Jueces
LUNES,
18 DE JUNIO DE 2007
El Gongo Iosune
Nieto Lacunza, redactora Diario El Día
NO HACE MUCHO, alguien me dijo que
a los jueces sólo los juzga Dios. Vana espera. Principalmente para los ateos,
pero también para el resto de mortales, ciudadanos, administrados, penados y víctimas.
La justicia es noticia en España, desde esta acotación al margen que son las
Islas Canarias hasta una Cataluña atónita ante un mal gestionado caso de
violencia sobre una menor, de tan sólo seis meses de edad, que pudo haber
repetido y sufrido lo que aquella otra niña, Alba, salvada in extremis de su
torturador, pero cuyas secuelas quedarán para siempre en su vida. En Canarias,
todavía duele nombrar el nombre de "Piedad". Y más duele si uno se
detiene a pensar qué hará la niña en un centro de acogida para menores en
desamparo, en cada hora de un día, alejada desde hace más de un mes de cuantos
quería y la querían. Aún lo siguen haciendo, aunque sólo les queda
expresarlo en desesperadas cartas que quieren que un día pueda leer. Quizá un
modo anticipado de pedirle perdón.
Lo que todos deberemos hacer,
especialmente (vuelvo a lo que aquí me trae) la justicia, que nunca la defendió.
Aunque lo aseguraba en sus escritos, ofuscada como ha estado en que la niña debía
cumplir la ley. "Niño, cómete la sopa, o llamo a la jueza", rezaba
una tira de humor... ¿negro? en un diario local en plena crisis de esta polémica
preadopción y por la misma época en que dos niñas de Santa Cruz también eran
víctimas de una más que polémica decisión judicial. Resultaba atrevida y
descarnada, pero reflejo fiel de la justicia como amenaza. Y ocurre demasiadas
veces cuando se trata de menores y otros asuntos de familia. La balanza que
representa a la Justicia garantiza exclusivamente la equidad en las decisiones,
no la infalibilidad, aunque hay quien se lo ha creído. Y se repite con
demasiada asiduidad que cuando un magistrado o fiscal fallan estrepitosamente -o
malinterpretan su poder, que de todo hay-, la justicia se diluye hasta no haber
quien juzgue al juzgador. Para eso, y me lo advirtió un renombrado fiscal, sólo
está Dios.
JUECES,
JUECILLOS Y JUEZONES
Martes, 19 de Junio 2007
José Luis Calvo Casal, Portavoz
de Prodeni
Iosune Nieto, redactora de El
DÍA, de Tenerife, no ha dejado pasar la ocasión de criticar a los jueces con
un atinado estilo, mordiente e irónico, que no esconde el testimonio de su
denuncia. Que un renombrado Fiscal le haya dicho que a los jueces sólo los
juzga Dios nos planta de frente ante un poder no pocas veces inmisericorde, en
especial cuando sus víctimas son seres inocentes que no se pueden defender, a
quienes castigan diciendo que lo hacen por su bien como aquellos padres
autoritarios zurraban la badana de sus hijos hasta brotarles sangre para
que la ley y el orden imperasen en el hogar. Yo no sé si los jueces han gozado
alguna vez del favorable predicamento del personal, me parece que siempre han
sido unos seres lejanos, a veces temibles en sus decisiones y que aún hoy en día
envían a la cárcel a no pocos inocentes. La Justicia es un cachondeo, dijo
aquel preclaro político desaparecido en la riada electoral de Jerez, y que se
llama Pedro Pacheco, y que por poco lo envían a la cárcel si no fuera porque
ya estábamos en un régimen constitucional y la querella se archivó. Jueces,
juecillos y juezones los hay por ahí y sálvese el que pueda, a menos que te
toque alguno que antes de juez se haya sentido persona, gente de carne y hueso,
hombre de calle, débil como los demás, y sereno ante la Justicia, lo
lamentable es que ese tipo de jueces no sé si es una especie a extinguir o son
personajes raros que se han equivocado de profesión, porque lo general es lo
que opina la ciudadanía y, como se sabe, el pueblo soberano siempre tiene razón,
y ¿saben lo que dice el pueblo soberano? que la Justicia es un desastre (lo
opina más del 90% de los españoles según encuesta del CIS). Así que,
Iosune Nieto, redactora de El DÍA, muy bien."
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