Menores transexuales en la
escuela: la familia decide
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Respetar el género y
la vestimenta con los que se sienta identificado el alumno o la alumna,
garantizarle el acceso a los aseos y vestuarios que le corresponda o
adecuar la documentación administrativa al nombre con el que se reconozca,
las medidas más destacadas.
Javier Ramajo

www.atandalucia.org
Las familias con menores
transexuales serán los responsables del trato dispensado hacia éstos en los
colegios andaluces. Los padres y madres decidirán cómo los profesores y
compañeros han de dirigirse y actuar hacia un menor transexual, considerando
siempre el género con el que se siente identificado el alumno o la alumna. Es
la conclusión más importante que se desprende del protocolo de actuación sobre
identidad de género en el sistema educativo andaluz, que este viernes presenta
la Junta de Andalucía, después de que se apruebe la ley en el Parlamento.
El protocolo, que tiene como finalidad
ofrecer pautas que permitan abordar de la forma más adecuada la atención
educativa a los menores transexuales, garantizando el libre desarrollo de su
personalidad y la no discriminación por motivos de identidad de género, es
fruto del que la Asociación de Transexuales de Andalucía (ATA) puso en la mesa
del consejero de Educación el pasado octubre ante la demanda de varias
familias de menores con problemas en colegios públicos y concertados de
Andalucía, que tuvo en el
colegio San Patricio de Málaga el caso más conocido.
El texto, al que ha tenido acceso
eldiario.es/andalucia y que incluye también las aportaciones de la
Asociación de Madres y Padres de Menores Transexuales 'Chrysalis', incluye una
serie de medidas educativas básicas en el centro que se contemplarán en el
plan de convivencia y en el plan de igualdad del colegio, e implica
especialmente al equipo docente a la hora de, por ejemplo, "indicar al
profesorado y personal no docente del centro que se dirija al alumno o alumna
por el nombre con el que acuerden la familia y el o la menor" o "adecuar la
documentación administrativa del centro en aquellas situaciones en las que sea
necesario (listas de clase, boletín informativo de notas, carnet de
estudiante...)".
También, en los casos en los que el
centro no disponga de aseos o vestuarios unisex, "se garantizará que tenga
acceso a los aseos y vestuarios que le corresponda de acuerdo con su identidad
de género". Asimismo, si en el centro es obligatorio vestir un uniforme y éste
es diferenciado, se deberá reconocer el derecho de vestir con uniforme
femenino o masculino en función de la identidad de género. Independientemente
de la exigencia o no de uniforme se garantizará, en cualquier caso, la
igualdad en el uso de cualquier vestimenta.
Se trata de un texto que ha sido
consensuado entre Consejería de Educación y colectivos transexuales. Los
problemas en algunos centros escolares han provocado que su elaboración haya
discurrido paralela a los últimos trámites de la ley de transexualidad, que se
aprueba este miércoles y que exige este tipo de protocolos en ámbitos
específicos. En este caso, se pretende acabar con la discriminación por
identidad de género en los centros educativos, en coherencia con el espíritu
de la ley regional.
El vacío normativo existente hasta la
fecha hacía que los directores de los centros pudieran negarse a tratar de una
u otra manera a los menores transexuales, algo que ya no será posible a la luz
de un protocolo que marca el interés superior del menor en todos los aspectos
relativos a su interrelación con profesores y compañeros, en relación con el
género que los menores sienten como propio, y en la coordinación de posibles
actuaciones conjuntas en su beneficio.
El
objetivo de esta herramienta, de obligado cumplimiento, es prevenir y evitar
situaciones de transfobia, discriminación, exclusión, acoso escolar o
de violencia de género, desde una coordinación institucional que permita
identificar sus necesidades y adoptar, en su caso, medidas que faciliten una
adecuada respuesta educativa y de asesoramiento a los menores, su familia y al
profesorado. El protocolo y las medidas o consideraciones recogidas en él
deberán ser atendidas en todos los centros sostenidos con fondos públicos del
sistema educativo andaluz.
"La transexualidad cuando se manifiesta
en edades tempranas puede presentar una especial vulnerabilidad que se traduce
en problemas de integración y de rechazo social, que en el ámbito educativo
pueden desembocar en un índice de abandono escolar no deseado y fracaso
escolar, con la consiguiente repercusión en el futuro personal y profesional",
argumenta el protocolo.
Detección e intervención inicial
con el alumnado
El texto hace hincapié en situaciones en
las que, por ejemplo, la familia comunica al centro una identidad de género de
un menor escolarizado o en proceso de escolarización. La dirección del centro
educativo trasladará esta información al equipo de orientación para analizar
el caso y poder identificar las necesidades educativas, contando con el
consentimiento expreso del padre, madre o representantes legales.
Además, cuando cualquier miembro del
equipo docente observe en un alumno o alumna la presencia de conductas
transexuales que manifiesten una identidad de género no coincidente con el
sexo asignado al nacer, lo comunicará a la familia a través de una entrevista
donde se recomendará iniciar un proceso de análisis para favorecer su adecuada
integración en el centro.
También se asesorará a la familia sobre
los recursos del Servicio de Salud de atención primaria que le correspondan.
La valoración del menor será remitida al centro educativo, a través de la
familia y previo consentimiento de ésta, con recomendaciones a seguir para la
adecuada respuesta educativa en relación con el género que el menor sienta
como propio.
Como medidas
complementarias, el protocolo también contempla la conveniencia de ofrecer
formación especializada a los equipos docentes y equipos directivos. En
cualquier caso, se incluirá en la oferta formativa la diversidad sexual y de
género, haciendo especial hincapié en el conocimiento de la realidad
transexual, y el protocolo contempla que se impartan talleres de
sensibilización e información al alumnado acompañados de asesoramiento por
profesionales en la materia.