http://www.andalucesdiario.es/ciudadanxs/somos-el-unico-pais-donde-robar-bebes-era-legal/
‘Somos el
único país donde robar bebés era legal’
Tras la
petición de las familias al Congreso para que abra una investigación, el
estudioso de la trama José Luis Gordillo alerta de la pasividad
institucional ante los 30.000 niños "legalmente adoptados" entre 1940 y 1954
María Serrano / 17 may 2016
Manifestación de familiares de niños robados. // PUBLICO
¿Debería el Congreso investigar el oscuro drama de
los bebés robados? La Asociación de Víctimas contra la Impunidad de las
Desapariciones Infantiles en todo el Ámbito Nacional (AVIDNA) piensa que sí
y la semana pasada solicitaba a la Comisión de Peticiones del Congreso de
los Diputados la constitución de una comisión de investigación que examine
el estado de los casos de ‘bebés robados’ durante la próxima legislatura.
Además, el Parlamento canario ha tipificado estos delitos, cometidos
entre 1940 y 1990, como crímenes de lesa humanidad.
Pero si la política no acaba de dar respuestas, la
justicia tampoco lo hace. Euskadi, Galicia, Andalucía, Aragón… juzgados de
diferentes puntos de España han ido archivando sucesivamente las denuncias
con el argumento de que los indicios incriminatorios eran insuficientes.
UNA
ORDEN GUBERNAMENTAL DE 1940
El periodista José Luis Gordillo, investigador del
caso y autor del libro ‘Los Hombres del Saco’, en conversación con andalucesdiario.es,
pone en énfasis en un hecho insuficientemente difundido: “La trama de los
bebés robados se inicia en los años 40 con la aprobación de una ley. Somos
el único país donde robar bebés era legal, ya que en Argentina los robos se
realizaban de forma secreta”. La orden del Ministerio de Justicia del 30 de
marzo de 1940 establecía que las reclusas podían quedarse con sus hijos
hasta los tres años. ¿Por qué esta edad? Gordillo señala que se fijó el tope
de los tres años porque suponían que era el límite de edad para que “los más
pequeños no tuvieran recuerdos de su madre biológica”, afirma.
Posteriormente, la ley definitiva del 4 de diciembre
de 1941 redondeaba la legalidad de todo el proceso al permitir que el niño
adoptado pudiera ser inscrito en el Registro Civil con nuevos apellidos. “De
esta forma, el niño quedaba registrado sin figurar en su inscripción ningún
antecedente sobre su origen biológico. Se borraban las huellas y la
posibilidad de que se realizara una investigación posterior”, apunta
Gordillo.
TODO EMPIEZA CON VALLEJO NÁJERA
A pesar de que, según las investigaciones, el ‘boom’
de la trama se remontaría a los año 50 y 60, ¿en qué fecha comienza en
España la verdadera trama de los niños robados? El también periodista
Antonio Ramos Espejo sitúa los inicios de estas prácticas “en las
investigaciones de ‘limpieza ideológica’ realizadas por Vallejo Nájera con
la Gestapo, un procedimiento diabólico para forzar la separación de las
familias, arrebatándoles a sus hijos”.
Lo que el régimen franquista tipificaba como retirada
forzosa de menores tenía una presa fácil en las mujeres republicanas
encarceladas. La paranoia científico-política que desencadenó la búsqueda
del supuesto gen rojo condujo al entonces afamado psiquiatra Vallejo Nájera
hasta la prisión provincial de Málaga para someter a sus experimentos a
medio centenar de presas republicanas, seleccionadas de entre todos los
grupos de edad. Sus investigaciones en la cárcel le permitieron degradar
hasta extremos escalofriantes la figura de aquella mujer republicana, a la
que calificaba como un “ser degenerado, lleno de ferocidad y de rasgos
criminales”.
‘PROHIBIDO MAMAR LA LECHE COMUNISTA’
El investigador Ricardo Vinyes destacaba en su día
que “la inmensa mayoría de niños acompañaban a sus madres en un largo
periplo, de cárcel en cárcel, hasta que a esa edad eran separados de éstas,
ingresando en instituciones de beneficencia tuteladas por el Estado o dados
en adopción sin previo consentimiento de sus progenitores o representantes
legales”. La principal institución a la que llevaban estos bebés era el
conocido Auxilio Social.
María Topete con niños en una terraza de la cárcel de Ventas.
En Madrid, la cifra de ejecuciones diarias era de
aproximadamente 200, aunque para proteger a las presas que se encontraban
embarazadas llegaron a crear una prisión conocida como cárcel de ‘las madres
lactantes’. María Topete era la directora de esta prisión, que tenía como
objetivo reducir al máximo el contacto entre madres e hijos e “impedir que
los niños mamaran la leche comunista”. Era tal la obsesión en contra de la
ideología “de los rojos” que muchos de estos niños pasaban gran parte del
tiempo en el patio para así tenerlos alejados aún más de sus madres, a pesar
de que pasaran hambre y frío.
30.000 NIÑOS ROBADOS HASTA 1954
Aproximadamente, 30.000 niños fueron robados en el
período de 1940 a 1954. “Fue sin duda la época más oscura, porque fue la más
sangrienta al estar dominada por la ideología nazi, muy presente en toda
España”, sostiene el autor de ‘El Hombre del Saco’. En esta primera etapa
del franquismo también eran robados menores pertenecientes a españoles en el
exilio. Gordillo precisa “que el Servicio Exterior de Falange robaba a las
familias de exiliados a muchos de estos menores, que eran de nuevo traídos a
España para ser dados en adopción a familias de alto nivel económico”.
La Delegación Extraordinaria de Repatriación de
Menores fue el primer organismo encargado de esta tarea. A partir de 1941,
los menores exiliados serían raptados bajo la tutela del Servicio Exterior
de Falange en países como Francia, Reino Unido o Países Bajos.
El caso de las hermanas María y Florencia Calvo es
uno de los más significativos. Ambas fueron evacuadas por su familia a
Francia y tras la finalización de la guerra fueron capturadas en el país por
el Servicio Exterior de Falange. Sesenta años después, las dos hermanas se
reencontraron gracias a un programa de televisión.
Las mujeres maquis eran otro sector potencial para
llevar a cabo los saqueos. La mujer no opinaba directamente sobre la tutela
de su hijo al no ser considerada, en ningún momento, sujeto de derecho.
María Girón, hermana de un maqui, daba a luz a su hijo en 1950 en León,
teniéndolo que entregar a los pocos días de nacer a las autoridades, las
cuales “daban en adopción a los hijos de comunistas para hacer desaparecer
esta ideología”.
LA COMISIÓN DEL CONGRESO
En cuanto a la petición al Congreso de la Asociación
de Víctimas contra la Impunidad de las Desapariciones Infantiles en todo el
Ámbito Nacional (AVIDNA), fue registrada el pasado 5 de mayo en la Cámara
Baja con el deseo de que los grupos parlamentarios aborden esta cuestión con
“el mayor consenso posible” al tratarse de una “grave cuestión de derechos
humanos” por encima de “siglas o ideologías concretas”.
Los afectados solicitan que un grupo de expertos en
genética, bioética o derechos humanos comparezca en una ‘Comisión
Parlamentaria de Investigación sobre las desapariciones forzadas y la
compra-venta de seres humanos en España’ y que los partidos oigan a las
víctimas antes de tomar una decisión final sobre su reclamación.
Se trataría de una Comisión de Investigación inédita
en España cuyo “plan de trabajo” incluiría el testimonio directo de las
víctimas y el análisis de las identificaciones mediante pruebas de ADN, las
exhumaciones, la cadena de custodia de las pruebas o el acceso a los
archivos públicos, eclesiásticos y privados.
AVIDNA ya
consiguió que el Parlamento Europeo requiriera al Vaticano facilitar el
acceso a sus archivos y se unió con otros grupos, como los Colectivos Sin
Identidad de Santa Cruz de Tenerife y las Palmas de Gran Canaria, para que
todos los partidos del Parlamento canario aprobaran esa proposición no de
ley reconociendo el ‘robo de niños’ como un crimen contra la humanidad.
|