UNA GUARDERÍA DE
CUIDADO
6 de Marzo 2007, PRODENI
El 1 de Marzo
de 2007 la Administración de la Comunidad madrileña ordenó el cierre cautelar
de la guardería “El Borreguito Azul” en el distrito de San Blas de la
capital después de que la cadena de televisión, Tele 5, en un programa
dirigido por la sagaz Mercedes Milá, emitiera un vídeo reflejando malos tratos
a niños a manos de sus cuidadoras. El documento fue grabado con cámara oculta
por una periodista de la citada cadena que se infiltró como educadora y que
pudo probar lo que una ex trabajadora de la guardería les había antes
denunciado (ver noticias sobre el caso en esta misma web)
De la emisión del vídeo y
declaraciones de responsables institucionales se derivan los siguientes hechos:
1.
Los malos tratos en la guardería venían produciéndose desde antes de
que la periodista infiltrada se pusiera manos a la obra, sin que la Administración
detectara lo que estaba sucediendo,
facilitando la total impunidad de las educadoras.
2.
Tele 5 mostró imágenes del vídeo al Consejero de Educación y al
Defensor del Menor de la Comunidad de Madrid en el mes de Diciembre de 2006,
pero no se adoptó ninguna medida hasta que la cadena lo hizo público dos meses
después.
3.
Los padres acusan al Consejero de Educación y al Defensor del Menor de
no hacer nada y no advertirles, pese a que ambos tenían conocimiento de las imágenes
que les mostró Mercedes Milá.
PASIVIDAD DE LA
ADMINISTRACIÓN
El vídeo de Tele 5 ha puesto sobre
la mesa un mundo de prácticas irregulares y de malos tratos en una escuela
infantil (guardería) de Madrid, dejando asimismo en evidencia a las autoridades
por la escandalosa inoperancia institucional de una Administración incapaz de
detectar esa lacra por si misma. Lo escandaloso del asunto es que la Inspección
Educativa nada vio, ni antes de la investigación de la periodista, ni después
de que Mercedes Milá mostrara en Diciembre al Consejero y al Defensor del Menor
las duras imágenes. Lamentablemente disponemos de ejemplos de denuncias contra
guarderías infantiles de contenido similar al del “Borreguito Azul” que por
no contar con la prueba de un vídeo se quedan en nada, o derivan en querellas
por injurias contra los denunciantes.
MÁS COMÚN DE LO
QUE SE CREE
Los sistemas de detección de malos
tratos infringidos en guarderías infantiles no son eficaces porque las
inspecciones no están hechas para fiscalizar la calidad del trato que se da a
los niños y niñas, se centran más
en el seguimiento de las condiciones del convenio, en el caso de las
subvencionadas, y ni siquiera eso en las privadas no subvencionadas. Además, a
la Administración le cuesta admitir que se maltrate a algún niño en una
guardería, y de entrada se coloca a la defensiva cuando le llega una denuncia,
máxime si es anónima. Por otro lado, la complicidad entre quienes maltratan y
quienes callan por miedo a represalias o a perder el puesto de trabajo cierra
posibilidades a una inspección que no desciende a analizar otros indicadores.
Cuando las guarderías son espacios
abiertos para los padres y las relaciones de éstos con las educadoras son
frecuentes, existen mayores garantías de cuidado y protección de los menores,
pero generalmente esto no es así y los padres se limitan a dejar y recoger a
sus hijos a la puerta sin conocer absolutamente nada de lo que pasa dentro. Otro
aspecto negativo lo representa el que la mayoría de las guarderías sean
empresas privadas, pudiendo aparecer casos, como este de Madrid, con personal
contratado sin títulos ni experiencia.
Aunque no se deba generalizar
estamos convencidos que lo de Madrid no es un hecho aislado en España en la
medida de esa patente carencia de controles eficaces por parte de las
Administraciones competentes y de la heterogeneidad de intereses y de empresas
por la necesidad de tantas familias
en dejar a sus hijos en esos establecimientos.
ESTO TIENE QUE
CAMBIAR
No sabemos cuantos más vídeos harán
falta publicar para que nuestros políticos se pongan las pilas y se lleven a
cabo profundas reformas en las administraciones competentes. Nos referimos, en
particular, a la función inspectora y a la existencia de controles eficaces que
garanticen la visibilidad de cuanto en las guarderías sucede con relación
especial al cuidado y trato de los niños y niñas.
Los inspectores de educación y los
inspectores sociales tienen que poseer herramientas y utilizar indicadores que
les permitan detectar la mínima irregularidad que se produzca en las guarderías,
máxime si la inspección viene precedida de una denuncia. Y no se trata de
poner a los centros referidos bajo sospecha, se trata simplemente de garantizar
que los niños y niñas estén seguros y protegidos. No sólo de que lo
parezcan, sino de que lo estén. Y hoy por hoy, como queda acreditado en el caso
de Madrid, esa garantía no se está dando.
A tal efecto hay que pedir a los
grupos políticos con representación parlamentaria en el Estado y en las
diversas Comunidades Autónomas que se sensibilicen y dispongan iniciativas que
aseguren la mayor eficacia en la labor inspectora de las guarderías infantiles.
PRODENI estudiará iniciativas.
FELICITACIÓN
Mercedes Milá y su equipo merecen
el mayor reconocimiento por su encomiable labor de investigación en el submundo
de nuestra sociedad, haciéndonos visibles algunas de sus lacras. Si hoy
conocemos lo que sucedía en el “Borreguito Azul” y la escandalosa
inoperancia institucional de la administración madrileña, es gracias a ese vídeo
laboriosamente trabajado. Nuestra felicitación y agradecimiento a ella y a su
equipo.
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