El Defensor
del Menor advierte que falla la inspección de las guarderías
Arturo
Canalda reconoce que "podría haber hecho más" en el supuesto
maltrato de San Blas
DIARIO
EL PAIS 06/03/2007
"Algo falla cuando no se detectan casos como éste". El
defensor del menor, Arturo Canalda, advirtió ayer que Educación debe mejorar
sus inspecciones en las guarderías para detectar casos como el grabado por Tele
5 en un jardín de infancia donde supuestamente se obligaba a menores a comerse
sus propios vómitos. Canalda también considera que él mismo "podría
haber hecho más". Educación asegura que los centros para niños de 0 a 3
años -750 privados y 350 públicos- se inspeccionan "cuatro veces" al
año. Profesionales del sector, CC OO y la oposición sostienen que el control
es menor.
El Borreguito Azul, la guardería que investiga el fiscal por un
presunto caso de maltrato, desató ayer nuevas críticas. "No hay sistemas
de alerta" para detectar errores en las escuelas infantiles, aseguró el
defensor del Menor, Arturo Canalda. "La inspección actúa después de
recibir una denuncia, pero necesitamos un sistema para detectar casos por
nuestra cuenta y con agilidad".
Canalda compareció ayer en la Asamblea de Madrid para hacer un
balance de sus primeros cuatro meses de gestión. Centró gran parte de su
intervención en el caso destapado por el programa Diario de, de Tele 5.
Una periodista grabó con cámara oculta una guardería en la que una menor era
obligada a comer su vómito, entre otro tipo de castigos, que han provocado el
cierre cautelar del centro. Canalda reconoció en la Asamblea que "fallaron
los sistemas de control", informa Servimedia.
También hubo autocrítica. El defensor admitió que "a lo
mejor" debió hacer "algo más" para seguir la denuncia, como
incluir en el sistema de seguimiento de expedientes de la institución
"alguna alarma" que avisara de que el video aún no les había
llegado. Canalda, que vio las imágenes en diciembre, sostiene que pidió
entonces el video a Tele 5 para denunciar ante la fiscalía. La cadena lo niega.
El Defensor reclama "más inspecciones y medios". Según
datos de la Consejería de Educación, cerca de 180 funcionarios vigilan todos
los centros educativos de Madrid. Los inspectores visitan las escuelas
infantiles de primer ciclo -con niños de 0 a 3 años-, "cuatro o
cinco" veces por año lectivo, según el consejero de Educación, Luis
Peral.
"Auditoría
específica"
La oposición, los sindicatos y portavoces del sector rechazan
ese dato. "No existe un plan sistemático de inspección en guarderías
privadas como en otro tipo de centros, como residencias de ancianos",
sostiene el portavoz del PSOE en la Asamblea, Rafael Simancas. Los socialistas
piden "una auditoría específica y sistemática" de las guarderías.
"La inspección educativa es muy escasa, no sólo en
infantil", considera el diputado de IU, Jorge García. Éste critica la
privatización "a toda costa" de la Comunidad. Según Educación, en
Madrid existen 750 escuelas infantiles privadas frente a 350 públicas.
Desde CC OO critican el "descontrol". "No se
producen cuatro inspecciones anuales ni en la privada ni en la pública",
sostiene el portavoz de Escuelas Infantiles del sindicato, Bernardo Fuentes. Éste
pide a Educación que vigile especialmente "las matrículas reales de
alumnos en los centros privados, el número de profesionales que tienen y su
nivel de cualificación". Su sindicato advierte en un comunicado que
"el negocio de las guarderías privadas medra de la mano de la falta de
escuelas públicas".
"Los centros de educación infantil pasan inspecciones periódicas
de los inspectores de la administración", asegura por su parte Jesús Núñez,
presidente de Acade (Asociación de Centros Autónomos de Enseñanza Privada),
que representa al 90% del sector privado en España. "Queremos transmitir
tranquilidad y confianza a los padres", añade. El sector "está
indignado" por lo que se muestra en el reportaje de Tele 5, que consideran
"una excepción" que daña su imagen.
Para los representantes del sector público, "el fondo del
problema" es la falta de plazas de 0 a 3 años. Carmen Ferrero, miembro de
la junta de portavoces de las escuelas públicas, critica la "dejadez"
de Educación en el seguimiento de "los 25.000 niños" que cada año
se quedan sin plaza pública.
"Hace muchos años que nosotros denunciamos al Defensor y a
Educación la escasez de plazas y las malas condiciones", añade Ferrero.
La junta de portavoces está formada por 23 miembros de centros públicos
elegidos por votación. "No tenemos datos para rebatirlo pero ni se hacen
todas las inspecciones ni se hacen bien", añade Ángela Solano, directora
de una escuela infantil municipal en Móstoles y miembro de la junta, con 27 años
de experiencia.
"La vigilancia está en manos de los mismos inspectores de
primaria, que no tienen formación suficiente para entrar en los proyectos de la
educación infantil", explica. Solano considera que hay "una falta de
conciencia social" sobre los derechos de los niños. "Luego nos
quejamos de los problemas de los adolescentes, parece que sólo importa el bulling
o si se debe dar o no religión, pero se nos olvida trabajar bien con los
chavales desde que son pequeños", concluye.
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