El escándalo
"Piedad"
Diario El Dia, 2/12/2008 El
Gongo Raul Sánchez Quiles (redactor de El día)
LA ASOCIACIÓN Prodeni denunció hace unos
días que la niña mártir del sistema conocida como Piedad ha vuelto a ingresar
en un centro de menores sólo un año y medio después de ser entregada, por
orden judicial, a su madre biológica. A Piedad la arrancaron de su hogar
preadoptivo en La Orotava cuando sólo tenía 5 años, fue un secuestro legal
que la apartó de la única familia que ha conocido y la llevó de regreso al
infierno. La niña, que tiene ahora siete años, reside desde hace un mes en el
cuarto centro de menores de su corta existencia. Un escándalo que la Dirección
General del Menor del Gobierno de Canarias ni confirma ni desmiente. Un escándalo
que no dará lugar a ningún encarnizado proceso judicial como el que aún
continúa abierto contra la familia que sólo quiso evitar un daño irreparable
a una niña desvalida. Tenían razón, pero la Justicia es, a veces, ciega,
sorda, muda e implacable.
La noticia es terrible, pero no
inesperada, ni mucho menos imprevisible. Esto se veía venir, pero algunos se
empeñaron en devolver a Piedad a su madre biológica, cuyo principal mérito es
haber parido una vez a una hija que otros han atendido y criado en al menos 5 de
sus 7 años de vida. La noticia desgarra, pero seguro que la jueza del Juzgado
de Primera Instancia de Las Palmas que tanto luchó para que Piedad volviera a
Gran Canaria seguirá durmiendo a pierna suelta; seguro que nadie la va a
sancionar, ni siquiera a investigar por ser, presuntamente, la principal
responsable de un estrepitoso fracaso que sólo pagará una niña destrozada. En
Menores tampoco reinará el insomnio ni la culpa, allí prefieren el silencio y
el oscurantismo, que el temporal pase y la niña se siga pudriendo en vida.
El 19 de diciembre de 2006, en esta
columna escribía: "Resulta difícil imaginar qué castigo merecería un
error del calibre de una niña de cinco años. Si el tiempo demuestra que todos
tenían razón, menos la jueza, en el diccionario y por la i aparecen, por ese
orden, cuatro palabras clave: inhábil, inhabilidad, inhabilitación e
inhabilitar". Ha pasado el tiempo y ahí está Piedad, en otro centro de
menores. El 22 de julio de 2007, este periodista decía: "Si nadie lo
remedia antes, el 14 de septiembre de 2019 sí habrá que escuchar a Piedad.
Tendrá 18 años, será una adulta y podrá aclarar qué piensa de la Justicia.
Lástima que en este país no se puedan pedir responsabilidades penales a los
jueces por sus sentencias". Una verdadera lástima y una enorme vergüenza
colectiva.
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