La Justicia
europea necesita adaptarse a la infancia
Interior y Justicia
15 de May de 2015
Centenares de miles de niñas y niños europeos
se ven envueltos cada año en procedimientos judiciales. El último
informe de la Agencia de Derechos Fundamentales de la UE (FRA) pide
«mayores esfuerzos» para responder a sus necesidades y conseguir así
un sistema mejor adaptado a las condiciones de la infancia, un paso
crucial para «garantizar el interés superior, así como para mejorar
la protección y participación significativa» de los más pequeños.
‘Justicia
adaptada a la infancia: perspectivas y experiencias de los
profesionales’ (Child-friendly
justice: perspectives and experiences of professionals on children’s
participation in civil and criminal judicial proceedings in 10 EU
member States) desgrana, a través de más de sus 133 páginas,
cómo en los últimos años ha mejorado el derecho de los menores a ser
escuchados, especialmente en los procedimientos penales. En el
ámbito civil queda sin embargo mucho por hacer pues, según denuncia
FRA, «en muchas ocasiones se decide no escucharles».
El director
provisional de la entidad, Constantinos Manolopoulos, entiende que
«no podemos permitir que los niños se sientan desconcertados o
estresados cuando participan en procedimientos judiciales. La UE y
sus Estados miembros tienen la obligación de garantizar el respeto y
el pleno cumplimiento de los derechos de los niños».
La Convención de
Naciones Unidas sobre los derechos del Niño (CDN), ratificada por
todos los Estados miembros, aborda la cuestión de cómo mejorar la
protección de la infancia en los sistemas judiciales. El Consejo de
Europa ha elaborado asimismo unas directrices especiales al
respecto. Se trata de una problemática que sólo en 2010 afectó a
cerca de 74.000 niñas y niños víctimas de delitos y a otros 495.000
afectados por el divorcio de sus padres, contando sólo casos de 11
países de la UE.
La investigación
llevada a cabo por la Agencia de Derechos Fundamentales de la UE
subraya que la situación de este grupo etario varía de forma notable
«no sólo de un Estado miembro a otro, sino también dentro de los
propios países». En consecuencia, piden establecer y supervisar
sistemáticamente normas y directrices, de forma clara y coherente.
El equipo de investigación del FRA exige asimismo la necesidad de
adoptar medidas destinadas a mejorar la concienciación sobre esta
cuestión, velando en particular por una formación especializada de
las y los profesionales.
Separación de acusados
y menores
El informe completo sólo está
disponible en inglés, pero puede descargarse una
versión reducida en castellano, con una veintena de páginas.
Entre las conclusiones, destacan la frecuencia con que las
legislaciones nacionales incluyen disposiciones sobre el derecho a
la información, cuando «en la práctica los métodos empleados para
informar a los niños varían notablemente». Según este organismo, la
confianza de éstos «aumentaría si se les proporcionara, de forma
regular durante el transcurso de los procedimientos, información y
materiales adaptados a su edad».
La mayoría de los Estados
miembros ha adoptado ya medidas para garantizar que también este
segmento de la población disfrute plenamente de su derecho a la
intimidad y a la protección frente a daños o frente al riesgo de
volver a sufrir una experiencia traumática. Sin embargo, la
institución con sede en Viena (Austria) alerta de que el uso de
medidas de protección suele ser escaso en la práctica.
¿La solución? La publicación
aboga por «proporcionar una protección adecuada a los menores. Haría
falta extender y normalizar, en salas de audiencia y comisaría de
policía de la UE, prácticas como el establecimiento de salas
separadas para menores y acusados, con el fin de evitar todo
contacto entre éstos», así como la utilización de grabaciones y
conexiones de video por parte de profesionales con adecuada
formación.
Y es que, una de las lacras en las que insiste la
Agencia es la formación, pues «a pesar de las disposiciones legales
acerca de la igualdad de trato, el personal suele carecer de los
conocimientos especializados necesarios para tratar con niños en
situaciones vulnerables, como los niños con discapacidades o
pertenecientes a minorías étnicas».
La investigación
está basada en una serie de entrevistas a profesionales que
mantienen un contacto diario con estas niñas y niños, a lo largo de
una decena de países de la UE: además de España, Alemania, Bulgaria,
Croacia, Estonia, Finlandia, Francia, Polonia, Rumanía y el Reino
Unido. En total, entre julio y diciembre de 2012, FRA ha consultado
a 570 jueces, fiscales, abogados, personal de juzgados, psicólogos,
trabajadores sociales, intérpretes y agentes de policía. Se han
utilizado asimismo las diferentes bases de datos de la Comisión
Europea.