IOSUNE NIETO, Tenerife,
18/11/2006
¿Cómo luchar contra una sentencia que pretende retirar
la custodia de una niña de cinco años, para devolvérsela a su madre biológica,
a pesar de los informes técnicos de la Dirección General del Menor en contra
de tal decisión?.
Con uñas y dientes o, lo que es lo mismo, con una
resistencia férrea como la que muestra la familia Rodríguez (apellido
ficticio) preadoptante de la niña, Piedad (también nombre ficticio), que
asegura: "No vamos a entregarla, a menos que nos la quiten, porque aquí
no se discute el derecho de unos adultos, sino el derecho al bienestar de una
menor".
Esta máxima preside su relato de los hechos, que evita
enjuiciar a la madre biológica y su capacidad, o no, actual para hacerse
cargo de la niña. Sí recuerdan que la niña fue declarada en desamparo, a raíz
de que pasó varios días durmiendo en la calle, ya que la madre acampó
frente al Ayuntamiento de Las Palmas para quejarse por su falta de vivienda.
Éste y otros problemas aconsejaron la medida.
Piedad entró en una primera casa de acogida con sólo
siete meses de edad. Poco después pasó a otra y así transcurrieron tres años
de su vida. Al cabo de ese tiempo, pasó al sistema preadoptivo y es el modo
en que entra a formar parte de esta amplia familia tinerfeña, que la
convierte en su sexto hijo.
"Llegó con déficits impresionantes, tenía
problemas emocionales, respiratorios, dermatológicos y no sabía
masticar", explica la madre preadoptante sobre el estado en que llegó la
niña, y que los médicos atribuían a un sufrimiento psicosomático por la
falta de la figura materna, agrega. "También tenía miedo cuando la
llevaba al colegio de que no volviera a recogerla".
A diferencia de entonces, Piedad da muestras ahora de
estar integrada y de haber mejorado su salud. No porque lo diga su familia
preadoptante, sino porque así lo garantiza la Dirección del Menor.
Lo narrado sería el principio de un final feliz, sino
fuera porque el Juzgado Número cinco de Las Palmas admitió a trámite la
demanda del derecho de visitas de la madre biológica, "pero la jueza va
más allá y concede a la madre lo que no se había pedido en la demanda
inicial", dicen los Rodríguez.
Puesto que los padres preadoptantes tienen derecho a ser
parte del procedimiento, piden personarse en el juicio, "pero se celebra
-en abril de este año- sin nosotros", lamenta esta familia, que
encuentra una "obcecación peligrosa" en la sentencia, "que no
se corresponde para nada con los expedientes judicial y administrativo".
De hecho, la Dirección General del Menor emite un
informe para rebatir la posibilidad de que la niña vuelva con su madre biológica,
y las consecuencias negativas que eso puede tener, así como porque no se ha
escuchado ni a los padres preadoptantes ni a la niña. "Pero su óptimo
estado de bienestar no es atendido y sólo se defiende el derecho de los
adultos", reprocha la madre preadoptiva.
Desoídos y acosados
A partir de entonces esta familia no sólo se queja de
que ha sido desoída, sino también "acosada", puesto que desde que
la juez dictó sentencia a favor de la madre biológica ha puesto todo su empeño
en que se ejecute.
Eso no suele ser lo habitual en una sentencia en primera
instancia, advierte esta familia, como no lo es que no puedan recurrir a la
Audiencia Provincial o al Tribunal Superior de Justicia de Canarias, debido a
que la magistrada no da traslado a otra sala del recurso de apelación.
Por ello, los Rodríguez han elevado un recurso de
amparo al Constitucional, lo que, sin embargo, no ha paralizado la decisión
de la juez, que persiste en ejecutar su sentencia.
Para ello, ha emitido hasta la fecha unas ocho
providencias en las que reclama que la niña sea entregada en un punto de
encuentro familiar para su devolución. Su empeño parece probado cuando una
de las providencias la realiza en pleno mes de agosto, un mes inhábil en los
juzgados.
Al menos la última de ellas está dirigida al director
general de Protección al Menor y la Familia, José Luis Arregui, de quien
espera que "recupere la custodia de la niña y la entregue en el punto de
encuentro el próximo 6 de diciembre", con la advertencia de que "de
no ser entregada, se le considerará presunto autor de un delito de
desobediencia a la autoridad judicial y obstrucción a la justicia".
La misma advertencia que viene recibiendo una y otra vez
esta familia, huida hasta la fecha de la "injusticia".
procedimiento
La Dirección del Menor recurre.
Fuentes de la Consejería de Empleo y Asuntos
corroboraron ayer la argumentación de esta familia, y aseguraron que este
departamento, a través de su Dirección General de Protección al Menor ha
presentado un recurso contra la decisión del Juzgado número 5 de Primera
Instancia de Las Palmas. No obstante, admiten que están obligados a a acatar
la sentencia de la juez, mientras prosigue el procedimiento.
Varias asociaciones de defensa de los derechos de la
infancia locales y nacionales están apoyando a esta familia. En concreto, una
de ellas, y en nombre de los Rodríguez, ha interpuesto una queja ante el
Consejo General del Poder Judicial "por supuesta desviación de poder en
el ejercicio de la función jurisdiccional" y un recurso ante el
Constitucional enfocado a los derechos de la niña, que consideran vulnerados.