ALUMNO
DE 11 AÑOS EN LINARES NO ASISTE A CLASE DESDE PRIMEROS DE NOVIEMBRE DE 2.004
POR SUPUESTOS MALOS TRATOS DE SU MAESTRA.
LINARES
( JAÉN) 1 de Febrero de 2.005.
En
el mes de Noviembre de 2.004, en la asociación PRODENI (Teléfono del Niño)
recibíamos información de un caso de supuestos malos tratos a un niño de 11 años
por parte de su maestra, a consecuencia del cual padecía un elevado nivel de
ansiedad, con depresión añadida, dejando de asistir al colegio desde la
primera semana de Noviembre.
El
menor cursaba 6 de Primaria en un colegio público de Linares (Jaén).
Aparte
de que los padres nos informaban del problema en general, solicitaban ayuda de
PRODENI para interceder ante la Delegación Provincial de Educación y Ciencia
de Jaén para que se le facilitase plaza en un colegio concertado porque reunía
las mejores condiciones para que el chico alcanzase su normalidad, pues el Psicólogo
del Equipo de Orientación Escolar aconsejaba urgente cambio de colegio a otro
al que ya asistiese algún amigo, o amigos, del alumno afectado.
Esta
petición se nos formulaba porque el Inspector de la Zona les había dicho que
no podía ir al colegio concertado porque no había plaza, ofreciendo como
alternativa otros dos colegios públicos distantes del lugar de residencia del
niño a donde no acude ningún amigo de su entorno.
Junto
a la información telefónica recibimos la siguiente documentación:
·Escrito de los padres explicando el problema de su hijo.
·Escrito de los padres al Inspector de Educación de 15 de Noviembre 2.004
denunciando los malos tratos de su hijo.
·Informe Clínico del alumno firmado por la Psiquiatra de ESMD de Linares.
·Informe Escolar Interdisciplinar del E.O.E. de fecha 30 de Noviembre de
2.004.
·Escrito de 14 de Diciembre de los padres pidiendo en la Delegación plaza
en el colegio concertado.
·Dos escritos de antiguas alumnas de la profesora acusada, que hablaban de
sus inapropiados métodos pedagógicos, con registro en la Delegación
Provincial de fecha 15 de Diciembre de 2.004.
Tanto
por la Psiquiatra del ESMD, como por el Equipo de Orientación, se dictaminaba
la necesidad de que el niño siguiera recibiendo terapia psicológica y que
cambiara de colegio, una vez detectado que la fuente de su elevada ansiedad
procedía de su relación con la profesora tutora, a quien los padres acusaban
de haberlo maltratado reiteradamente. El Equipo de Orientación, como queda
dicho, recomendaba un colegio en el que tuviera amigos para que se sintiera cómodo.
Nos
decía la madre y se recoge en los informes del alumno que éste pensó hasta
cinco veces en suicidarse y en una ocasión además lo intentó, acercándose a
un barranco desde donde estuvo a punto de arrojarse, arrepintiéndose en el último
instante al preguntarse quien iba a cuidar de sus perritos si lo hacía, único
asidero a la vida en su caos mental y que fue lo que le salvó.
Actualmente
sigue bajo tratamiento y vigilado por su madre aunque le beneficie el hecho de
haber cortado radicalmente su relación con la profesora, y mientras sigue a la
espera de que la Delegación le permita escolarizarse en el colegio concertado
recibe clases particulares en su casa. No obstante, lo mejor para él es que se
integre en el colegio que reúne las condiciones que apunta el E.O.E de Linares.
Para el Equipo Directivo del colegio concertado no existe el menor
inconveniente, y sólo esperan autorización de la Consejería.
Desde
la Asociación PRODENI, antes de Navidades 2.004, remitimos escrito a la
Delegación Provincial de Educación y Ciencia de Jaén y a la Consejería en
Sevilla, porque entendíamos que, dadas las circunstancias excepcionales que
rodeaban el caso del alumno, se le debería facilitar plaza en el colegio
solicitado como una medida también excepcional. Y apuntábamos dos casos muy
parecidos en Málaga, cuya Delegación Provincial había resuelto entre finales
de Noviembre y principios de Diciembre favorablemente.
Decíamos
en el primero de los ejemplos que una alumna de 3º de ESO había denunciado
acosos de compañeros en un instituto de la capital malagueña, decidiendo
abandonarlo tras un fuerte choque emocional que requirió atención médica y
psicológica. También denunció la inoperancia del Equipo Directivo.
La
Delegación, a pesar de que no llegó a reconocer el problema denunciado por la
menor, facilitó el cambio solicitado a un colegio concertado que reunía las
condiciones demandadas por la familia, atendiendo a su situación especial, a
pesar de que surgió el problema de que para la hermana de 1º de ESO, que debía
acompañarla para que estuvieran juntas, no había plaza en el mismo centro,
indicándose primeramente a los padres que si querían que estuvieran juntas
fueran a otros institutos públicos, a lo que los padres se negaron. Es decir,
una de las dos hermanas fue matriculada en un curso que sobrepasaba la ratio en
el colegio concertado, después de que primeramente la Inspección se hubiera
negado.
En
el segundo ejemplo, dos familias de dos alumnos de primaria del C. P. de
Benajarafe (La Axarquía – Málaga) denunciaron en un Juzgado a la maestra por
malos tratos. Ambas familias solicitaron plaza en un colegio de otro pueblo al
que había que acceder por medio de transporte escolar. El colegio solicitado
tenía plazas para los dos, pero la Inspección determinó que no se habían
producido los malos tratos denunciados y que los niños deberían regresar a su
colegio, no accediendo a lo de la parada escolar. La familia de uno de los niños
lo trasladó a la capital a residir con una abuela y lo matriculó en un
colegio, mientras que el otro estuvo en su casa aproximadamente mes y medio.
Cuarenta y ocho horas más tarde de la intervención de PRODENI, la Inspección
comunicó a la madre que se le concedía una parada donde pedía para facilitar
la asistencia del niño al nuevo colegio.
La
razón del interés superior del niño (Convención de las Naciones Unidas sobre
los Derechos del Niño (1989) Ley de Protección Jurídica del Menor (1996) y
Ley reguladora de los derechos del menor en Andalucía, (1998) ) y el mismo
ordenamiento legal en materia educativa que permite “saltarse” la ratio por
causas justificadas, fue lo que motivó la decisión de la Delegación de
Educación y Ciencia de Málaga en los dos ejemplos citados, desapareciendo ipso
facto los inconvenientes legales objetados en un primer momento por la Inspección.
Decíamos
también en nuestro escrito sobre el niño de Linares que, independientemente de
la valoración de la Inspección sobre la implicación de la profesora, el
alumno estaba sufriendo un calvario personal, incrementado por la circunstancia
de verse alejado de la relación escolar con sus amigos, como si él fuera el
culpable de lo que le estaba pasando. De ahí se desprendía la recomendación
del E.O.E. de que fuera a un colegio que no rompiera totalmente los referentes
del menor con su entorno y otros niños conocidos de su edad.
Según
la familia del alumno, el Inspector defendió a la maestra aduciendo que se
trataba de una buena profesional que tenía la costumbre de hablar muy alto, una
persona muy exigente a la que se podía atribuir un “exceso de celo”.
Para
nosotros la apelación a justificaciones del tipo “muy exigente”, “exceso
de celo”, “habla muy alto”... nos hace recordar justificaciones de ese
tono utilizadas antes para justificar la violencia con las mujeres.
Y
es que es verdad que si, por fortuna, la liberación de la mujer ha abierto una
senda sin retorno en nuestra sociedad, con valedoras e impulsoras importantes
entre responsables del gobierno y de algunas comunidades autónomas, todavía
queda pendiente impulsar acciones sociales y políticas de la misma altura en lo
que se trata de la defensa de los derechos de los niños y niñas. Y en mayor
medida cuando son víctimas del denominado maltrato institucional, del que tanto
queda por investigar y prevenir.
Sabemos
que la acción educativa, una de las más nobles si cabe de la actividad humana,
es una labor que requiere en el docente conocimientos técnicos y altas dosis de
sensibilidad, paciencia y constancia para conseguir de sus alumnos los objetivos
marcados, entre los que destaca como luz y guía el del aprendizaje de la
felicidad (el de que sean felices en lo que hacen y en su convivencia en el
centro educativo), pues todo lo que se aparte de la dedicación docente para la
adquisición de ese logro vulnera y pervierte principios esenciales de la
educación y de los derechos del niño.
Por
eso mismo nos parece deleznable que para educar a este alumno, y por su bien, un
alumno se vea sometido a fuertes presiones atribuibles aun “exceso de celo” que no va precisamente en la dirección
de animarle, motivarle positivamente, ayudarle y comprenderle, que es el único
“exceso de celo” que la Delegación debería consentir y fomentar entre sus
profesionales.
Pensábamos
en PRODENI que la Inspección Educativa al concluir con el archivo, se había
podido plegar a intereses corporativistas, victimizando nuevamente al menor y a
su familiainmersos en un absoluto
desamparo institucional.
En
ese sentido, además de solicitar que se diera una respuesta positiva a los
padres concediéndoles la plaza escolar para el niño en el colegio concertado
de Linares, pedíamos que se volviera a abrir una investigación sobre lo
sucedido con el alumno, sin prejuicios o valoraciones preconcebidas, atendiendo
que otras familias habían optado por cambiar a sus hijos del colegio, y a dos
cartas escritas (la de una madre y la de una antigua alumna) coincidentes en lo
denunciado por los padres de este alumno.
SITUACIÓN
ACTUAL
El
alumno sigue en su casa, aunque recibe clases particulares y el apoyo de dos de
sus tíos que son docentes.
El
alumno sigue recibiendo tratamiento psiquiátrico y, aunque ha mejorado al no
continuar con su maestra, sigue teniendo pesadillas e inseguridad.
El
profesorado del colegio ha mostrado una cerrada defensa de su compañera,
pidiendo el apoyo de otros colegios, recogiendo firmas, involucrando a madres de
alumnos... y acusando a la familia del niño de emitir falsedades.
Por
su parte, la Delegación de Jaén, también ha salido en defensa de la maestra,
señalando que el niño tiene la percepción mental de unos hechos que no se
corresponden con la realidad, atrevida apreciación que no está avalada en ningún
informe médico o psicológico.
La
Delegación ha denegado la plaza en el colegio concertado por superar la ratio,
aunque reconoce por escrito que por causas justificadas dicho obstáculo se
puede levantar (evidentemente no las reconoce para este alumno).
Le
Delegación le ofrece plaza en otros dos colegios alejados de su entorno y en
donde no estudia ningún alumno conocido de él, e insta a la familia para que
lo escolarice de inmediato.
La
Delegación no tiene en cuenta los criterios médicos que advierten de la severa
crisis sufrida por el alumno, y presiona a la familia en una dirección
equivocada.
El
alumno ha escrito ahora a PRODENI contando su experiencia en el colegio,
pidiendo ayuda para poder integrarse en el nuevo solicitado. En tanto eso no
sucede prefiere quedarse en su casa recibiendo clases particulares.
POSTURA
DEPRODENI
Creemos
que las circunstancias que rodean el problema de este alumno permiten valorarlo
como un hecho excepcional, pues aún cuando la Delegación siga sosteniendo que
la maestra lo ha hecho muy bien, el niño está muy mal, y es en función del
estado del alumno, y no en el de la maestra, por el que hay que actuar (en el
caso de Málaga, aún sin querer reconocer la Delegación que los hechos
denunciados por la alumna fueron reales, sin embargo, resolvió el problema como
si lo hubiesen sido, en atención a su situación personal y de su familia).
Nos
parece que la postura de la Delegación tiene más de asunto personal de la
Inspecciónque de valoración
objetiva. Para la Inspección la familia lo ha hecho muy mal quejándose de la
maestra y no admite necesidad alguna de que el alumno se matricule en el colegio
concertado. Sin embargo, parece que la Delegación no ha cerrado la puerta del
todo en torno a la denuncia sobre la maestra al decir que “no ha encontrado hasta
el momento conductas atribuibles a la profesora...” (el subrayado es
nuestro).
En
ese sentido, PRODENI, remite a la Delegación y a la Consejería en Sevilla la
carta que nos ha enviado el alumno, en la que puede apreciarse la dura
experiencia sufrida, que, coincide, además, con lo expuesto en otras cartas por
una madre de un alumno, y una ex alumna que estuvieron con la profesora en
cuestión y que también trascribimos aquí.
El
apoyo a la maestra puede explicarse en función del corporativismo de sus compañeros,
el que su comportamiento inadecuado se haya dirigido siempre a unos determinados
alumnos, no a todos (según coinciden el alumno y otros testigos), de ahí que
muchas familias la apoyen, y otras lo hagan por miedo a disentir (habría que
analizar este tipo de reacciones, nosotros lo venimos observando en no pocos
colectivos escolares en situaciones similares).
Es
menos explicable la actitud de la Delegación, pues aún cuando su
comportamiento vienedeterminado
por los testimonios de apoyo a la maestra, no debe despreciar el de la víctima,
y otros testigos, en particular el de la víctima, al menos para dar una salida
digna que acabe con su particular agravio, pues no olvidemos que lleva sin ir a
la escuela desde la primera semana de Noviembre del año pasado.
Por
lo mismo PRODENI denuncia la actitud de la Delegación y exige una postura más
flexible que permita la escolarización del niño en el colegio solicitado
cuanto antes. No entendemos porque en Málaga hechos casi iguales se han
resuelto bien y en Jaén tenemos que chocar con un muro de hormigón.
CARTA
DEL ALUMNO DIRIGIDA A PRODENI
“Yo...
voy a relatar los sucesos que ocurrían en clase.
Lahe tenido de maestra durante casi cuatro años, desde tercero hasta
sexto.
Esta
maestra nos humillaba a mí como a otros alumnos, aunque había alumnos a los
que no les hacía nada nunca.
Yo
le tenía miedo por muchas razones, cuando me sacaba a la pizarra y me
equivocaba en algún ejercicio, pues me insultaba, otras veces me pegaba.
Los
insultos eran: imbécil, tonto, tú nunca haces nada bien porque eres subnormal,
retrasado. Y cuando me pegaba era estirándome del pelo o pegándome en la
cabeza con una mano. También tirando objetos hacia mí.
Todo
esto lo hacía también cuando me miraba el cuaderno y no tenía correcto el
ejercicio o cuando me preguntaba en clase y no daba la contestación correcta.
Ya
muchas veces aunque me pusiera la lección me ponía muy nervioso y se me
olvidaba lo que me había aprendido. Cuando me ocurría esto era peor si no
contestaba a la pregunta porque mi maestra se ponía más nerviosa y me
insultaba y me pegaba durante más tiempo. Otras veces cuando yo y otros alumnos
nos faltaba algún ejercicio se cabreaba mucho y tiraba objetos como reglas,
libretas, lápices, o lo que le pillara a mano contra algunos alumnos que éramos
siempre los mismos.
Yo
me ponía el libro delante de la cabeza para que no me diera ningún objeto.
Un
día se enfadó con un niño de mi clase porque estaba jugando con las tijeras y
la maestra se las quitó y las lanzó contra mí. Yo ese día no me dio tiempo
de protegerme con el libro pero tuve suerte y me pasó rozando por la cabeza.
También lanzó el estuche y salieron disparados los lápices.
Con
un niño se metía mucho. Lo estaba tratando un sicólogo del colegio y ella se
burlaba de mi compañero con comentarios referentes a las citas que tenía este
niño con el sicólogo, diciéndole mi maestra al niño que si se iba a
traumatizar por cuanto te digo que nunca haces nada bien.
También
mi maestra a veces cuando se enfadaba chillaba y decía que se iba a tirar por
la ventana.
Si
yo algún día faltaba a clase porque estuviera enfermo, me daba miedo ir al
colegio porque aunque hacía los ejercicios del día que había faltado, se
enfadaba diciendo que era un perro porque no había puesto la fecha correcta y
no estaban en orden los ejercicios. Sin embargo había niños que no hacían los
deberes porque habían ido a un cumpleaños, no les decía nada y no los
insultaba.
Yo
este año no podía más y aunque no me guste contarlo porque alguien piensa que
estoy loco, lo voy a contar porque el sicólogo me ha dicho que me hará bien
desahogarme.
Yo
como ya he dicho este año no aguantaba más y pensaba que era mejor morirme
aunque quiero mucho a mis perros.
Pensé
muchas veces ir al barranco que hay cerca de mi casa y tirarme por ahí y así
ya se acabaría todo y como sé que no me dolería nada por el porrazo porque he
oído que mientras que caes se para el corazón, pues era la mejor forma de
morirme.
Así
que un día fui a ese barranco porque estaba muy agobiado para tirarme pero
aunque ya no podía más no lo hice, me dio pena de mis dos perros Roki y Niki
porque solo me tienen a mí.
Algunos
compañeros míos que maestra humillaba y pegaba ya no están en mi colegio como
el que he mencionado antes. Han tenido más suerte que yo y uno de ellos lo vi
el otro día y me dijo que ahora es muy feliz porque la maestra que tiene ahora
es muy buena con todos los alumnos. Por eso yo ahora pienso que es mejor que me
hubiera aguantado y no haber dicho nada porque ha sido todo peor, aunque me han
ayudado todo ha salido mal.
Me
han dado el traslado a otros colegios muy lejanos y donde no tengo ningún
amigo.
Yo
quiero ir a un colegio donde tengo a cuatro amigos pero el Inspector no quiere
porque dice que no hay plaza en sexto, pero aunque la directora de este colegio
le ha dicho al Inspector que en quinto sí hay plaza y como tengo casi perdido
sexto me vendría bien para repasar y entrar mejor preparado a sexto, y estando
yo de acuerdo y mis padres también, el Inspector tampoco quiere porque dice
porque las plazas ya están pasadas de fecha y yo no sé este colegio si los
tres colegios que me ha ofrecido también se han pasado de fecha.
Yo
no voy a volver nunca al colegio ni tampoco a los colegios que me ha ofrecido
porque no tengo amigos.
Ahora
estoy con un profesor particular pero me gustaría ir a colegio que están mis
amigos.
También
estoy deseando que me desaparezcan mis pesadillas que continuamente tengo, que
tratan que voy a un colegio nuevo y allí está mi maestra por eso no me gusta
dormir, aunque a la fuerza me tengo que tomar la pastilla que me mandó la sicóloga,
pero lo paso mal.
Espero
que alguien me ayude de verdad.”
CARTA
DE UNA MADRE QUE CAMBIÓ A SU HIJO DEL COLEGIO
“Yo...
como madre de ... antiguo alumnos del C.P...de Linares:
Declaro
mi malestar por la actitud que tuvo la tutora... con mi hijo en el periodo de
tiempo en que fue alumno de ella.
Durante
el cual mi hijo me manifestaba sentirse incómodo y atemorizado por el ambiente
de tensión producido como consecuencia de los gritos que profesaba
continuamente, lanzamiento de objetos, humillaciones, insultos, así como la
recriminación de la labor de los padres con respecto a sus hijos e incluso
infravaloraba el progreso que podían realizar determinados alumnos. Por todo
ello mi hijo perdió el interés y la motivación para realizar los deberes
mandados para la casa, además se negaba a asistir al citado colegio.
A
pesar de sacar muy buenas notas en los exámenes nos amenazaba con la repetición
de curso, sin preocuparse por lo que estaba pasando al niño, y sin intención
de solicitar ayuda a los eficaces servicios de la E.O.E. del centro. Hasta
entonces había sido un niño sociable, con buena disposiciónde integración en todos los ambientes, educado y bastante inteligente,
según un estudio de inteligencia realizado en su anterior colegio.
Tras
haber comunicado todo eso a la dirección del centro y dado que la situación no
cambió en absoluto por parte de la tutora, sino que empeoró aún más. Estas
circunstancias me obligaron a trasladar a mi hijo a otro colegio donde ha
cambiado favorablemente en todos los sentidos.
Dada
la gravedad de los hechos relatados, solicito que quede constancia de todo ello.
Linares,
14 de Diciembre de 2.004. Fdo. Registrado en la Delegación Provincial de
Educación y Ciencia de Jaén con fecha 15 de Diciembre 2004.”
CARTA
DE UNA ANTIGUA ALUMNA DEL C. P. “SANTA ANA” DE LINARES
“Por
el presente escrito, yo... habiendo sido alumna de Doña... testifico que he
presenciado como alumna de dicha profesora, las siguientes actuaciones que
refiero a continuación:
La
clase con dicha profesora se desarrollaba en un ambiente de constantes gritos,
intimidaciones y ridiculización de algunos alumnos en presencia de toda la
clase. Con alguno de ellos se ensañaba especialmente por lo que había alumnos
que incluso lloraban porque no querían asistir a su clase.
A
veces le daban ataques de nervios en los cuales saltaba y gritaba, amenazándonos
con que saltaría por la ventana. Frecuentemente era necesaria la presencia de
otros profesores para calmarla. En uno de los ya mencionados ataques recuerdo
que vino un maestro y se dispuso a retirar los objetos que había a su alcance.
El
ambiente en clase era de gran tensión y angustia constante.
De
todo ello doy fe como alumna que lo ha presenciado, para que surta efecto allá
donde sea necesario. Firmado. Linares, 12 de Diciembre de 2.004. Registrado en
la Delegación Provincial de Educación y Ciencia con fecha 15 de Diciembre de
2.004.”
NOTA
FINAL
La
Delegación Provincial de Educación y Ciencia de Jaén ha salido en defensa del
honor y de la dignidad profesional de la maestra.
La
opinión del alumno y su grave crisis emocional, diagnosticada por el E.O.E. del
colegio y por una psiquiatra del centro de salud queda reducido para la Delegación
a un fenómeno particular en la mente del niño no atribuible a hechos reales,
pues la profesora es una excelente profesional injustamente atacada.
También
la Delegación ha rechazado los dos testimonios citados.
Y
basa su apoyo en la opinión del claustro de profesores que la defiende a
ultranza, en la de los alumnos de su curso entrevistados por el Inspector, que
tampoco declaran en su contra, y en la opinión de madres de alumnos que
asimismo la defienden.
Según
la familia del niño afectado, se ha ejercido una fuerte presión desde el ámbito
docente tanto a alumnos como a familias, cundiendo el miedo y el desinterés de
quienes pudiendo hablar sobre lanegativa
acción pedagógica de la maestra no lo hacen o lo hacen a su favor.
Estamos
convencidos de que si el Inspector hubiese llevado a cabo una investigación con
todas las cautelas, contrastando unos datos con otros, y creando confianza en
los no docentes entrevistados, no hubiese sido la Delegación tan tajante en
descalificar al alumno y a su familia (téngase en cuenta además la existencia
de una valoración del E.O.E. cuya lectura deja claros indicios de la negativa
relación de la profesora con el alumno, pidiendo el equipo un cambio urgente de
colegio).
La
familia no pide otra cosa ahora que su hijo vaya a la escuela donde están
algunos de sus amigos, pues aunque la ratio de 6º se haya superado puede
ampliarse una plaza habiendo causas que lo justifiquen, existiendo además
plazas en el 5º curso al que alumno y familia también están dispuestos. Si la
Delegación no accede no es porque legalmente no se pueda, es por una cuestión
personal, no lo entendemos de otra forma.
Dice
el niño y su familia que si no entra ahora en el colegio concertado, pedirán
plaza para el próximo curso en la nueva convocatoria que va a salir, y mientras
tanto se quedará en su casa recibiendo clases particulares y apoyo de dos tíos
que son docentes, cumpliendo así con la exigencia constitucional de recibir
educación. Ellos rechazan los dos colegios que la Delegación les ofrece en
zonas alejadas de su domicilio, porque a ninguno de ellos asiste niño alguno de
su entorno, condición que sí se da en el concertado y que recomienda el mismo
E.O.E. en su informe.
Desde
PRODENI hemos solicitado a la señora Consejera de Educación y Ciencia su
intervención, e igualmente hemos buscado el apoyo de los Grupos Políticos del
Parlamento Andaluz, para que ayuden a la total normalización de este alumno.