POR
PIEDAD... DEJEN VIVIR A PIEDAD
EN
UN DURO COMUNICADO LA DIRECCIÓN GENERAL DE PROTECCIÓN DEL MENOR Y LA FAMILIA
DEL GOBIERNO CANARIO ARREMETE CONTRA LA FAMILIA ACOGEDORA DE PIEDAD ADVIRTIÉNDOLES
QUE EN LOS PRÓXIMOS DÍAS PROCEDERÁ A LLEVÁRSELA A LA FUERZA PARA SU
INTERNAMIENTO PERMANENTE EN UN CENTRO DE MENORES
22
de Abril 2007
Sorprendentemente,
los responsables de menores del Gobierno Canario, arremeten en un duro y frío
escrito entregado el pasado viernes, contra los padres acogedores de PIEDAD,
acusándolos incluso de que la pueden estar sometiendo a un maltrato emocional.
Advierten también que procederán por la fuerza a llevársela en los próximos
días para ingresarla de forma permanente en un centro, desdiciéndose de
anteriores comunicados que hablaban de un internamiento de dos horas diarias con
el fin de no producirle daños.
Si hasta el momento el Gobierno
Canario ofreció ante la opinión pública una apariencia de apoyo para evitar
sufrimiento en la menor, informando hace tres días en los medios de la
presentación de un recurso de Amparo al Constitucional en contra del auto de la
Audiencia Provincial de Tenerife, no cabe duda de que ahora presenta una cara
bien distinta, pues además de avisar de que se la va a llevar utilizando la
fuerza pública, advierte que el acogimiento residencial será permanente y que
ya se estudiará si conviene que en el centro de menores reciba las visitas de
los que ahora son sus padres y familia, en una clara alusión de que se van a
cortar las relaciones con PIEDAD, condenando evidentemente a la niña.
PRODENI considera brutales e
injustas las medidas que se imponen a la niña, tanto desde la Audiencia
Provincial de Las Palmas, como ahora desde el Gobierno Canario, con la
circunstancia agravante de los problemas de salud que padece, derivados de una
determinada patología cerebral que
los médicos diagnostican: “epilepsia con crisis generalizadas, crisis de
ausencia psicomotoras, crisis atónitas…” tras una exhaustiva exploración
neurológica que precisamente se le vino haciendo estos días, como bien sabe el
Gobierno Canario. Una patología que debe seguir siendo tratada y estudiada,
debiendo mantener a la niña en un ambiente de total normalidad, pues por
dictamen médico se señala que, además de que debe estar continuamente
medicada, hay que evitarle cualquier tensión, perturbación o cambio en su
vida, dado el grave riesgo que padece de sufrir un colapso general derivado de
un más que probable edema cerebral si no se la mantiene en un estado de
normalidad y tranquilidad.
AUDIENCIA PROVINCIAL
Los magistrados de la Sección
Tercera de la Audiencia Provincial de Las Palmas imponen el internamiento de
PIEDAD en un centro de menores por su bien, se supone que para mejorar su vida,
para que encuentre felicidad y equilibrio, para que goce de la plenitud de todos
sus derechos, pues si no, no se entendería eso de que se la interna por su
bien. Lo que sucede es que para ello le suprimen todo lo que actualmente tiene,
que es precisamente: Una mejor vida de la que tenía, la felicidad, el
equilibrio y el goce pleno de todos sus derechos. Realmente sorprendente y
perturbador.
PIEDAD tuvo un pasado de unos
tres años de abandono familiar y de internamiento en dos centros de menores con
una grave involución en su equilibrio y su salud. Por eso fue derivada a su
actual familia que le dio la paz y la estabilidad que ahora tiene. Sin embargo,
los magistrados de la Audiencia aluden a los sagrados derechos de la menor para
quitarle lo que ella más quiere y necesita, terrible y patética contradicción
que no se sostiene jurídicamente por muchos lados que se mire. Hablan de que
vuelva a la situación anterior (internamiento en centro) para que permanezca
equidistante de la madre biológica y de los padres acogedores mientras el
pleito se dilucida.
Para ello se la priva de sus derechos fundamentales, del
afecto, del cariño… borrando de un plumazo su paisaje, su querido entorno, en
el que los objetos materiales, su cuarto, el gatito, las personas que conoce…
todo… desaparecerá, pretendiendo en la Audiencia Provincial que la pobre
inocente haga en su cerebro borrón y cuenta nueva, en busca de una hipotética
felicidad que pretenden construir sobre las ruinas de lo que ahora se le
arrebata y se le destruye.
Si nos atenemos a nuestro
actual ordenamiento jurídico en derechos del niño, tal estado de cosas nos
repugna y conmueve. Nos repugna una acción judicial injusta e ilegal que
atropella esos mismos derechos que apela sagrados de la niña. Y nos conmueve su
vulnerabilidad, indefensión y sufrimiento. Si nada lo remedia, las
consecuencias de una actuación tan injusta y desmesurada como la que se anuncia
podrán llegar a ser devastadoras para su salud y supervivencia.
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