"Caso
Piedad": Cultura Jurídica y "Jueces Dependientes"
Revista digital San Borondón Voz
del pueblo martes, 24 de marzo de 2009
Escrito por Armando
Marcos, periodista.-
Carta al ex fiscal general
del Estado, Eligio Hernández Gutiérrez
Los diecinueve folios que contiene tu Recurso de Apelación partiendo de
los Fundamentos Jurídicos y de los Fundamentos de Derecho expuestos con
una redacción jurídica impecable, así como la Jurisprudencia que
aportas, es un ejemplo de cómo se debe instruir una causa judicial con
rigor, asepsia, independencia, educación, elegancia y con Cultura Jurídica.
Hacía tiempo que no leía
Literatura Jurídica tan escasa o inexistente en el mundo de la abogacía
donde la Cultura Jurídica brilla por su ausencia. En tu escrito de
Apelación, hablas del uso de los derechos, del uso de la conciencia,
del uso de la libertad de prensa, de la cuestión de principios.
Porque, -y así lo pienso-, un juez es un ser humano y no un simple
intérprete de la Ley o un autómata y ejecutor del Código Penal y
del Código Civil.
Un juez tiene que ser un
escuchante de las palabras, de los testimonios, de la verdad. Un buen
juez tiene que actuar respetando la Constitución que es sagrada.
Pero, para juzgar en un Estado de Derecho, el juez tiene que ser
consciente de que debe arbitrar constitucionalmente abandonando las
lecturas de los "programas de los Partidos Políticos";
abandonando el "parentesco político"; abandonando las
"simpatías" o militancia con los Partidos Políticos. El
Juez ha de votar libremente sus ideas políticas en las urnas. Jamás
en la Sala de Vistas, ni en el Juzgado que es un lugar sagrado para
arbitrar y juzgar. Nunca para sentenciar con "los programas
electorales" ni con la militancia política.
La Independencia del Poder
Judicial no puede contaminarse ni depender del Poder Ejecutivo ni del
Poder Legislativo. En casos judiciales donde aparezca la sombra de la
duda o de la confusión, son deseables las visiones de conjunto, las síntesis
que explican causas y ofrecen remedios. La jueza del "Caso
Piedad" da la sensación de actuar con Dependencia. No desde la
Independencia. Dejo claro desde mi conciencia mi ausencia absoluta de
"animus injuriandi". Me limito a ejercer mi derecho
constitucional de Libertad de Expresión.
En esta crisis económica
galopante, también galopa al filo del abismo la crisis de la moral,
la crisis de los principios, la crisis de la familia, la crisis de una
Iglesia ebria de soberbia y huérfana de humanidad, la crisis de la
política cada día más podrida y enfangada en el pantano de la
corrupción, la crisis de la Justicia, la crisis de la Cultura Jurídica,
la crisis de la Verdad, la crisis de la Amistad, la crisis de las
Lealtades.
Leyendo como he leído tres
veces la redacción de tu Recuros de Apelación en el caso de la niña
Piedad, llego a la convicción de que se hace necesario y urgente
publicar un libro que hable de CULTURA JURÍDICA. Algunos abogados,
jueces y fiscales no tienen CULTURA JURÍDICA. El Consejo General del
Poder Judicial (CGPJ) debe velar con celo profesional e independiente
para que determinados "jueces" ineptos que carecen de todo
fundamento técnico-legal para ejercer la magistratura, sean
sancionados y apartados del sagrado ejercicio de impartir Justicia.
El CGPJ debe inhabilitar o
expulsar de la Judicatura a los jueces "dependientes" que
avalan cualquier disparate, cualquier bobería, cualquier torpeza. En
mi humilde apreciación y opinión como libre observador y lector
imparcial del "Caso Piedad", con todos mis respetos y
consideración al honor, a la dignidad y a la imagen de su señoría
María Gabriela Ramos, sin "animus injuriandi", creo que la
jueza evidencia torpeza jurídica, inmadurez profesional e incultura
jurídica.
Un abrazo.
Armando Marcos.
Periodista.-
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