo con él".

El catequista señaló que el mayor de los hermanos, que ahora tiene 18 años, está dispuesto a declarar en el juicio, a diferencia del pequeño, que "está bloqueado" y "no quiere declarar".

Los abusos fueron presuntamente cometidos en la casa de los menores y en las dependencias eclesiásticas de la Vicaría VI de Madrid.

La actuación del Arzobispado, en entredicho

Sánchez Mato, que enseñaba catequesis en la parroquia de Aluche donde estaba destinado el cura en esos años, ha acusado al Arzobispado de Madrid de actuar con "oscurantismo, tapando el caso y persiguiendo a los que lo hemos denunciado".

El Arzobispado que dirige Rouco Varela sostuvo durante la investigación que "los presuntos hechos no se produjeron en el ejercicio del ministerio sacerdotal, sino en el ámbito de la relación del sacerdote con una determinada familia".

Sánchez Mato criticó también la "falta de apoyo" de las instituciones y mantiene que el cura, de 72 años, cometió los presuntos abusos "en función del sacerdocio que ejercía en la parroquia, donde su labor era celebrar eucaristías infantiles, lo que le daba acceso a los menores", por lo que pide expresamente la responsabilidad civil subsidiaria del Arzobispado.