http://www.elconfidencial.com/alma-corazon-vida/2016-04-08/secreto-mejor-estudiante-estados-unidos-rifen-universidades-ivy-league-augusta-uwamanzu-nna_1180066/
El secreto de la
mejor estudiante de EEUU (y no es su inteligencia)
(Ver vídeo enel
enlace de la noticia)
A estas alturas, es
posible que ya haya oído hablar de la joven Augusta Uwamanzu-Nna,
cuyo nombre ha saltado a los medios de todo el mundo después de ser aceptada
en las ocho universidades de la Ivy League, los centros de educación
de
élite de EEUU. Algo al alcance de muy pocos: para la cohorte de 2019,
las cifras de admisión se encontraban entre el 5,3% de Harvad y el 14,9% de
Cornell. Un porcentaje que desciende sensiblemente cuando hablamos de hacer
pleno.
No son las únicas.
Uwamanzu-Nna, que ha cursado sus estudios en un instituto de las afueras de
Nueva York, la Elmont Memorial High School, también puede decantarse, si así
lo desea, por la Universidad Johns Hopkins, en Baltimore (Maryland) o el
MIT (Massachusetts Institute of Technology). Tiene hasta el 1 de mayo
para decidirse, y mientras tanto, probablemente seguirá profundizando en sus
muy diversas aficiones. Como explica un artículo en 'Business
Insider', la publicación de las notas le pilló jugando al bádminton.
"He tenido problemas con algunas clases, pero supongo que lo que me ha
permitido tener éxito finalmente es mi persistencia"
“Una a una, fui
abriendo las cartas”, explicó la joven de 17 años al medio americano. “Vi
que todas me habían aceptado, y cuando llegué a la última, empecé a
sollozar. Literalmente, estaba llorando y corriendo por todas partes”.
Aunque nació en EEUU, los orígenes de Uwamanzu-Nna son nigerianos, y
asegura que no habría podido alcanzar la puntuación de 101,64 sin el apoyo
de su entorno: “Mis recientes logros reflejan los valores de duro trabajo
del pueblo de Elmont, el apoyo de mis padres y mis dedicados
profesores. Estoy contenta pero, sobre todo, estoy agradecida”.
Una
historia de éxito
Es tentador
utilizar la historia de Uwamanzu-Nna como ejemplo para otros
adolescentes. Desde luego, no cabe duda de que a nadie le hace ningún
mal imitarla en lo que ella misma asegura que ha sido la clave de su éxito:
la tenacidad. “He tenido problemas con muchos cursos en el pasado”,
aseguraba en una entrevista. “Pero supongo que lo que me ha permitido tener
éxito finalmente en dichas clases es mi persistencia y tenacidad”.
Una historia
reflejada por los medios de comunicación estadounidenses explica bien su
obstinación, pero también su entusiasmo. Hace un par de años, cuando
tenía 15, Uwamanzu-Nna comenzó a preparar un proyecto para su instituto con
el que pretendía entender el funcionamiento de la
mecánica de fluidos por sí misma, a partir de ejemplos que pudiese
observar y medir. Sin embargo, para ello necesitaba un poco de cemento y
hormigón. Algo de lo que no disponía el centro donde estudiaba.
(Ver vídeo en el enlace de la noticia)
“Tenía que ensamblar apresuradamente
este aparato extraño y utilizar bancos de ejercicios del gimnasio de mi
instituto para medir la fuerza de esas muestras”, explicaba. Sin embargo,
pronto se dio cuenta de que no era suficiente. Así que su solución fue,
cuando menos, expeditiva: decidió presentarse en un laboratorio donde
pudiese trabajar. Su primera opción era la Universidad de Columbia, donde
fue rechazada. Sin embargo, terminaría siendo aceptada en una escuela
de ingeniería de la Universidad de Nueva York.
La joven se guardó un as en la manga:
mantenerse en contacto con la principal investigadora de la
Universidad de Columbia y, de esa manera, conseguir su soñado trabajo el
verano siguiente. “Estaba muy impresionada por mi tenacidad y mi
persistencia, así como por el hecho de que tuviese 16 años e investigase con
cemento y hormigón”, ha explicado Augusta.
Un colegio, dos alumnos
Aún más sorprendente que la casi
perfecta puntuación de la estudiante resulta que el año pasado otro alumno
de la Elmont Memorial High School consiguiese el mismo logro. Además, su
origen era también nigeriano: se trataba de Harold Ekeh, que en otra
entrevista con 'Business
Insider' se definía como “simplemente un chico normal con un
sistema de apoyo muy fuerte”. La nota, en su caso, era de un 100,5.
Cuando tenía
ocho años, Ekeh se mudó con sus padres a un país cuyo idioma no manejaba
Al igual que lo que ocurría con
Uwamanzu-Nna, Ekeh no siempre lo había tenido fácil en su colegio. Sin
embargo, y a diferencia de aquella, el joven se topó con dificultades
después de que su familia abandonase Nigeria cuando tenía ocho años. El
choque cultural fue importante, así como sus problemas de aprendizaje
del idioma y su marcado acento. Sin embargo, logró salir adelante en los
momentos más difíciles. Como le pasó a Augusta, la tenacidad fue lo que
consiguió que destacase entre sus compañeros, no solo de la misma escuela,
sino de todo EEUU.
Apenas unos años
después de llegar a un país que le resultaba casi completamente ajeno, Ekeh
se había convertido en el editor del periódico del colegio, formaba parte
del grupo de teatro del instituto, tocaba la batería en su iglesia, dirigía
el coro de jóvenes y era el vicepresidente del MUN (Modelo de Naciones
Unidas, una simulación popular en los institutos americanos) de su
centro. La lección que estos dos jóvenes aprendieron por necesidad parece
clara: la insistencia y el trabajo duro permiten superar las barreras
que la vida pone por delante.
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