PRODENI

Ir a Página principal

 

PIEDAD, DOS MESES Y NUEVE DÍAS: CONTINÚA EL INJUSTIFICADO ENCIERRO DE LA MENOR.

A PUNTO DE CUMPLIR 6 AÑOS, MÁS DE LA MITAD DE SU VIDA TRANSCURRE EN CENTROS DE MENORES.

PRIVAN A SU HERMANA DEL DERECHO DE VISITA.

 -16 de Julio 2007-

 La hoja de servicios de PIEDAD no deja lugar a dudas, a menos de dos meses para que cumpla seis años, lleva más de la mitad de su vida residiendo en centros de menores (tres centros contando el actual) En sus casi seis años sólo ha conocido la estabilidad y el amor de una familia durante los dos años que estuvo conviviendo con sus acogedores preadoptivos, entre Marzo de 2005 y Mayo de 2007,  pues de los primeros ocho meses de su existencia, cinco los pasó en albergues de caridad y otros tres dando tumbos en manos de una madre con graves problemas e incapacidad para criarla, por lo que en Marzo de 2002 la Fiscalía ordenó su retirada.

 Dos meses y nueve días lleva PIEDAD en el actual centro de acogida del Cabildo de Tenerife, que sumados a los primeros cinco meses de vida en albergues, y a los tres años transcurridos en dos centros de menores -entre 2002 y 2005- son más de la mitad de su vida institucionalizada.

 La vuelta al centro de menores - 10 de Mayo 2007- fue la línea roja que no se tenía que haber traspasado porque rompió un proceso de feliz integración, injustamente abortado por una decisión judicial que nunca tuvo en cuenta a PIEDAD como persona, sus necesidades e intereses, sólo los de la madre biológica. Se le arrebató a su madre, la que ella quiere, para imponerle otra.   

 PRODENI ha dicho: Se han suspendido las visitas de la madre biológica porque perjudican a la menor, y lo sostiene aunque alguien de parte diga lo contrario agarrándose al hierro ardiendo de que no ha habido una resolución judicial, cosa que es cierta pero no contradictoria, pues PRODENI en ningún momento aludió a fuentes judiciales para dar su información y sus fuentes son de toda solvencia.

 ¿Qué sentido tiene mantener a PIEDAD aislada e incomunicada de su familia afectiva? ¿Por qué no se le permiten ciertos contactos y noticias, por ejemplo, con su hermana de 9 años, que ésta ha solicitado por escrito? ¿Por qué se la sigue injustamente castigando?

 

IMPIDEN LOS CONTACTOS O VISITAS DE SU HERMANA DE 9 AÑOS

 La Audiencia Provincial tildó de negativa la influencia de los padres preadoptivos tras recibir un informe de los primeros días de encierro de la menor porque lloraba, clamaba por ellos, y rechazaba a la madre biológica. Días después ( 28 de Mayo 2007) la familia solicitó por escrito para LIBERTAD, de 9 años (nombre ficticio de la hermana de PIEDAD) el derecho de visita, porque se encontraba muy triste y pedía verla. Desde entonces nada se sabe, lo que viene a resultar que por parte de la autoridad judicial se está produciendo la negativa de hecho a que LIBERTAD contacte con su hermana aunque sólo sea por teléfono. Esto no tiene ni lógica ni humanidad cuando además se han suspendido las visitas a la parte biológica.  

 

HAY QUE CAMBIAR A LOS JUECES

 PRODENI viene diciendo en público y en sus denuncias ante el Fiscal General del Estado que la actuación judicial sobre PIEDAD ha sido injusta e ilegal porque contraviene principios jurídicos esenciales que garantizan la prevalencia de los intereses y necesidades de los menores sobre los de parte por muy legítimos que éstos sean. Hay voces y expertos que hablan últimamente de la necesidad de un cambio legislativo para evitar que sigan apareciendo acciones judiciales pretendidamente exquisitas con la ley pero que vulneran los derechos de los niños. La opinión de PRODENI, expuesta a la Fiscalía General y al Ministerio de Justicia, es que más que cambiar la legislación -que también habrá que hacerlo- lo que hay que cambiar es a los jueces y magistrados, o, lo que es lo mismo, que los Juzgados de Familia (cuya extensión a todo el territorio nacional también se requiere) estén cubiertos por jueces especialistas en familia, formados expresamente para el cargo, de igual modo en las Audiencias Provinciales, salas especializadas en Familia con magistrados especialmente formados.

 ¿Qué ha sucedido con PIEDAD? En primera instancia, una jueza proveniente de lo penal y que ahora (según ella misma ha dicho públicamente) pide el traslado a lo mercantil, mantuvo, nada más y nada menos, que la menor fuera entregada de forma inmediata – sin mediar preparación alguna- a la madre biológica. Evidentemente, la titular de dicho juzgado demostraba una absoluta falta de preparación para entender asuntos en los que los niños y las niñas son personas titulares de derechos, y no meros objetos o mercancía de litigio, que es como realmente la trató.

En la Audiencia Provincial los magistrados no han modificado la cuestión de fondo, pero si la forma al decidir que la entrega debería quedar antes condicionada al internamiento de la menor en un centro y al correspondiente trabajo de los profesionales para acercarla a la madre biológica, de tal manera que si tales acercamientos no fructificasen, la entrega no se produciría. Sin embargo, el matiz diferenciador entre la sentencia de la jueza de familia y la de la Audiencia Provincial,  no la ha liberado del brutal aislamiento e incomunicación a que está siendo sometida, utilizando la Audiencia a la institución de Menores a modo de “calzador” para que PIEDAD encaje en un “zapato” en el que no hay forma de que entre, privándola de aquel -su familia preadoptiva- en el que encajaba perfectamente. Es una Cenicienta al revés.

 

EL RECURSO AL MIEDO

 Merece la pena recordar el recurso al miedo de los magistrados de la Audiencia Provincial que puso en guardia a los medios de comunicación con la amenaza de interposición de querellas por informar del caso PIEDAD. Y es que a pesar de que la acción judicial era merecedora de la sana crítica de quienes entendían que se conculcaban los sagrados derechos de PIEDAD, los magistrados de la Audiencia Provincial (Sala 3ª Civil) de Las Palmas, arremetieron amenazando a todo el mundo con el anuncio de interposición de querellas, cuyo efecto, por desgracia, se dejó notar, y, como quiera que últimamente aquí todo dios se judicializa, lograron los magistrados parcialmente silenciar las críticas y las noticias sobre el caso, salvo algunas excepciones, entre ellas PRODENI, que no han dejado de seguir insistiendo, amparados por el derecho constitucional a discrepar de las medidas que adopte cualquier poder del Estado, también el judicial, por supuesto.   

  Y si PRODENI sostiene que hay que cambiar a los jueces y magistrados cuyas acciones responden a claves de otro tiempo, se está refiriendo en concreto a quienes han adoptado las injustas medidas sobre PIEDAD, a quienes están provocando ese maltrato institucional derivado de un internamiento no querido por ella, a quienes imponen ese brutal aislamiento e incomunicación que de por si debiera bastar para que las fuerzas vivas de las Islas Canarias se rebelen por el trato indebido y cruel a una ciudadana, que lo es de pleno derecho.  

  Nadie está autorizado - y mucho menos quienes por su profesión se dedican a impartir justicia- a meter miedo a la gente porque se discrepe o critique, cuando la discrepancia y la crítica se sostienen en razones como las del caso PIEDAD. De otra forma habría que retomar aquella sentencia de Francisco de Quevedo que decía: “Donde no hay justicia es malo tener razón”, exactamente lo que habrán percibido profesionales de los medios de comunicación y otros responsables sociales e institucionales al sentir tan cerca el aliento de los magistrados.

                                                *************