Cuenta Hernández que cuando se hizo
cargo de la defensa de Soledad Perera ya explicó a ésta que no tenía
ninguna duda de que iba a ser condenada en primera instancia. “Porque no
creo yo que la juez de lo Penal nº1 de Las Palmas vaya a enfrentarse con el cúmulo
de errores judiciales y nulidades que existen en esta causa. Hay que tener
mucha experiencia, mucha madurez jurídica para analizar con el nivel que esto
requiere toda esta causa y este proceso”, observa quien también fuera
Fiscal General del Estado.
Según Hernández, se podía prever el
resultado de la sentencia, “en primer lugar, porque faltaban documentos en
el proceso que tuvo que aportar al final. Y luego, a raíz de los
acontecimientos del juicio yo no tenía ninguna duda que la sentencia iba a
ser condenatoria”. Ahora dice le queda la esperanza de que en la apelación,
al ser responsable un tribunal colegiado en el cual podrá hablar
detenidamente sin ser interrumpido, como ocurriera en Las Palmas, alberga la
esperanza de que el asunto “vaya a calar profundamente en la Audiencia”.
“Ya le dije yo a ella que este era un tema de largo recorrido y que esta
causa necesitaba una jurisprudencia del más alto nivel de la Nación. Lo que
me hubiese extrañado a mí es que hubiese una sentencia absolutoria”,
cuenta.
“Al final de mi informe le dije a la
juez, usted tiene dos caminos: Uno, dictar una sentencia como la que se dictó
anteriormente, (que también la condenaron por desobediencia), en la que no se
entra de lleno en el análisis riguroso de uno de los delitos más complejos
que hay en el Código Penal, el delito de desobediencia; es decir, simplificar
el tema y condenar o absolver; y la otra salida es entrar de lleno en
responder a todas y cada una de las cuestiones que se planteen en este juicio.
La ley obliga a la juez a analizar todas las cuestiones planteadas.
Evidentemente ella optó por la salida más fácil, porque abrir la caja de
los truenos que aquí hay es demasiado pedirle a la juez”, afirma Eligio
Hernández.
Sin embargo, a su juicio es
“inevitable” que el cúmulo de errores judiciales y de la Administración
que rodean al “caso Piedad” salgan a relucir, “porque todavía quedan
instancias judiciales con más experiencia que analizarán la cuestión para
bien o para mal, para condenar o absolver, con más detenimiento. Ya le dije a
Sole en su momento que había que agotar todas las instancias posible, porque
este es un tema de altos vuelos que los tribunales superiores de la Nación
merecen reflexionar sobre esta cuestión, que plantea muchos problemas”,
dice el abogado.
En este sentido, insiste en que en todo
este asunto ha habido “tal cúmulo de errores judiciales y de la
Administración, de la Dirección General del Menor, que pensar que se van a
subsanar en la primera instancia es una quimera. No nos engañemos. Esto
requiere un tribunal de mucho más peso para entrar a resolver cuestiones muy
complejas que en mi opinión exceden de la experiencia profesional y de la
preparación técnica de una juez de instancia”.
¿Prosperará la denuncia que él
presentara contra la jueza tras el juicio del pasado 26 de febrero?
“Yo lo que trato es precisamente de
sensibilizar al poder judicial y a la judicatura en Canarias de un tema que no
puede continuar en el silencio, no puede permanecer de espaldas a la opinión
pública, al pueblo soberano del que dimana la Justicia. Lo que he pretendido
precisamente es darle esa dimensión pública a una cuestión que debe ser
objeto de una prioridad analítica por parte de la Administración de
Justicia”, responde Eligio Hernández cuando se le pregunta por si la
denuncia que presentara contra la jueza del Juzgado de lo Penal nº1 de Las
Palmas prosperará.
“No sé al final en qué se va a
traducir ese expediente. Yo decía que más que plantear una sanción
administrativa, se trata de plantear la capacidad de la juez para administrar
justicia penal; en una persona de sus condiciones, con esa actitud que mostró
en el juicio. En mi opinión no reúne condiciones para administrar la
Justicia Penal, que requiere una elevada dosis de ecuanimidad y de humildad
que ella no demostró tener”, concluye el abogado.