lavozdegalicia
https://www.lavozdegalicia.es/noticia/educacion/2019/01/11/vale-evaluacion-alumno/00031547219691776821179.htm
¿Y si es el profesor el que suspende?
La asociación de estudiantes
Canae coló entre las enmiendas a la ley Celaá la evaluación de
profesores por parte de sus estudiantes
Los
alumnos de la asociación Canae quieren que los estudiantes
tengan voz
Mañana, la ministra Isabel Celaá
hablará en el Congreso sobre la nueva ley de educación,
y se sabrá si incorpora una enmienda que aprobó en el Consejo
Escolar para que los alumnos de ESO (de 12 a 16 años)
evalúen a sus profesores, solo a título informativo.
Fue una de las alegaciones aceptadas o no rechazadas por los
representantes del ministerio en el Consejo, y según dijo la
ministra, en esos casos se incluirá la enmienda en la ley. Desde
el ministerio no hay compromisos: «Se tendrán en cuenta las
enmiendas que mejoran el anteproyecto». Pero, ¿y si se acepta?
La gran duda podría ser si esos estudiantes
valorarán de forma positiva al profesor divertidofrente
al buen docente. Según Arthur Poropat, profesor titular de
Psicología Aplicada en la Universidad de Griffith (Australia),
lo más probable es que sí: «Los
estudiantes no saben lo que es mejor para su aprendizaje»,
sostiene. Su tesis, apoyada en varios estudios que cita enTheconversation.com,
las investigaciones detectaron que los estudiantes
consideraban mejores a los profesores que les ponían buenas
calificaciones; cuando valoraban bien a su docente, la
siguiente nota (con ese mismo docente) era buena; cuando lo
calificaban mal, eran buenas las notas del año posterior. Esto
se explica, dice Poropat, porque «los estudiantes a menudo
asumen que el aprendizaje depende de lo inteligentes que sean y minimizan
el valor del trabajo duro», por lo que «asumen que leer
o resaltar pasajes en su libro de texto, o simplemente escuchar
una conferencia, es suficiente para producir aprendizaje»;
frente «a las tareas que requieren mucho tiempo y esfuerzo, que
son consideradas menos eficientes para su aprendizaje, a pesar
de que se ha demostrado que producen el mayor
aprendizaje».
«Su opinión debe importar»
Por tanto, ¿vale de algo la opinión de los
estudiantes sobre su profesor? ¿Existe algún parámetro cuya
aportación sea útil? Según familias, sindicatos y profesores
gallegos consultados, es posible, pero nunca pueden ser la base
de una evaluación docente.
Los que
lo ven bien
Uno de los mayores defensores de esta medida
es Juan Sanmartín, profesor de secundaria en un colegio
concertado de O Carballiño y un referente en el uso del móvil en
el aula: «Sí deben opinar los alumnos, yo lo contemplo en la
programación de aula -explica-. El alumno puede expresar
su opinión, que puede servir para mejorar la práctica docente.
Muchos compañeros, y me refiero a redes (como Claustro
Virtual) pasan cuestionarios anónimos a los alumnos para
saber su opinión, un indicador que puede ayudar al
docente. No olvidemos que ellos son el centro del
aprendizaje y quienes reciben la información, su opinión
debe importar». Claro que todo tiene matices: «Esta
valoración tiene que ser analizada con todos los parámetros que
pudiesen verse afectados, la dificultad de la materia, la
población a la que se ha realizado la encuesta... Tenemos que
tener en cuenta que en esta edad los alumnos son bastante
influenciables, tienen una visión de la realidad propia y los
datos deben ser claramente tratados».
«Veo más problema en el cómo, pero fomentar la
evaluación crítico-constructiva es algo que deberíamos
introducir», opina Emilio Veiga
Emilio Veiga, director
del centro de formación del profesorado (CFR) de A Coruña, es
de los que apoyarían esta medida: «Veo más el problema en elcómo,
tanto por las herramientas de evaluación como de los tiempos de
la misma. Pero fomentar la evaluación
crítico-constructiva y no punitiva es algo que deberíamos
introducir ya con el alumnado de la propia primaria», y
recuerda de varias experiencias que generan una idea de
comunidad muy positiva.
«Algo de pedagoxía crítica
haberá que facer, pero nin máis nin menos que noutras
consultas de opinión»
Fernando Lacaci, vicepresidente de
Anpas Galegas, también lo considera positivo: «Os
estudantes da ESO están capacitados para avaliar se quen realice
as preguntas está capacitado para facelas; tratarase de
preguntar o que a xente desa idade está en condicións de
respostar fielmente; e logo, por suposto, tratarase de saber
interpretar eses resultados. Algo de pedagoxía crítica haberá
que facer, pero nin máis nin menos que noutras consultas de
opinión que se realizan de acotío».
«Los estudiantes pueden transmitir información
relevante»
El parlamentario pontevedrés Guillermo
Meijón (PSOE), miembro de la comisión de Educación del
Congreso, recuerda que «en las aulas los docentes
atienden a la retroalimentación que le proporcionan sus alumnos».
Entiende este maestro que los estudiantes «pueden transmitir
información relevante para el docente, y de hecho la transmiten
en el día a día, aunque sin sistematizar, y por supuesto
contribuyen a la mejora docente». En cualquier caso reconoce que
la evaluación docente debe mucho más amplia que la opinión del
alumnado.
Aceptable, pero con matices
Más reservas tiene María José
Mansilla, representante de las familias de colegios católicos
(Concapa-Congapa), quien cree que «el alumnado de la
ESO estaría convencido de que su valoración es justa, aunque tal
vez no del todo objetiva. Los resultados académicos en las
materias determinarían en gran parte la valoración del profesor
y la evaluación no cumpliría su función: contribuir a mejorar la
acción docente. Pude caerse en valorar solo el producto final y
no su desarrollo». Esta madre y profesora de secundaria apunta a
la dificultad que supone «definir con claridad y con un criterio
único la tarea docente sin olvidar otras características de la
situación de la enseñanza que pueden influir sobre el trabajo
del profesor». Ella es más partidaria de «la autoevaluación
sistemática de la práctica docente con rigor e instrumentos
eficaces, una autoevaluación que debe formar parte inseparable
del rol del docente en cualquier nivel educativo».
«Pretender que los alumnos sean los
examinadores de los profesores es de una gratuidad
insoportable».
Rogelio Carballo, representante de las
familias (Confapa Ceapa) cree que con big data
se puede diseñar una evaluación objetiva sobre un
profesor con datos que hay en el sistema, pero «dentro de un
proyecto de evaluación completo, que tenga en cuenta cuestiones
como la formación continua, la evaluación cruzada con el resto
del profesorado del centro, evaluación por la inspección
educativa, o cualquier otra, la opinión de los alumnos
tendría algún valor como matiz de una imagen mucho más amplia».
Pero «pretender que los alumnos sean los examinadores de los
profesores es de una gratuidad insoportable».
«Sí, si es sobre asuntos muy concretos, como la
capacidad comunicativa, la calidad de las explicaciones o la
adecuación de los exámenes a lo trabajado en clase»
Isabel Ruso, presidenta de los
directores de instituto en Galicia (Addiga), ve útil la
evaluación por parte del alumnado solo «si entendemos que es
sobre asuntos muy concretos, como la capacidad comunicativa, la
calidad de las explicaciones o la adecuación de los exámenes a
lo trabajado en clase». Ella cree que esa comunicación ya se da
en la mayoría de las aulas. Por lo demás, recalca Ruso que
«todos los profesores entienden que debe ser evaluados; eso no
lo discute nadie» pero lo que no aceptaría jamás es que «los
alumnos discutan si sabes o no sabes de tu materia».
«Estoy de acuerdo en ser evaluado, pero no que
lo haga el alumnado de 1.º y 2.º de ESO»
Algunos, como Carlos Varela, inspector
de Educación, creen que el límite está en la edad:
«Estoy de acuerdo con que el servicio debe ser evaluado siempre.
También nosotros, pero no que lo haga el alumnado de 1.º
y 2.º de la ESO. Sí a partir de tercero», que ya tienen
plena participación en el Consello Escolar. «Y estoy
rotundamente a favor en bachillerato y ciclos formativos»,
añade.
De
ninguna manera
Le ocurre a Luz López, secretaria
xeral de la Federación de Ensino de CC OO en Galicia,
que no está a favor da medida porque el sindicato es partidario
«da avaliación xeral de diagnose do sistema
educativo» y en ningún caso le corresponde al alumnado
esa función.
«Pode menoscabar o principio de
autoridade do profesor e a súa liberdade de cátedra»
Tampoco lo ve adecuado Julio Díaz,
presidente del sindicato ANPE en Galicia: «Paréceme
un despropósito. Iso non quere dicir que os profesores e o
sistema educativo non debamos estar sometidos a avaliación, pero
unha con criterios obxectivos e que forme parte, no caso dos
docentes, da súa carreira profesional». Para Díaz, que
los alumnos evalúen a los profesores puede «menoscabar
o principio de autoridade do profesor e a súa liberdade de
cátedra».