NOS FUE
CONQUISTANDO UNO A UNO CON SU SONRISA
Desde hace 6 años pertenezco a la familia de Sole: Hace 2 años y algo estábamos
todos en el aeropuerto para recibir un nuevo miembro más: era Piedad.
Estábamos todos, madre y padre, hermanos, abuela, tías,
tíos, primos y muchos amigos por parte de Soledad (su madre) Fue una
llegada precipitada pero muy deseada por todos.
Allí estábamos
con globos, felices, sonrientes y llenando nuestras inquietas miradas con su
presencia tan diminuta y tan frágil. Ella llego agarrada al cuello de su madre
y así estuvo toda la tarde.
A los 4 días
cumplía la abuela 80 años y fuimos todos de nuevo a celebrarlo juntos. Solo
habían pasado 4 días y Piedad ya parecía que estaba con nosotros desde hacia
mucho tiempo, revoloteaba al lado de su hermana, de sus primos, pero en cuanto
no veía a su madre por los alrededores, salía corriendo para buscarla y
echarse de nuevo en sus brazos.
Nos fue
conquistando uno a uno con su sonrisa, con esos ojos negros preciosos que tiene
y esa generosidad en cada uno de sus actos, era su forma de darnos las gracias
por quererla (y es tan fácil quererla...)
No quiero
hablar de mezquindades, ni de jueces que juegan a ser Dios, ni de la impotencia
ni de la rabia que siento. quiero hablar de como es ese rayo de luz que nos
ilumino a todos.
Es una niña
agradecida, educada, con un corazón enorme, con una forma de amar a los suyos
que ya quisieran algunos poder sentir. Es una superviviente de la vida con solo
5 añitos.
Le voy a
contar algo mas: Uno de los últimos días q pase con ella, estaba en mi casa y
subimos a la azotea a subir a mi perrita, de pronto vi una luna increíble y
Venus a su lado, la cogí de la mano y le dije " mira. te voy a decir
algo que quiero que recuerdes por mucho tiempo ¿ Tu ves esa estrella que esta
cerca de la luna?....pues se llama Venus y es la primera estrella que sale. Cada
vez que la mires. yo estaré mirándote, comprendes P...?.
Ella me
miró con esos ojos tan inocentes y me dijo... ¡ vale!. Y así nos bajamos para
la casa.
Quise
decirle en ese momento que siempre estaría dentro de mí, que nunca dejaría de
quererla, que ojalá no pasara lo que al fin paso, que no sufriera, que no
dejara de sonreír, que no nos olvidara.
Ahora,
Venus tiene cara de niña con rizos de oro, de sonrisa feliz, de ternura.
Seguramente ella ni la vera, ni se acordara de mis palabras pero para mí es
como verla cada tarde, cada noche despejada, pero no puedo ni un solo segundo
conseguir verla sonreír. Ojalá así fuese, ojalá Venus me pudiera decir algo
bonito al oído de ella, pero sé que no lo hará porque su sonrisa se ha
borrado y con ella parte de la nuestra. La familia no esta completa sin ella,
sin sus risas, sin sus apretados besos que tanto le gustaba dar.
Josefa Salas Vázquez
Puerto de la Cruz, Tenerife,
6/06/2007
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