EL DIRECTOR MINIMIZA LA DENUNCIA DE UNA MADRE QUE HA HECHO PÚBLICA PRODENI

 

INSTITUTO DE EDUCACIÓN SECUNDARIA “ANTONIO MACHADO” DE SEVILLA

Sevilla. 23 de Noviembre 2.004.

El Director del I.E.S. “Antonio Machado” de Sevilla en llamada telefónica a PRODENI ha comunicado que los hechos denunciados por la madre de dos ex alumnas hecha pública en la web de la asociación no son exactamente como se presentan en el relato. Reconoce que una alumna ha cometido faltas muy graves contra las dos hermanas y que los hechos han sido valorados en el grado que corresponde y se han tomado las medidas oportunas, con una primera expulsión cautelar de 3 días de la agresora, y una posterior de 29 días, cuando ya las dos alumnas habían decidido no volver al instituto. Manifiesta  que el Equipo Directivo ha actuado conforme le permite la normativa en estos casos y que todo ha sucedido en un intervalo de tiempo entre el día 17 y 29 de Septiembre. Y apunta que el problema entre la alumna agresora y las dos hermanas ha tenido un componente más externo que interno, contrariamente a lo que mantienen la madre y sus dos hijas. También dice que el profesorado ha sentido mucho la marcha de las niñas, especialmente la de la mayor porque era una alumna brillante.

En cuanto a la negativa del Equipo Directivo a elaborar el informe solicitado por la madre para iniciar acciones judiciales, dice que se ha podido interpretar mal o que ellos entendieron que la madre pidió un informe sobre la menor agresora, que es lo que le fue negado. No obstante, la Dirección sí reconoce que a la madre le fue entregado un certificado que únicamente cita que su niña mayor ha sido una buena alumna y no ha causado ningún incidente. Por su parte, la madre, insiste en que ella dejó dicho muy claro que solicitaba un informe completo de todo lo que había ocurrido, y no únicamente sólo sobre la menor agresora, mostrando su enfado porque en su lugar le hicieron  un certificado que oculta los graves incidentes que sus hijas sufrieron y por los cuales dejaron de ir al instituto. La Dirección se comprometió a elaborar el informe y PRODENI a hacérselo saber a la madre.

NOTA DE PRODENI

En los temas de fondo de los hechos relatados hay una gran discrepancia entre la madre y el Director, y no nos referimos a los hechos en sí, en los que casi no hay desacuerdo, sino en lo que interpreta la madre que se debió hacer y en lo que dice el Director que se hizo y se hizo bien.

Hay acuerdo en que cuando la niña mayor estuvo en 1º ya tuvo problemas con la compañera agresora y que estos finalizaron al producirse un cambio de clase en el segundo trimestre, precisamente para cortarlos.

Hay acuerdo en que nada más comenzar este curso y volver las dos a la misma clase, las agresiones (verbales, para el Director, y, además, físicas, para la madre y las niñas) se volvieron a producir.

Y también están de acuerdo en que las agresiones o incidentes se vinieron produciendo entre el día 17 y el 28 de Septiembre, cuyo término lo marcó la huida de las niñas del instituto y la sanción por 29 días que adoptó el instituto sobre la menor agresora, al considerar que había cometido faltas graves.

Donde está el desacuerdo es, entre si las medidas adoptadas por la Dirección fueron suficientes para atajar de raíz el problema, o no lo fueron.

El Director dice que el Instituto respondió rápido y con medidas desde el primer día, utilizando los medios legales a su disposición, pero que los hechos tomaron una dimensión desmesurada en el exterior por circunstancias que al centro se le escapaban y en las que no podía intervenir, hasta el punto que fueron las circunstancias externas las que influyeron en el alto grado interno de tensión y no al revés. Justo lo contrario de lo que sostienen madre e hijas.

Lo cierto es que aún en un espacio de tiempo muy corto para lo que es la vida escolar durante un curso (12 o 13 días naturales, 9 días lectivos) la que bien parece una frenética sucesión de acontecimientos encadenados en una escalada que implicó también al exterior, pudo superar la capacidad de reacción de los mecanismos puestos en marcha por el instituto, que se vieron prácticamente desbordados. Es decir, a situaciones excepcionales, y esta lo era, habría que aplicar mecanismos excepcionales que atajaran de raíz el conflicto y sus efectos, para no quedarse cortos, aunque aquí se haya actuado conforme a las normas y reglamentos.

Para la madre tendría que haberse hecho mucho más y a las pruebas de sus hijas se remite. Ella cree que a pesar de las medidas, la alumna agresora se ha movido con la suficiente libertad y eficacia como para conseguir su objetivo, y acusa también a Policía y Fiscalía, por haber sido incapaces de proteger a sus hijas y a ella misma cuando en la calle eran insultadas y amenazadas teniéndose que encerrar en su piso. Y a los vecinos que miraron para otro lado. Y a los padres y madres de otras alumnas que hicieron que sus hijas se apartaran de  estas niñas.

Por eso ahora a la Consejería no le cabe otra opción que apoyarlas y ayudarlas en el plano psicológico y facilitar a la madre (porque tiene derecho) el informe que ella solicita.

 

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